Alessandro Ruta

Raven Saunders, la artista de los derechos

La lanzadora de peso estadounidense no ha podido traerse medalla de París, como sí hizo de Tokio en 2021. Sin embargo mantiene intacta su faceta de activista, sobre todo para sensibilizar a favor de la salud mental de los atletas, llevando una máscara mientras compite.

Saunders, en acción el viernes en París.
Saunders, en acción el viernes en París. (Andrej Isakovic | AFP)

No ha podido ser la noche de Raven Saunders en el lanzamiento del peso femenino en los Juegos de París. Este viernes la estadounidense ha acabado solamente undécima en la competición ganada por la alemana Yemisi Ogunleye.

O quizás sí, ha sido la noche de Raven a pesar del resultado teóricamente decepcionante: 17,79 metros, a casi dos metros del podio y de las medallas. Y es que en realidad Saunders representa el espíritu olímpico: participar como mayor éxito, participar como símbolo más que como atleta. Y, en última instancia, ya tiene una medalla, la que ganó en Tokio en 2021, de plata.

«La mujer enmascarada», se la ha definido. Pero hasta esto es erróneo porque Raven se considera no binaria. La máscara es un elemento imprescindible en su visión del mundo después de la pandemia, cuando era obligatorio llevarla por razones de salud y seguridad y ahora se ha convertido en parte de su figura.

Raven Saunders como Hulk

Máscara y gafas con lentes coloradas, sin enseñar la cara, como un fantasma o casi un personaje de comic: «Así me siento más concentrada en lo que hago», explicó una vez Raven, añadiendo que con su outfit, el pelo también colorado de verde y de morado, «necesito recordar a la gente que yo soy lo que soy». 

En Tokio trazó una X levantando los brazos, símbolo de «la intersección donde todas las personas oprimidas se pueden encontrar»

 

El pasado de Saunders habla sobre todo de problemas de salud mental, derivados del estrés de tener que competir al máximo nivel. Hablando de máscaras, la más conocida en la carrera deportiva de Raven fue la de Hulk, el superhéroe, que usó en algunos eventos: «Tuve problemas parecidos, superar los momentos donde ‘mi Hulk’ salía de repente y no lo podía controlar –recordó la lanzadora–. Con el tiempo he aprendido a no ser tan conflictiva con mis cambios de humor, como hace Bruce Banner en el personaje de Marvel. Hulk tenía que tomar espacio en los momentos correctos, y de esta manera lograba su paz mental. Si no, en los momentos malos eso me iba a reventar».

Baloncesto y piano

Salud mental y derechos humanos, porque Saunders, además de no binaria, es homosexual y cuando subió al podio de Tokyo para recibir la medalla de plata hizo una X levantando los brazos, símbolo «de la intersección donde todas las personas oprimidas se pueden encontrar».

Se trató de un gesto que teóricamente estaba en riesgo de sanción, pero el Comité Olímpico Internacional decidió que no, porque «representaba una expresión de paz hacia la justicia social».

Además de deportista, es una artista que toca el piano en tiempo libre y que soñaba con ser jugadora de baloncesto. «Es verdad que empecé con el lanzamiento del peso como algo de ayuda para el baloncesto, pero me quedé con este deporte olvidándome del otro. Sobre todo porque me mantuvo cerca de casa, sin necesidad de alejarme a otro punto de Estados Unidos», explicaría Saunders.  

Como se puede apreciar, los resultados son realmente algo no imprescindible para Raven, una presencia contundente en todos los eventos donde toma parte.