Una placa en la calle Pedro Ibarretxe, junto al Palacio de Justicia de Bilbo, recuerda desde este lunes a Francisco Javier Núñez Fernández, un profesor de matemáticas de 38 años que falleció el 30 de mayo de 1977 víctima de la violencia policial. Fue una de las siete personas que murieron en la Semana pro Amnistía, con movilizaciones en Hego Euskal Herria que fueron duramente reprimidas.
La ubicación de la placa ante la sede judicial no es baladí. Por expreso deseo de su esposa y de su hija se ha instalado en ese emplazamiento para recordar que murió cuando buscaba «justicia» .
El alcalde, Juan Mari Aburto, junto a otros integrantes de la Corporación municipal y del Foro Bilbao por la Paz y la Convivencia, han participado en un emotivo homenaje, con la asistencia de familiares del fallecido. Su hija, abogada, es una integrante muy activa del Foro.
Inés Núñez de la Parte ha afirmado tras el homenaje a su padre que su muerte forma parte de «etapas oscuras de la historia que tienen que conocerse». «No vale construir una paz sobre novelas, hay que construirla sobre verdades y pilares éticos sólidos», ha añadido.
Ha recordado que su padre «no estaba metido en actividades violentas, ni siquiera en política». Ha rememorado que el 15 de mayo de 1977, su progenitor sufrió una primera paliza «brutal» cuando paseaba con ella, entonces de 3 años, por Indautxu y se toparon con una manifestación pro-amnistía que la Policía Armada dispersaba.
«Tuvo la valentía de denunciarlo»
«Aquello les pasaba a muchos ciudadanos; lo que le costó la vida a mi padre fue que tuvo la valentía de denunciarlo dos días después en el Palacio de Justicia», ha relatado.
En ese momento, ha continuado, los mismos policías que le habían agredido –«avisados de la denuncia desde el Juzgado», ha precisado– le metieron en una furgoneta «donde le torturaron y le obligaron a beber un litro de coñac y otro litro de aceite de ricino». «Murió después de trece días de agonía, el 30 de mayo de 1977, a los 38 años», dejando viuda y una hija huérfana.
Al poco de morir, ha señalado el Ayuntamiento, un policía se personó en el domicilio familiar y ofreció dinero a la esposa por su silencio, a la vez que le amenazó si hablaban. La viuda rechazó el dinero.
Su hija ha explicado que la placa está colocada al lado del Palacio de Justicia «para que quede aquí el testimonio de la denuncia que nunca le dejaron presentar, para que todos los ciudadanos sepan lo que aconteció y que nunca debió haber pasado».
Ha remarcado los años vividos «en silencio, con sufrimiento y amenazas, con llamadas insultantes a casa», que se extendieron incluso hasta 2020, y ha considerado que el acto de hoy, «muy emotivo«, les ha servido a ella y a su madre para «restaurar la memoria y la dignidad» de su padre y marido.
La viuda, Carmina de la Parte, ha recordado también «tantos años de sufrimiento» y ha asegurado que «nunca« pensó que tuviera como final un homenaje, apoyado además por todos los grupos políticos con representación municipal.