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Se suceden los llamamientos a dejar Líbano, donde la tensión es extrema

El número de países que han emplazado a sus ciudadanos y ciudadanas a abandonar Líbano no para de aumentar en un contexto de enorme tensión y volatilidad, en la que nadie descarta una inminente escalada bélica.

Banderas de Palestina y de Hezbolá frente a un gran retrato de Fuad Shukr, comandante de la milicia muerto por Israel.
Banderas de Palestina y de Hezbolá frente a un gran retrato de Fuad Shukr, comandante de la milicia muerto por Israel. (Mahmoud ZAYYAT | AFP)

Mientras en Palestina la lista de víctimas de los bombardeos israelíes sigue creciendo, con al menos 30 muertos ayer en un ataque a dos escuelas, y Hamas ha iniciado las consultas internas para elegir al nuevo jefe del buró político, en sustitución de Ismail Haniyeh, muerto en un ataque atribuido al Mosad el miércoles en Teherán, en Líbano la tensión ha aumentado a tal extremo que en las últimas horas han sido varios los países y estados que han instado a sus ciudadanos a que abandonen el país.

Los Estados español y francés, el Reino Unido, Italia, Canadá, Australia, Suecia y Jordania, entre otros, ya han hecho un emplazamiento a dejar Líbano «lo antes posible», ante el riesgo de una escalada bélica en Oriente Medio, en general, y en el país de los cedros en particular, y a la espera de un posible ataque de Irán y de Hezbolá contra Israel, que en la última semana ha matado a importantes miembros de la milicia chií y ha atentado en suelo iraní contra uno de los principales líderes de Hamas.

Una situación «muy volátil»

La Embajada española en Beirut recomendó ayer a través de su cuenta de X (antes Twitter) no viajar al Líbano «en la situación actual» y ante las anulaciones de vuelos aconsejó a los ciudadanos y ciudadanas del Estado que se encuentren en aquel país, especialmente si su estancia es temporal, que lo abandonen «usando los medios comerciales existentes».

Por su parte, el Ministerio de Exteriores francés pidió a las personas con pasaporte galo que «tomen ya sus disposiciones para abandonar el Líbano lo antes posible» debido a que la situación es «muy volátil», mientras recordó que aún se pueden hacer reservas de vuelos comerciales directos y con escala al Estado francés.

En la misma línea, pero horas antes, el sábado, el Gobierno británico urgió a sus ciudadanos que todavía se encuentran en Líbano a que salgan mientras haya vías comerciales para hacerlo, pues la situación de seguridad puede «deteriorarse rápidamente».

Otros países occidentales como Canadá, Australia y Suecia –que cerró su embajada en Beirut– también pidieron a su gente que evacue el Líbano, un país que solo cuenta con un aeropuerto para vuelos comerciales, el de la capital.

Jordania ha sido el único país árabe que ha pedido a sus ciudadanos que «abandonen el territorio libanés lo antes posible», al tiempo que ha advertido de que una escalada afectaría a su propio territorio, que está entre Israel e Irán.

La embajada de EEUU en Beirut, por su parte, no ha pedido explícitamente a sus nacionales que dejen aquel país, pero sí ha animado «a quienes deseen salir del Líbano a que reserven cualquier billete disponible, incluso si el vuelo no sale inmediatamente o no sigue la ruta que eligieron como primera opción». El gigante nortamericano ha sido señalado por Hezbolá e Irán como colaborador necesario de Israel en los últimos ataques.

Israel refuerza el frente

La tensión, como se puede apreciar, es extrema en una zona que desde la invasión israelí de Gaza ha vivido una especie de guerra de baja intensidad, que se ha cobrado más de medio millar de víctimas, pero que puede escalar de forma drástica a corto plazo.

En la madrugada del sábado al domingo, Hezbolá lanzó al menos una docena de cohetes contra Beit Hillel, en el norte de Israel, después de que las Fuerzas Armadas israelíes informaran la víspera de la muerte de un alto miembro del grupo en un bombardeo en Al Bazuria. «El asentamiento sionista de Beit Hillel fue blanco de sus ataques en respuesta a los ataques llevados a cabo por el enemigo israelí contra aldeas del sur del Líbano y dirigidos contra los hogares de personas inocentes», informó la cadena de televisión Al Manar, afín a Hezbolá, en alusión a la agresión israelí sobre las localidades libanesas de Kfar Kila y Deir Siriane.

En este contexto, el jefe del comando del frente interior del Ejército israelí, el mayor general Rafi Milo, declaró ayer que seguirán actuando para «cambiar radicalmente la situación de seguridad en el norte», en referencia a la frontera con Líbano. «Estamos decididos a seguir luchando hasta que podamos hacer que los residentes regresen a casa, con una sensación de seguridad», indicó el comandante israelí.

Y es que más de 60.000 israelíes han sido evacuados de la zona desde octubre, cuando Hezbolá comenzó a lanzar cohetes y proyectiles, a los que Israel responde con bombardeos que se han cobrado la vida de más unos 540 libaneses. También ha habido 47 muertos israelíes, 25 de ellos civiles.

«En los últimos días, las Fuerzas de Defensa de Israel y el comando del frente interior han reforzado significativamente su preparación en estrecha cooperación, tanto con las autoridades locales como con todas las unidades militares», indicó Milo. Hasta ahora, las actuaciones militares israelíes en torno a Líbano corrían a cargo del comando norte, apostado a lo largo de toda la frontera y encargado de repeler y responder a los ataques de Hezbolá, pero el hecho de que el Ejército sionista haya activado al comando del frente interior, implica una evaluación mayor del riesgo para todo Israel, y la necesidad de reformar su estrategia.