El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha destacado que «el objeto de la concesión es, por un lado, finalizar las obras de remodelación y transformación de los mercados de la Bretxa en un centro comercial con instalaciones complementarias, y por otro, la gestión, explotación y aprovechamiento de las instalaciones y anexos debidamente autorizados para el desarrollo del complejo comercial».

Esta decisión se produce en el marco del procedimiento de resolución del contrato en el que está inmerso el Ayuntamiento contra la empresa Baika Mercados S.L., la concesionaria de la remodelación y explotación del complejo que conforman los dos edificios de La Bretxa, debido a los incumplimientos respecto a las obras y los plazos que tenía asignados.

«Ese procedimiento sigue su curso» y «probablemente será una cuestión litigiosa que llevará su camino» y su tiempo, ha comentado el alcalde, que ha agregado que mientras tanto el Ayuntamiento, a la vista de la mala experiencia vivida, ha tomado «la decisión de no volver a sacar el mercado de La Bretxa a concesión privada».

Según ha explicado, el primer objetivo de la concesionaria municipal será «completar las obras que quedan pendientes» para poder trasladar el mercado tradicional a la planta baja del edificio Pescadería. Para ello, se arreglará la plaza y se instalarán las marquesinas en la parte trasera del otro edificio, denominado Arkoak, para que los y las baserritarras y productores locales tengan un espacio «adecuado». Fomento deberá negociar con aquellos ocupantes y asentadores que deseen continuar su actividad en La Bretxa los términos de los nuevos contratos de arrendamiento a suscribir.

Una vez que terminen las obras, la entidad municipal asumirá la gestión y explotación de todo el recinto comercial, excepto el centro de salud de Osakidetza, las pistas polideportivas, la plazoleta entre los dos inmuebles y la zona cubierta donde estarán los puestos exteriores de frutas y verduras.

También queda fuera de la concesión, en ese mismo inmueble, un local vacío, con planta baja y primera, que da a la calle Aldamar, porque el Ayuntamiento trasladará a él la oficina de atención del Departamento municipal de Servicios Sociales, que ahora está en la plaza de la Constitución y necesita más espacio.

Tarifas de los parkings

Por otro lado, la Junta de Gobierno Local ha aprobado la modificación del contrato con la empresa Telpark para el parking de La Concha, a fin de adecuarlo a las condiciones del acuerdo presentado la pasada semana y que más adelante se ampliará a los aparcamientos de Okendo y Boulevard.

Goia ha defendido que la subida de tarifas durante el verano, una de las medidas que se van a implementar, no perjudica a la ciudadanía donostiarra porque viene acompañada de un paquete que incluye «nuevas posibilidades» de estacionamiento que «benefician» a la población local.

A su juicio, se está poniendo el acento en el incremento del 23% de las tarifas, «pero tan importante como eso es que surge una nueva posibilidad que no existía hasta ahora, que es que los residentes podrán aparcar por 2 euros la noche».

Ha agregado que también debe valorarse el hecho de que los aparcamientos subterráneos acogerán a otro tipo de vehículos más allá de automóviles, como las bicicletas o patinetes. «Existen, por tanto, una serie de mejoras y nuevas ofertas que van asociadas a la medida que no tienen por qué perjudicar a los donostiarras, en algunas partes incluso beneficia, porque proporciona nuevas posibilidades que hasta ahora no existían».

El alcalde ha aprovechado para «recordar» que el sistema de transporte público de Donostia «es muy potente», por lo que hacer uso de él «es la mejor manera de contribuir» a reducir la congestión del tráfico y generar menos emisiones.