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El Centro Carter no valida los resultados electorales de Venezuela

El Centro Carter no ha validado los resultados de los comicios presidenciales de Venezuela. Considera que el proceso «no se adecuó» a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral. Maduro pide al Tribunal Supremo que «aclare todo lo que haya que aclarar».

Recuento de votos en Caracas.
Recuento de votos en Caracas. (Raul ARBOLEDA | AFP)

El Centro Carter, que participó como observador en las elecciones presidenciales de Venezuela, manifestó este martes que el proceso «no se adecuó» a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que «no puede ser considerada como democrática».

«El Centro Carter no puede verificar o corroborar la autenticidad de los resultados de la elección presidencial declarados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela», aseveró en un comunicado.

La organización destacó que el ente comicial, que ha dado por ganador a Nicolás Maduro, no ha anunciado los resultados desglosados por mesa, lo que «constituye una grave violación de los principios electorales».

Explicó que el proceso electoral «no ha alcanzado los estándares internacionales de integridad en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional».

Según el Centro Carter, la jornada «se desarrolló en un ambiente de libertades restringidas en detrimento de actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación», y durante del proceso, las autoridades del CNE «mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición».

Agregó que la actualización del registro de electores «se realizó con numerosos inconvenientes», como «plazos muy cortos, relativamente escasos lugares de inscripción y una mínima campaña de información y difusión públicas». Una situación que «se agravó en el exterior, donde los ciudadanos enfrentaron barreras legales desmedidas, incluso arbitrarias, para inscribirse en el padrón en el extranjero».

Además, aseguró, el registro de partidos y candidatos «tampoco se adecuó a estándares internacionales» y, según indicó, en años recientes, las formaciones opositoras «han sufrido intervenciones judiciales en desmedro de sus liderazgos social y políticamente más reconocidos para beneficiar a personas afines al gobierno, influyendo sobre la conformación de sus candidaturas».

La organización también resaltó, «de manera aún más importante», que la inscripción de la candidatura de las principales fuerzas de oposición «se halló sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales que adoptaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos».

Y destacó que la campaña electoral se desarrolló «con un notable desequilibrio a favor del Gobierno en todos los campos. La candidatura oficialista contó con muy amplios recursos, lo que se tradujo en la gran desproporción de mítines, murales, vallas y afiches a su favor».

Asimismo, observó «el abuso de recursos públicos», incluyendo el uso de vehículos, la movilización de funcionarios para la campaña y el uso de programas sociales.

A su parecer, la candidatura del PSUV «tuvo preponderancia» en la televisión y la radio en publicidad, transmisión de eventos e información y las autoridades «intentaron restringir» las campañas opositoras, «incluyendo la persecución e intimidación de personas que prestaron servicios» a políticos antichavistas «para generar un efecto disuasivo».

Compromiso «cívico» de la ciudadanía

El Centro Carter apuntó que la ciudadanía venezolana se movilizó masiva y pacíficamente el 28 de julio para expresar sus preferencias y la jornada de votación «transcurrió de una manera cívica, pese a restricciones en el acceso a recintos para observadores nacionales» y a «testigos de partidos».

Los observadores del Centro Carter «comprobaron la voluntad de la ciudadanía venezolana por participar en un proceso electoral democrático y demostrando su compromiso cívico como integrantes de mesa, testigos de partidos y observadores».

«Estos esfuerzos fueron desmerecidos por la ausencia de transparencia del CNE en la difusión de los resultados», dijo la organización, que recordó que la misión fue invitada para observar la elección presidencial de 2024 y firmó un memorando de entendimiento para garantizar que la misión pudiera observar libremente de acuerdo con sus estándares.

El Centro Carter desplegó 17 expertos y observadores a partir del 29 de junio, con equipos en Caracas, Barinas, Maracaibo y Valencia, donde se reunieron con una amplia gama de actores, incluyendo el CNE, candidatos, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, entre otros.

Concluyó que se publicará un informe final de su misión de observación en Venezuela, detallando todos los hallazgos adelantados en el comunicado.

Petición de Maduro al Supremo

Por su parte, Nicolás Maduro ha registrado este miércoles un recurso de amparo ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el que pide aclarar «todo lo que haya que aclarar» sobre los comicios del domingo, cuyo resultado oficial ratificó su victoria pese a denuncias de fraude por parte de la oposición.

Maduro, a las puertas del Supremo. (Federico PARRA | AFP)

Que la sala «se aboque a dirimir este ataque contra el proceso electoral, este intento de golpe de Estado –utilizando el proceso electoral– y aclare todo lo que haya que aclarar sobre estos ataques, sobre este proceso», ha dicho Maduro a la salida del TSJ, sin que todavía se conozca el texto introducido, respaldado por la Procuraduría.

El líder chavista espera que el TSJ cite a representantes de las instituciones, así como a los diez candidatos –ocho de los cuales han pedido más transparencia– y «coteje todos los elementos de prueba y certifique, haciendo un peritaje de altísimo nivel técnico, los resultados electorales del 28 de julio».

«Estoy dispuesto a ser convocado, interrogado (...) investigado por la Sala Electoral como candidato presidencial ganador de las elecciones del domingo y como jefe de Estado», ha subrayado.

Maduro ha asegurado que los partidos que lo apoyan están listos para presentar el 100% de las actas.

Además, ha cargado contra el Centro Carter y ha señalado que el informe estaba escrito «desde hace un mes». «El Centro Carter tiene dos historias, una con el presidente Jimmy Carter y ahora con esta gente que la lleva que son del Departamento de Estado y trabajan en la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional). Todos los que vinieron del Centro Carter traían el informe ya escrito (...) desde hace un mes», ha manifestado.