El primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha sido investido este jueves en el Parlament como nuevo presidente de la Generalitat , en primera votación y con mayoría absoluta gracias a los 68 votos de PSC, ERC y Comuns frente a los 66 votos en contra de JxCat, PP, Vox, la CUP y Aliança Catalana.
A las 19:30 horas, tras más de nueve horas de un debate varias veces interrumpido, Illa ha conseguido ser elegido president y tomar así el relevo de Pere Aragonès, en una de las jornadas más agitadas de la historia del Parlament, marcada por el retorno y luego desaparición de Puigdemont.
El único diputado que no ha ejercido su voto -ni presencial ni por delegación- ha sido precisamente Puigdemont. Su grupo le ha ovacionado al citarse su nombre para la llamada a voto.
Illa se convierte en tercer presidente de la Generalitat del PSC tras Pasqual Maragall (2003-2006) y José Montilla (2006-2010). Se ha levantado de su escaño para saludar en primer término a Josep Maria Jové y Marta Vilalta, de ERC, luego al hasta ahora president catalán, Pere Aragonès, a la líder de Comuns el Parlament, Jéssica Albiach, a Albert Batet (Junts) y a Alejandro Fernández (PP).
ERC: Sí y a la oposición
El voto clave en esta investidura ha sido el de ERC. Josep María Jove ha defendido su posición, aprobada por las bases por un escaso 53%, recordando que la mayoría independentista «real y contundente» de la pasada legislatura ha desaparecido. En este sentido, ha señalado directamente a la «oposición» ejercida desde Junts tras su salida del Govern en 2022. «Las urnas no nos han dado la fuerza para gobernar. Se tenía que desbloquear la situación», ha justificado, aunque ha afirmado que «con la votación de hoy no se cierra nada» y que ERC seguirá trabajando «por la independencia de Catalunya».
Jové ha seguido su discurso enumerando los acuerdos alcanzados con el PSC, pero también con el PSOE, resaltando que se trata de «un modelo de soberanía fiscal». A pesar de este acuerdo, los republicanos han anunciado que durante la legislatura seguirán «picando piedra desde la oposición», con el objetivo de «volver a ganar partida a partida, hasta que este país pueda volver a votar en un referéndum».
Illa: «Mirar hacia adelante»
En cuanto al luego elegido president, ha arrancado su discurso de investidura exigiendo «la aplicación ágil, rápida y sin subterfugios de las disposiciones» de la ley de amnistía.
«Catalunya debe mirar hacia adelante, no puede perder el tiempo, debe contar con todo el mundo», ha proclamado en el inicio de su intervención, en un hemiciclo del Parlament sin el expresident Carles Puigdemont.
Tras una referencia inicial al expresidente catalán Josep Tarradellas, Illa se ha comprometido a «trabajar para hacer posible el restablecimiento íntegro de la totalidad de los derechos políticos de todas las ciudadanas y los ciudadanos de Catalunya y de todas las formaciones políticas», y ha defendido la aplicación de la vigente «ley de amnistía aprobada hace unos meses por el Congreso».
«Desde el respeto a la división de poderes y al poder judicial, reclamo respeto a la esfera de decisión del poder legislativo, que ha manifestado de forma clara, explícita e inequívoca su voluntad de normalización plena», ha subrayado.
A continuación, ha explicado que su Govern se basará en dos grandes principios, el primero de los cuales será «unir la Catalunya de los ocho millones de personas». «Ha llegado la hora de que todos y cada uno de los catalanes y las catalanas nos volvamos a sentir parte de la misma Catalunya», ha dicho sobre el segundo gran principio, que es poner las políticas públicas en el centro del trabajo político.
En este contexto, ha destacado que necesitará alcanzar acuerdos con otros grupos, y que ERC y Comuns serán sus socios preferentes, aunque ha recordado que los pactos con ambos son de investidura y no de legislatura. También se ha abierto a Junts, PP y CUP para alcanzar acuerdos pero ha descartado hacerlo con Vox y Alliança Catalana.
«No pretendo resolverlo todo de golpe, ni pretendo que todo empiece de nuevo. Gobernaremos desde la humildad y con humildad. Sé que heredo un legado que asumo y que es de todos y de todas», ha sintetizado.