Al menos 121 personas han muerto este martes por la estampida que se ha desatado al término de un evento religioso en el norte de India, tras la que las autoridades han abierto una investigación para esclarecer sus causas y han nanunciado que presentarán cargos contra los organizadores.
«Se ha confirmado la muerte de 116 personas. Los que resultaron heridos están recibiendo tratamiento médico y los cuerpos han sido enviados a diferentes lugares para su autopsia», ha dicho a los medios el inspector general de Policía Shalabh Mathur, del distrito de Aligarh, contiguo al de Hathras, en el estado de Uttar Pradesh, donde ha sucedido el incidente.
«Se presentarán cargos contra los organizadores que obtuvieron el permiso para el evento», ha agregado el oficial de Aligarh, donde han sido trasladados varios cadáveres y heridos.
La estampida ha tenido lugar esta tarde a la conclusión de una ceremonia religiosa conocida como ‘satsang’, un evento organizado por lo general por un gurú para la oración colectiva, cuando miles de los asistentes empezaban a marcharse.
Según testigos citados por medios indios, varias personas han caído a una zanja que hay a las afueras del recinto, antes de llegar a la carretera, lo que ha provocado una caída en cadena y que muchos de ellos hayan muerto asfixiados.
El magistrado del distrito de Hathras, Ashish Kumar, ha dicho a los medios que el incidente se ha producido por la gran cantidad de gente que ha tratado de abandonar el lugar al mismo tiempo.
Además, el funcionario ha indicado que la ceremonia contaba con permiso de las autoridades y que varios policías habían sido desplegados en sus inmediaciones. Sin embargo, ha asegurado que el resto de preparativos no dependía de ellos, por lo que iniciarán una investigación.
El jefe de Gobierno de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, ha afirmado por su parte que presentará cargos contra los organizadores, al tiempo que ha anunciado una compensación económica de unos 2.400 dólares para las familias de los fallecidos, y de casi 600 dólares para los heridos.
La estampida se ha producido al mismo tiempo que se celebraba una sesión en el Parlamento de India, ante lo que decenas de parlamentarios han tardado pocos minutos en compartir su pésame con las familias de los fallecidos.
«Expreso mi más sentido pésame a quienes perdieron la vida en este accidente. Deseo la pronta recuperación de todos los heridos. La administración está comprometida en trabajos de socorro y rescate bajo la supervisión del gobierno estatal», ha dicho el primer ministro indio, Narendra Modi, a quien le han transmitido la noticia mientras intervenía en la Cámara.
Las avalanchas y estampidas son un fenómeno frecuente en las celebraciones religiosas indias y se deben en gran parte a las deficiencias en la gestión de las concentraciones multitudinarias o a la precariedad de las infraestructuras que rodean los lugares de culto.
Sin embargo, para encontrar una estampida más mortífera que la de este martes hay que remontarse a septiembre de 2008, cuando al menos 150 personas murieron y otro centenar y medio resultaron heridas en una avalancha humana en los accesos a un templo de la ciudad de Jodhpur, en el estado occidental indio de Rajastán.