Cientos de personas han resultado heridas este martes y al menos 12 de ellas muertas según el último balance, por la explosión de numerosos mensáfonos (aparatos buscapersonas) en varios puntos del sur del Líbano y en los suburbios sur de Beirut, regiones controladas por el grupo chií Hizbulah, confirma la Agencia Nacional de Noticias del país (ANN). Hizbulah ha confirmado este miércoles de madrugada la muerte de doce de sus miembros sin especificar las circunstancias.
Además, varias regiones de Líbano, incluida la capital, Beirut, han registrado este miércoles nuevas explosiones de dispositivos de comunicación, aunque todavía no está clara la magnitud, según ha confirmado la cadena de televisión Al-Manar, vinculada al partido chií.
Durante la jornada del martes, el Ministerio de Sanidad ha ofrecido un balance de ocho personas muertas y más de 2.800 heridas –entre ellas 200 en estado crítico– por las explosiones, en una demostración de fuerza de Israel o en el preludio de una acción militar mayor. Luego se ha elevado a 12 este miércoles. De los 2.800 heridos, 1.800 han tenido que ser hospitalizados.
El medio estatal asegura que se ha producido «un incidente hostil de seguridad sin precedentes» que ha supuesto la detonación de un sistema de buscapersonas de alta tecnología y que ha causado «decenas» de heridos en el extrarradio beirutí del Dahye, así como en muchas zonas meridionales.
Hizbulah ha asegurado que Israel es «enteramente responsable» de estas explosiones y ha añadido que «recibirá su justo castigo» tras «esta agresión criminal». Este miércoles ha señalado que dará una respuesta «específica» a la «masacre israelí» causada entre sus filas.
En un mensaje emitido esta mañana, la formación ha señalado que pese al ataque recibido continuará con su apoyo a la «resistencia de Gaza y su pueblo» y seguirá defendiendo «el Líbano, su pueblo y su soberanía». El líder Hassan Nasrallah se pronunciará este jueves.
«Lo que ocurrió ayer nos llenará de voluntad e insistencia en seguir el camino de la resistencia y lucha y confiamos totalmente en la promesa divina con la victoria de los fieles combatientes pacientes», afirma la formación en la nota.
Herido el embajador de Irán
Entre los heridos se encuentra el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, junto a otros dos miembros del servicio diplomático. La televisión iraní ha señalado que las heridas del embajador son superficiales y que se encuentra bien.
Por su parte, la Cruz Roja libanesa ha informado de que sus ambulancias están respondiendo a una serie de explosiones no especificadas en diversos puntos meridionales, del Valle de la Bekaa y el Dahye, con sus centros capitalinos en «alta alerta».
También han movilizado otras 50 ambulancias y a unos 300 miembros de su personal médico de emergencia, que están en espera para tomar parte en la evacuación, según explicó la organización.
El incidente masivo se produjo mientras el Gabinete de Ministros se encontraba reunido en Beirut, donde el primer ministro, Najib Mikati, ha pedido la inmediata salida de la reunión del titular de Salud Pública, Firas Abiad, para lidiar con la situación.
Las autoridades de Líbano han puesto en alerta a gran parte de los hospitales del país y el Ministerio de Salud ha reconocido que la situación es «urgente» por el gran número de heridos. Además, pedido a la población en posesión de este tipo de aparatos buscapersonas que se aleje de ellos.
Asimismo, desde el Gobierno han hecho un llamamiento a todo el personal médico para que se personen en sus centros urgentemente, mientras que han pedido a la población facilitar el transporte de ambulancias por las carreteras. También pide a los hospitales atender a todos los heridos sin excepción.
También en Siria
Las explosiones se han producido también en Siria. Según el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos, varios miembros de Hizbulah ha llegado a los hospitales de Damasco y de la provincia de Rif Damasco tras resultar heridos por la explosión de buscapersonas que llevaban encima».
Según esta organización, una de las deflagraciones tuvo lugar en el interior de un vehículo que circulaba por las inmediaciones del barrio capitalino de Kafr Sousa.
