En un pleno extraordinario celebrado este viernes, el Ayuntamiento de Bilbo ha aprobado con los votos del equipo de gobierno (PNV-PSE) la modificación del Plan Especial de Ordenación Urbana del Área de Zorrotzaurre, una zona que el el concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, Asier Abaunza ha calificado de «estratégica de ciudad y de Territorio».
El Plan Especial de Ordenación Urbana de Zorrotzaurre se aprobó definitivamente en noviembre de 2012, aunque desde entonces se han planteado ajustes y modificaciones.
El punto principal, y origen, de esta modificación ha sido introducir una reserva de suelo para subestación eléctrica, pero que ha servido también para clarificar algunos aspectos e incorporar determinaciones que figuran en el nuevo PGOU, como por ejemplo las dotaciones para aparcamientos de bicicletas y vehículos eléctricos, la regulación de las plazas de aparcamientos en las plantas sótano, así como la adaptación de la documentación gráfica del Plan Especial de Zorrotzaurre a las determinaciones de la Ley y Reglamento de Costas.
Otras modificaciones son la incorporación de la posibilidad de construir un equipamiento deportivo de titularidad pública entre el edificio Artiach y la iglesia de San Pablo, la inclusión de ligeros ajustes en subzonas residenciales y terciarias, la redistribución de los aparcamientos rotatorios previstos y la posibilidad de reserva de una dotación para residentes, o la definición de nuevos espacios que contarán con acceso público.
Abaunza también ha sostenido que la aprobación del plan «va a garantizar que en próximas fechas se empiece a anunciar qué empresas concretas se ubicarán en el parque tecnológico de Bilbao».
Críticas de la oposición
Desde la oposición han valorado que se hayan atendido algunas alegaciones, pero se han abstenido al considerar que se debía haber hecho «de otro modo» y que se ha perdido «una oportunidad estratégica».
La portavoz del grupo municipal de EH Bildu, María del Rio, ha criticado que se esté corrigiendo un proyecto cuya primera versión data de 2004 y ha advertido que la transformación planteada para Zorrotzaurre y la Ribera de Deusto se basa en «un modelo de ciudad agotado». En este sentido, ha definido el propio proyecto como «obsoleto, ya que sigue una lógica urbanística anticuada» y ha considerado que el «fetiche por conseguir el Manhattan bilbaíno obvia las necesidades de un barrio que ya existía».
Así, Del Río se ha hecho eco de las preocupaciones de los vecinos ante cuestiones como la falta de espacios públicos, espacios verdes, el encajonamiento de las viviendas ya existentes o el peligro de la turistificación de la zona.
Además, la portavoz de EH Bildu ha considerado que se han aplicado «parches necesarios a problemas que son estructurales» como los problemas de seguridad o «el peligro de la turistificación de la zona».
Desde Elkarrekin Podemos, Ana Viñals, ha criticado la poca importancia que el equipo de gobierno ha dado al desarrollo sostenible de la ciudad ya que «prevé muchos menos árboles de los planteados inicialmente, dado que se han aumentado las edificaciones previstas».
En 2012 se planearon 580.033 metros cuadrados urbanizables con 5.800 árboles y se han aumentado hasta los 804.213 metros cuadrados a construir pero el número de árboles a plantar o conservar es de 4.576 unidades.
Esther Martínez, de PP, ha criticado que se vaya a votar con urgencia un plan que llega con 20 años de retraso y que ello «ha perjudicado mucho al desarrollo urbanístico, económico y social de la Villa».
«Hemos perdido tiempo que han ganado otras ciudades que sí han sabido modular su urbanismo a sus necesidades económicas y sociales, y hemos perdido la oportunidad de tener una zona estratégica única en Europa, por falta de ambición», ha opinado.