La edición del BOPV de este miércoles, 26 de junio, publica «la inscripción en el Registro de Fundaciones del País Vasco de los acuerdos de extinción y liquidación de la fundación denominada Fundación Gregorio Ordóñez Fenollar». La decisión de dicha disolución la adoptó su patronato hace más de dos años al determinar «por unanimidad que resultaba imposible la realización de los fines fundacionales», alegando la «dificultad para obtener financiación».
Mientras avanzaba la extinción de la fundación, en el seno de FAES que preside José María Aznar se constituyó el «Instituto Gregorio Ordóñez», al que se destina el remanente que quedara en la fundación una vez concluidas en febrero de este año los trabajos de liquidación.
El pasado 10 de mayo, FAES hizo público un comunicado en el que se daba cuenta de que su presidente, «José María Aznar, y la presidenta del Instituto Gregorio Ordóñez, Ana Iribar, han firmado un acuerdo para que la fundación acoja el acervo material y moral del Instituto Gregorio Ordóñez», y añadía que «la promoción de la memoria y del legado político del concejal asesinado por ETA son una tarea que no es inédita para FAES, pero que cobra ahora singular realce».
José María Aznar afirmó en ese encuentro que «haber normalizado la presencia en la vida política de los testaferros de ETA y blanquear su pasado para obtener contrapartidas partidistas es tanto como haber dilapidado el enorme caudal de dignidad ciudadana que representa la memoria de Gregorio y la de todas las víctimas del terrorismo; víctimas referenciales de la democracia española, porque no murieron por ninguna causa partidaria sino por la libertad de todos».
El expresidente del Gobierno español aseguró que «honrar hoy la memoria de Goyo será comprometernos con una tarea pendiente: la deslegitimación de las excusas póstumas de ETA. Comprometernos en el desmontaje de todo el andamiaje argumental y político que dio justificación ideológica y amparo retórico a la práctica del terror». Y concluyó que «esa es la deuda pendiente de todos los demócratas con cada víctima del terrorismo. Y la mía particular como presidente de la Fundación FAES con Gregorio Ordóñez. Integrando el instituto que lleva su nombre, no solo honramos la memoria de Gregorio; nos conjuramos a proyectar su legado en la España de hoy. Su recuerdo es, más que nunca, nuestro compromiso».
Explicaciones de Ana Iribar
Por su parte y sin hacer mención a los problemas para obtener financiación, Ana Iribar explicó en el acto que, tras casi treinta años desde su creación, la Fundación Gregorio Ordóñez Fenollar ha iniciado una nueva etapa con el Instituto, al amparo de la Fundación FAES, con la intención de continuar trabajando para «difundir su legado vital mirando al futuro, como el propio Gregorio hacía, con esperanza, con ilusión, pensando especialmente en las nuevas generaciones».
La viuda de Gregorio Ordóñez apuntó que «la herencia de Gregorio nos llega cargada de valores, esfuerzo y perseverancia que muchos valientes como él ejercieron para construir el único camino posible, un camino de humana libertad contra los males fecundos y frente a cualquier forma de totalitarismo».
Con el acuerdo alcanzado, FAES informó de que alojará en su web los principales proyectos de la fundación: el archivo documental de Gregorio Ordóñez y la versión virtual de la exposición ‘Gregorio Ordóñez: la vida posible’, una muestra única que se construyó coincidiendo con el 25 aniversario de la muerte del concejal por ETA y que estuvo expuesta en Donostia, Madrid y Bruselas. «Estos proyectos, que suponen más de mil documentos, así como la página web del Instituto seguirán activos, ahora en FAES», señaló la fundación de Aznar.