El presidente de Ucrania aprobó inicialmente el atentado contra el gasoducto Nord Stream, aunque luego intentó cancelarlo sin éxito, según una información publicada este jueves por ‘Wall Street Journal’.
El reportaje titulado ‘Una noche de borrachera en un yate alquilado: la verdadera historia del sabotaje al oleoducto Nord Stream’ se publica un día después de que se conociera que Alemania emitió una orden de detención contra un ciudadano ucraniano que vive en Polonia por su supuesta vinculación con el sabotaje contra el conducto por el que Rusia transportaba gas a Alemania a través del Báltico.
Según el WSJ, ese atentado, que define como una de las acciones de sabotaje «más audaces de la historia moderna», se fraguó en una reunión de «un puñado de altos oficiales militares y empresarios ucranianos» con motivo de «brindar por el notable éxito de su país al detener la invasión rusa» de Ucrania en febrero de 2022.
«Animado por el alcohol y el fervor patriótico, alguien sugirió un siguiente paso radical: destruir el Nord Stream», dice el reportaje, que recuerda que se llegó a especular con que detrás de la voladura del gasoducto mediante tres explosiones submarinas estaba la inteligencia estadounidense, la tesis defendida por Rusia, o incluso el mismo presidente ruso, Vladimir Putin.
La «verdadera historia» es, según el WSJ, que empresarios privados financiaron la operación que llevó a cabo un grupo de seis personas que navegaban a bordo del Andromeda, un yate de recreo de 15 metros que habían alquilado en Alemania. Entre ellos había cuatro buzos civiles y una mujer, «cuya presencia ayudó a crear la ilusión de que se trataba de un grupo de amigos en un crucero de placer», señala el reportaje.
El plan costó alrededor de 300.000 dólares y fue supervisado por un general en funciones con experiencia en operaciones especiales que reportaba al entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el general Valeriy Zaluzhniy, de acuerdo con la investigación del WSJ, que habló con uno de los participantes y tres personas más familiarizadas con la operación, entre otras fuentes.
La CIA lo sabía
«La CIA advirtió a la oficina de Zelenski de que detuviera la operación, dijeron funcionarios estadounidenses. El presidente ucraniano ordenó entonces a Zaluzhniy que la detuviera, según oficiales y funcionarios ucranianos familiarizados con la conversación, así como funcionarios de inteligencia occidentales. Pero el general ignoró la orden y su equipo modificó el plan original, dijeron estas personas».
‘Wall Street Journal’ señala que para corroborar la información intercambió mensajes con Zaluzhniy, hoy embajador de Ucrania en Gran Bretaña, y también habló con una alto funcionario del servicio de inteligencia ucraniano (SBU). Ambos negaron veracidad a la información.
Zelenski «no aprobó la implementación de tales acciones en el territorio de terceros países y no emitió órdenes relevantes», subrayó la fuente de inteligencia ucraniana consultada por el WSJ .
El diario indica que el relato hecho por los participantes en el sabotaje fue en parte corroborado por una investigación policial alemana de casi dos años, en la que -precisó- no se «ha vinculado directamente al presidente Zelenski con la operación clandestina».
El WSJ identifica a uno de los reclutados para la operación como Roman Chervinsky, un coronel condecorado que anteriormente sirvió en el principal servicio de seguridad e inteligencia de Ucrania, el SBU y está siendo juzgado actualmente en Ucrania por cargos no relacionados.
En julio, agrega el diario, fue puesto en libertad bajo fianza tras más de un año detenido y cuando se le contactó se negó a hacer comentarios sobre el caso de Nord Stream, diciendo que no estaba autorizado.
Además de lo publicado este jueves por el diario estadounidense, el miércoles se conocieron los resultados de una investigación acerca del atentado al Nord Stream llevada a cabo por la cadena de televisión pública alemana ARD, el periódico ‘Süddeutsche Zeitung’ y el semanario ‘Die Zeit’.
Según esta investigación, Alemnania ha emitido una orden para detener a un instructor de buceo identificado como ‘Vladímir S.’, pero la orden no ha sido ejecutada por Polonia, aunque Varsovia y Berlín debaten sobre el futuro del sujeto sospechoso.
‘Vladímir S.’ y otros dos ciudadanos ucranianos, responsables de una escuela de buceo e identificados como ‘Ewgen U.’ y ‘su mujer Svetlana’, son los presuntos implicados en el sabotaje, según la investigación de estos medios.