Los Estados miembros de la Unión Europea han aprobado este lunes dedicar 1.400 millones de euros procedentes de los ingresos generados por los bienes rusos congelados para ayuda militar a Ucrania.
Los fondos se canalizarán a través del Mecanismo Europeo para la Paz para la adquisición de munición y defensas antiaéreas para Kiev, pese al rechazo de Hungría que se ha quedado fuera de la decisión después de que la UE haya utilizado una vía legal para adoptar la medida sin necesidad de unanimidad.
Así lo ha confirmado en rueda de prensa el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, tras la reunión celebrada en Luxemburgo. Ha detallado que estos 1.400 millones se canalizarán el mes que viene y que, además, se preve usar otro 1.000 millones más para finales de años.
Respecto al acuerdo alcanzado sin Hungría, el jefe de la diplomacia europea ha indicado que «legalmente» como no participó de la decisión hace un mes, en la que ejerció una abstención, «no tiene derecho a participar sobre la decisión de a qué finalidad se destina».
Frente a este decisión, Hungría ha criticado que los socios europeos hayan dado el paso sin su consentimiento y el ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, ha tachado la escena de «violación sin precedentes de las normas comunes europeas».
Así, Budapest ha acusado al resto de miembros de la UE de «hipocresía» por «incumplir las normas» que dicen defender cuando hablan de respeto del estado de Derecho. El pasado mayo Hungría, pero también Eslovaquia o los países de la UE neutrales, caso de Irlanda, Austria, Chipre y Malta, ejercieron una «abstención constructiva» respecto a la decisión de destinar los fondos extraordinarios al Mecanismo Europeo para la Paz. En todo momento el Alto Representante de la UE ha defendido que existían «formas legales» para poder proceder aun sin Budapest. «Consideramos que Hungría no quiere participar en la decisión y no es necesario que participe en la aplicación de la decisión», ha asegurado antes del encuentro, insistiendo en que la decisión no se podía dilatar más. De esta forma, el bloque europeo destinará gran parte de esos fondos, en torno al 90 por ciento, al instrumento con el que la UE ha enviado material bélico a Ucrania. En Bruselas consideran que la ayuda procedente de los bienes rusos inmovilizados será más directa que el habitual método por el cual los 27 envían material militar a Ucrania y luego esperan el reembolso a través del Mecanismo Europeo para la Paz, una opción que lleva bloqueada desde hace meses precisamente por el veto de Budapest, cuestión que irá a la cumbre de líderes de final de semana. Borrell se ha referido a esta posición como un «dificultad estructural» de la UE para aprobar la asistencia militar a Kiev.