Ane  Urkiri
Kirol burua / jefa de deportes
Entrevue
Majida Maayouf
Atleta

«El atletismo ha sido la puerta para cambiar mi vida, como atleta y como persona»

Majida Maayouf (Brarha, Marruecos, 1989) lleva afincada en Euskal Herria trece años, entre Gasteiz, Dulantzi y Agurain. Salió de su Marruecos natal para buscarse la vida en el mundo del atletismo y el equipo BM Bilbao le acogió con los brazos abiertos, incluso cuando no tenía permiso de residencia.

Majida Maayouf ganó en 2023 la carrera de 10 km de Gimnastica de Ulia.
Majida Maayouf ganó en 2023 la carrera de 10 km de Gimnastica de Ulia. (Maialen ANDRES | FOKU)

Majida Maayouf, afincada en Euskal Herria desde 2011, está cumpliendo el sueño que anhelaba desde pequeña, desde que el atletismo se convirtiera en su refugio: ser atleta olímpica. Lo ha conseguido en 2024, a sus 34 años, porque «es cabezona». Su trayectoria no ha sido sencilla porque pese a ganar decenas de carreras –sexta mejor marca europea en maratón y campeona estatal en cross–, no ha figurado en el medallero más que en carreras populares gracias a la licencia de la Federación vasca de atletismo.

Tampoco pudo ir a Tokio pese a tener la marca mínima. La tramitación de la nacionalidad española y el silencio burocrático le impidieron ir a los Juegos Olímpicos de la pandemia. Sin embargo, Maayouf no cesó en su empeño y volvió a pedir la nacionalidad, que esta vez fue concedida en junio del 2023. «Lo difícil» ya estaba conseguido por lo que Maayouf se preparó a conciencia el maratón internacional de Valencia y pulverizó el récord estatal de Marta Galmany en cinco minutos (2.21.27). Un registro que no es nuevo para Maayouf, ya que en la anterior edición hizo aún mejor (2.21:01) pero quedó registrada como récord de Marruecos.

Después de un arduo viaje en el que el atletismo ha sido el eje fundamental en su vida, está a punto de debutar en los Juegos Olímpicos de París. Está «bastante más tranquila que lo previsto», afirma a NAIZ en esta entrevista. Debuta este sábado, a partir de las 8.00 en el maratón, su prueba estrella, con la intención «de darlo todo» y «de disfrutar».

Es su sueño estar en los JJOO.

Después de muchísimos años de trabajo y sacrificio, cualquier deportista sueña con los Juegos Olímpicos, es algo increíble. Cuando llegué a París me dije a mí misma que ya estamos aquí, después de muchísimos años, de trabajar duro, de superar obstáculos... Son cosas de la vida pero para un deportista, que tiene que estar aislado de todo, tener tantos obstáculos para llegar a su meta dificulta todo.

Porque los obstáculos no han sido solo deportivos. Logró la marca mínima para ir a Tokio pero no fue por no tener nacionalidad...

Es muy duro, ha sido durísimo toda esta trayectoria deportiva. No solo fue hacer la mínima. De llegar a Euskal Herria, de instalarme, de ir trabajando, entrenando y volver a correr. Ir mejorando día a día. Conseguir la mínima para ir a Tokio y no poder ir porque todavía no tenía nacionalidad, ha sido muy duro tanta espera. Siempre tenía la confianza de que la recompensa tenía que llegar, porque estaba trabajando duro, enfocada, he sacrificado muchas cosas... A cualquier persona que está haciendo un buen trabajo le llega la hora de recolectar el fruto. Parece que ahora estamos viendo la luz al final del túnel.

«Yo tenía calidad, entrenaba y quería hacer todo lo que tenía en mis manos para llegar a los Juegos Olímpicos»

Consiguió el récord estatal en el maratón de Valencia (2:21.27) y con ello logró la marca mínima para los JJOO pero, ¿cuándo recibió la noticia de que había sido seleccionada para París?