Amenaza de Israel
Las primeras informaciones apuntan a que Israel podría haber hackeado estos dispositivos en posesión de miembros de Hizbulah y, de forma remota, habría logrado que explotasen. En redes sociales circulan ya vídeos del momento en el que 'buscas' explotan en el bolsillo de personas en la calle o en comercios locales.
Durante los últimos meses los miembros de Hizublah dejaron de utilizar teléfonos móviles, cambiando a los buscapersonas para reforzar la seguridad de sus comunicaciones.
Hizbulah no es solo una milicia, sino que gestiona instituciones civiles, como escuelas, hospitales y medios de comunicación, por lo que entre el elevado número de heridos se encuentran también numerosos civiles.
EEUU se desmarca y advierte a... Irán
Tanto el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como el titular de Defensa, Yoav Gallant, habían insistido en las últimas horas a representantes de EEUU sobre su intención de realizar «una acción militar» contra Hizbulah.
«No será posible devolver a nuestros residentes sin un cambio fundamental en la situación de seguridad en el norte», señaló Netanyahu en una reunión con el enviado especial de la Presidencia de EEUU, Amos Hochstein.
Con palabras muy similares, el titular de Defensa, Gallant, también advirtió hoy a Hochstein que la única manera de recuperar «la normalidad» en el norte es «a través de la acción militar».
Estados Unidos, por su parte, se ha apresurado a asegurar que no está implicado en las explosiones ni tebnía conocimiento previo del ataque.
El Departamento de Estado ha evitado aludir a la responsabilidad por un ataque indiscriminado y, en su lugar, ha instado a Irán a «no utilizar el más mínimo acontecimiento para intentar alimentar la inestabilidad y agravar aún más las tensiones en la región».
Una infiltración en la logística de Hizbulah
Según ha señalado una fuente cercana a Hizbulah, «los buscapersonas son parte de una compra importada por Hizbulah de mil dispositivos, que parecen haber sido «hackeados en origen».
«Según las grabaciones de vídeo (...), seguramente se escondió un pequeño explosivo plástico junto a la batería para activarse a distancia mediante el envío de un mensaje», estima Charles Lister, experto del Instituto del Oriente Medio (MEI).
Lo que para él significa que «el Mossad se ha infiltrado en la cadena de suministro».
Sin duda, los agentes israelíes «se infiltraron en el proceso de producción y añadieron a los buscas un componente explosivo y un detonador activado a distancia, sin despertar sospechas», coincide el analista militar Elijah Magnier, que observa «un importante fallo de seguridad en los protocolos de Hizbulah».
Industria electrónica
Por su parte, la empresa taiwanesa Gold Apollo ha negado este miércoles haber fabricado los dispositivos y ha asegurado que la responsable de producirlos es una compañía denominada 'BAC'. La firma, con sede en la ciudad de Nuevo Taipéi, ha señalado en un comunicado que estableció una «autorización de marca privada a largo plazo y cooperación regional» con BAC, sin ofrecer más detalles sobre la ubicación exacta de esa compañía.
«Según el acuerdo, autorizamos a BAC a usar nuestra marca registrada para la venta de productos en regiones específicas, pero el diseño y la fabricación de los productos son manejados íntegramente por BAC», ha indicado el comunicado de Gold Apollo. Respecto al ‘buscapersonas’ AR-924 que habría sido empleado en las explosiones, la empresa taiwanesa aseguró que se trata de un modelo «producido y vendido» por BAC.
Riad Kahwaji, analista de seguridad afincado en Dubai, recuerda que «Israel controla una gran parte de las industrias electrónicas del mundo y, sin duda, una de las fábricas que posee fabricó y envió estos artefactos explosivos que detonaron hoy».
La operación supone un éxito espectacular para los servicios israelíes, tras la muerte a finales de julio del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, en un ataque en Teherán.
Además del mensaje hacia Hizbulah de la capacidad de la Inteligencia israelí en caso de una guerra abierta –cuestionada tras los ataques del 7 de octubre – la operación coincide con el aniversario de las matanzas de Sabra y Chatila, cuando entre el 15 y el 18 de setiembre de 1982 las falanges cristianas libanesas mataron a miles de palestinos con el respaldo del Ejército israelí.