El Ayuntamiento de Donostia celebra este jueves una nueva reunión de su Comisión No Permanente de Derechos Humanos. Una cita en cuyo orden del día, como segundo punto, aparece un escueto enunciado: ‘Sobre la escultura Dual’.
Ese es el nombre de la obra ubicada en la calle Igentea que recuerda y homenajea, con nombres y apellidos, a 400 donostiarras que fueron ejecutados por el franquismo.
Obra de los artistas Amaia Mateo y Tomás Villanueva, fue inaugurada el 31 de mayo de 2014, con Juan Karlos Izagirre (EH Bildu) como alcalde. Desde entonces, cada año, coincidiendo con el aniversario de la entrada de las tropas sublevadas en la ciudad se realiza una ofrenda floral en el lugar.
El pasado julio, un grupo de personas suscribió una carta en la que denunciaba que el monumento «omite los nombres de las víctimas del inicio de la Guerra Civil en San Sebastián entre el 18 de julio y el 13 de septiembre de 1936», cuando la ciudad se mantuvo bajo el dominio de la República pese a los intentos de sublevación, con el cuartel de Loiola como epicentro.
«Flagrante incumplimiento»
Los firmantes apelaban a la Ley de Memoria Histórica –de la que PP, Vox y Ciudadanos se desmarcaron en el Parlamento de Gasteiz– e instaban al Ayuntamiento a no hacer «diferencia entre las víctimas de los dos bandos», por lo que reclamaban la inclusión de otros 250 nombres o la retirada del monumento «por flagrante incumplimiento de la Ley».
La misiva estaba firmada por nombres reconocibles como el exdiputado general de Araba Ramón Rabanera (PP), el escritor Jon Juaristi, el filósofo Fernando Sávater, el exdiputado de UPyD Carlos Martínez Gorriarán o el periodista Miguel Ángel Idígoras, entre otros. A ellos se sumaba el jeltzale Iñaki Anasagasti, hijo de exiliados que huyeron del franquismo.
La petición pasó sin pena ni gloria, hasta que el grupo municipal del PP la ha hecho suya y la presenta mañana ante la Comisión de Derechos Humanos. El documento, suscrito por el edil Borja Corominas, interpela al alcalde y le pregunta por qué no se incluyeron esos 250 nombres en el monumento, si piensa hacerlo en el futuro y, de no ser así, si se va a retirar la escultura.
En la documentación se incluye asimismo una denuncia presentada por una persona llamada Juan José Dapousa Garma, que defiende que al menos ocho de los incluidos en Dual eran «personas del bando republicano condenadas por graves delitos de sangre (…) metiéndonos auténticos verdugos por víctimas», mientras se niega esta última condición a «las víctimas de la represión republicana».
Esta persona ya presentó en 2022 una denuncia similar contra Gogora, el Instituto de la Memoria del Gobierno de Lakua, por unas razones idénticas pero en ese caso contra víctimas del franquismo homenajeadas en Bilbo.
«Interpretación torticera»
A la espera de la postura que adopten PNV, PSE y Elkarrekin, desde EH Bildu ya han remarcado que esta iniciativa solo pretende «desvirtuar el significado de la escultura con interpretaciones torticeras y propuestas que vuelven a castigar a las víctimas del franquismo y sus familiares».
«Ante estas propuestas provocativas no caben sino respuestas firmes en defensa de las y los donostiarras que fueron ejecutadas por el franquismo de manera injusta», remarca la coalición soberanista.