Después de conseguir el récord estatal, me habían dicho que ya tenía la mínima pero teníamos que esperar hasta el Campeonato estatal. Y después, el seleccionador nos comunicaba qué atletas íbamos a ser seleccionadas. Luego, teníamos que pasar unos tests de lactatos, para ver el estado de forma de cada atleta. A partir de marzo se confirmó que iba a los JJOO.

¿Qué sintió al conocer la noticia?

Me rompí a llorar. He pasado por muchas cosas. El año pasado recibí la nacionalidad después de tantos años esperando. Empecé a ver luz, fue una señal de que estaba en el camino correcto. Después de eso, venía lo más fácil. Ya entonces veía opciones de estar en los Juegos Olímpicos. Llevo muchísimos años luchando por esto.

Dice que después de conseguir la nacionalidad venía lo más fácil, porque no le cuesta correr. El atletismo tiene mucho significado para usted.

Sí, el atletismo ha sido la puerta para cambiar mi vida, como atleta y como persona. Siendo la única atleta de la familia, de muchos hermanos, de una familia muy grande... Siempre soñaba en ser olímpica y tenía que buscar la manera de hacerlo. Intenté en 5.000 metros, quería hacer el 3.000 obstáculos pero me daba miedo... Luego me pasé al maratón y me gustaba mucho. No era exigente de entrenar y me ha ido genial. Estoy muy contenta.

Majida Maayouf, en la milla internacional de Bilbo, en 2022. (Oskar MATXIN EDESA/FOKU)

Cuando echa la mirada atrás, ve su infancia, su llegada a Euskal Herria hace más de una década...

He pasado una infancia durísima, éramos ocho hermanos, la familia apenas tenía para darnos de comer, de comprar zapatillas... Era para mí muy difícil. Lo he pasado muy mal. Cuando llegué a Euskal Herria mi intención era empezar de cero en todo y pensar que esto podría ser el principio de algo bonito. Lo que tenía en mente eran los Juegos Olímpicos. Sea como sea había que llegar. La verdad es que no tenía prisa, he ido trabajando, año tras año. Tuve a mi hija –tiene 11 años–, después de dar a luz retomé los entrenamientos y he ido mejorando año tras año. Estoy muy contenta por haber luchado y por insistir hasta que por fin estamos aquí.

«Estar aquí es un premio para mí. He entrenado bien, he llegado bien... Solo toca correr y sacar lo máximo que se puede. Y también disfrutarlo»

¿No ha tenido ganas de rendirse? Porque hacía marcas, ganaba carreras pero no tenía medallas...

Soy muy cabezona. Yo ponía mi objetivo y tenía que llegar hasta allí. Si tirase la toalla ya no podría hacer lo que siempre había soñado. Siempre decía que iba a intentar todo lo que podía; si sale, bien y si no sale, lo he intentado, para no quedarme con esa espinita de no haber luchado suficiente. Yo tenía calidad, entrenaba y quería hacer todo lo que tenía en mis manos para llegar a los Juegos Olímpicos. Viendo que al final lo hemos conseguido, yo solo digo que el que quiere algo lo consigue. Solo tiene que enfocarse e insistir, no rendirse nunca. Si no lo ves hoy, seguro que lo verás mañana.

¿Con qué objetivo llega al maratón olímpico?

Estar aquí es un premio para mí. He entrenado bien, he llegado bien, las cosas que hemos planificado van bien... Solo toca correr y sacar lo máximo que se puede. Y también disfrutarlo, que es lo más importante. Disfrutar sufriendo [se ríe].

¿Hará calor?

No tanto. No es lo que esperaba, la verdad. Hemos entrenado estos dos días aquí y está bien de temperatura. Hemos entrenado a gusto. Pone que el domingo [mañana] llegará a 34 grados pero entre las 8 y 10.30 de la mañana [hora de inicio y final del maratón] llegará a 25-26 grados. Con menos humedad de los esperado también. Espero que siga así.

¿Y qué le ha dicho su hija estos días?

Está muy contenta. Me está llamando todo el rato para que le enseñe la villa olímpica. Está muy contenta. Incluso ha preparado un cartel para animarme [se ríe].