En las últimas horas la extrema derecha ha sembrado el caos en diversas ciudades de Inglaterra y el norte de Irlanda: hoteles que albergan a solicitantes de asilo han sido incendiados, varias mezquitas y personas racializadas han sido atacadas y se han producido saqueos en comercios, lo que ha llevado al Gobierno de Keir Starmer a convocar una reunión de emergencia en la Sala de reuniones de la Oficina del Gabinete, también conocido como COBRA por sus silgas en inglés.
Es el lugar donde se reúne el comité de emergencias creado por el Gobierno británico. Las últimas veces que lo había convocado fue en 2017, tras los atentados de Westminster y Manchester, lo que ofrece una idea de la magnitud de la crisis.
Tras ello Starmer ha anunciado que se creará un ejército de policías especializados para hacer frente a estos disturbios. «Tendremos un ejército permanente de oficiales especializados de servicio público para que tengamos suficientes oficiales para lidiar con esto donde los necesitamos», ha señalado el primer ministro, agregando que «aumentará» la justicia penal.
«Habrá suficiente espacio en las prisiones», asegura Starmer, mostrando que no se arredra ante esta ola
«He pedido una pronta consideración del primer nombramiento e identificación de los involucrados en el proceso, que sentirán toda la fuerza de la ley», ha añadido. De hecho, Starmer ha recalcado que «habrá suficiente espacio en las prisiones» para encarcelar a los responsables.
La extrema derecha ha provocado graves disturbios en ciudades como Liverpool, Rotherham, Sunderland, Hull o Belfast, después de que un joven galés de padres ruandeses matara a tres menores en un centro recreativo en Southport, al noroeste de Inglaterra. En redes sociales una multitud de cuentas comenzó a divulgar que el atacante era un solicitante de asilo que había cruzado en patera el Canal de la Mancha, una información falsa que fue aprovechada por los grupos de extrema derecha para avivar el fuego.
Condenas rápidas
De hecho, Starmer, en su comparecencia de este lunes, puso énfasis en los delitos que se puedan estar cometiendo en Internet. «Sea cual sea la motivación aparente, esto no es protesta, es pura violencia y no toleraremos ataques contra mezquitas o nuestras comunidades musulmanas. Así que la fuerza plena de la ley será para todos aquellos identificados en estas actividades».
Preguntado por si era necesario un revocatorio del Parlamento, Keir Starmer ha dicho que su enfoque estaba en asegurar que la Policía pueda llevar a cabo sus funciones. «Mi enfoque está en asegurarme de que detenemos este desorden, que las sanciones penales sean rápidas», ha insistido, con el fin de enviar un mensaje a quienes siguen provocando altercados en las calles.
La convocatoria de estas protestas, a través de las redes sociales, ha sido instigada por grupos como la Liga de Defensa Inglesa (EDL, en inglés), cuyo fundador es el neonazi Tommy Robinson, cuyo nombre real es Stephen Yaxley Lennon, un británico de 41 años que defiende la supremacía blanca y es contrario a la inmigración y antieuropeo.
Tras la convocatoria están grupos como la Liga de Defensa Inglesa (EDL, en inglés), cuyo fundador es el neonazi Tommy Robinson
En las imágenes de los desórdenes, que se producen un mes después del regreso del laborismo a Downing Street tras 14 años de ejecutivos conservadores, se pudo ver en su mayoría a hombres envueltos en la bandera inglesa, así como gritos de «Queremos que nos devuelvan nuestro país» o «Detened los barcos». Otros llevaban el rostro tapado con bufandas o con máscaras pintadas con la bandera británica.
En aquellas elecciones el partido Reform UK de Nigel Farage obtuvo más de 4 millones de votos, el 14% del total y pisa los talones a un Partido Conservador que cosechó los peores números de su historia y que se lame las heridas tras la derrota electoral, mostrándose divididos sobre la cuestión de la inmigración.
Starmer, por su parte, prometió en campaña «abordar la cuestión de la inmigración ilegal», al tiempo de «combatir el discurso de odio».
Los grandes medios ingleses son muestra del estado de esta cuestión. ‘The Guardian’ subraya que Starmer ha decidido «condenar explícitamente a la extrema derecha» y definir la violencia como «nunca aceptable». «Pronto llegará un momento en el que tendrá que enfrentarse con más fuerza a la retórica antiinmigrante que está detrás de esta violencia, ya provenga de manifestantes o de líderes políticos», advierte el periódico en su editorial.
El Times, por su parte, reclama «la necesidad de expresar un patriotismo sano y optimista para contrarrestar la versión más oscura de la Liga de Defensa Inglesa».
Ciudadanos organizados contra la extrema derecha
Las redes sociales, asimismo, han mostrado ataques callejeros a personas negras y asiáticas. Sin embargo, también se han visto imágenes de un color distinto, como las de un hotel de Redcliffe, Bristol, donde los ciudadanos han protegido el hotel donde se encuentran los refugiados solicitantes de asilo.
Outside a hotel in Redcliffe, Bristol - the hotel is being protected by hundreds of Bristolians shouting ‘We are many, you are few. We are Bristol, who are you?’ to a group of around 100 protesters who had marched on the hotel pic.twitter.com/EbAqHzpzr9
— Tristan Cork Post (@TristanCorkPost) August 3, 2024
El lunes, frente a las imágenes del fin de semana, en estas mismas ciudades se sucedieron imágenes de limpieza, con numerosos vecinos organizándose para tratar de devolver a la normalidad las calles de estas ciudades.
Al visitar las escenas de estos incidentes en Rotherham, el secretario de Defensa, John Healey, ha elogiado la «participación masiva de la gente local» para ayudar con la operación de limpieza. «La comunidad local está trabajando ahora con ahínco. Hemos visto a cientos de personas aquí para ayudar a limpiar. Hablaremos con los residentes sobre los daños que han sufrido y el trauma que han sufrido», ha señalado.
Según los datos ofrecidos por la BBC, por el momento hay más de 250 personas detenidas.