La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, ha participado este lunes en el primer acto oficial después de que en la víspera oficializara su candidatura a la Casa Blanca tras la renuncia del presidente Joe Biden, aprovechando la ocasión para ensalzar el legado del mandatario estadounidense en sus cuatro años al frente del país.
«El legado de Joe Biden es incomparable en la historia moderna. En un mandato ya ha superado el legado de la mayoría de los presidentes que han estado dos mandatos en el cargo», ha manifestado la vicepresidenta estadounidense durante un acto en la Casa Blanca con deportistas universitarios.
Así, Harris ha recordado que su primer contacto con el presidente fue a través de su hijo ya fallecido Beau Biden, quien le contaba anécdotas que ponían de manifiesto la «honestidad, integridad, compromiso, fe y amor por EEUU» de Biden y que, con el tiempo, la propia vicepresidenta ha sido capaz de ver «de primera mano».
«Soy testigo de primera mano de que todos los días nuestro presidente Joe Biden lucha por la gente estadounidense y estamos profundamente agradecidos por su servicio a nuestra nación», ha remachado la vicepresidenta de EEUU.
Biden se recupera del coronavirus
Harris ha recalcado que el presidente Biden hubiera querido asistir al acto pero que sigue recuperándose de su contagio de coronavirus. «Se siente mucho mejor y se recupera rápido, pronto volverá a la carretera», ha añadido.
Esta es la primera aparición pública de Harris desde que el domingo Biden anunciara su renuncia a la candidatura a la reelección en una decisión que defendió en interés del Partido Demócrata, del país y del suyo personal. La vicepresidenta pondrá rumbo este mismo lunes a Delaware, donde celebrará su primer acto de campaña.
La decisión de Biden llegó tras semanas de presiones y dudas en torno a su capacidad de derrotar a su rival, el expresidente Donald Trump, a raíz de su errático desempeño en el debate televisado del 27 de junio, que generó dudas en el seno de su partido sobre la posibilidad de que pudiera lograr una victoria en las urnas y, de esa forma, reeditar su mandato en la Casa Blanca.