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Beirut

Hizbulah confirma la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, en un ataque masivo de Israel

Hizbulah ha confirmado la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, en un ataque del Ejército de Israel contra la sede central del movimiento chií en los suburbios sur de Beirut. Los bombardeos se han extendido a otras zonas de la capital y de Líbano.

El líder de Hizbulah, Hassan Nasrallah, en un discurso televisado el pasado 19 de septiembre.
El líder de Hizbulah, Hassan Nasrallah, en un discurso televisado el pasado 19 de septiembre. (EUROPA PRESS)

Hizbulah ha confirmado la muerte de su máximo líder, Hassan Nasrallah, en los intensos bombardeos que lanzó el Ejército israelí durante la tarde y noche del viernes en los suburbios de la zona sur de Beirut, bastión de la organización chií.

«Nasrallah está ahora con Ala como gran mártir. Se suma a la caravana de mártires de Kerbala y los mártires inmortales cuya marcha ha liderado durante treinta años de victoria en victoria», ha indicado en un comunicado publicado por la televisión Al Manar.

El comunicado recuerda que Nasrallah tomó las riendas del partido en 1992 y lo llevó a la «liberación de Líbano en 2000» y al final de la ocupación israelí del sur, «la victoria de 2006».

«La dirección de Hizbulah seguirá con su yihad contra el enemigo en apoyo de Gaza y Palestina, en defensa de Líbano», ha subrayado el grupo.

La muerte del dirigente de Hizbulah había sido anunciada en la mañana del sábado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a través de un escueto mensaje en su red X: «Hassan Nasrallah ya no podrá aterrorizar al mundo», escribían.

 

 

Un portavoz del Ejército, el teniente coronel Nadav Shoshani, confirmaba después que «Hassan Nasrallah está muerto». Posteriormente, en un comunicado más detallado, precisaba que ha matado a Nasrallah junto a otros comandantes de Hizbulah, entre ellos Ali Karki, comandante del Frente Sur del grupo chií, que se encontraban en el cuartel general subterráneo de la organización, en los suburbios sur en Beirut conocidos como el Dahiyeh, cuando fue bombardeado.

«El ataque se llevó a cabo mientras la cadena de mando superior de Hizbulah operaba desde el cuartel general y promovía actividades terroristas contra los ciudadanos del Estado de Israel», dice el texto, sin aportar ninguna prueba.

Una fuente cercana al movimiento chií señalaba bajo condición de anonimato que el contacto con el líder del movimiento se había perdido el viernes por la noche tras los bombardeos sobre la sede de la organización.

Muere también un subcomandante de la Guardia Revolucionaria

En el mismo ataque ha fallecido un subcomandante de la Guardia Revolucionaria iraní, según han infromado este sábado medios iraníes.

«El general de brigada Abbas Nilfrushan murió en el ataque de Israel contra Beirut, junto con el líder de Hizbolah», ha informado la agencia Mehr.

La agencia ha indicado que Nilfrushan era el subcomandante al cargo de las operaciones de la poderosa Guardia Revolucionaria, mientras que otros medios han afirmado que estaba al frente de la Fuerza Quds, el brazo exterior del cuerpo militar, en el Líbano.

Nilfrushan estaba sancionado por Estados Unidos desde octubre de 2022 por su papel en la represión de manifestaciones, especialmente en la provincia de mayoría suní Sistán y Baluchistán.

Irán denuncia la complicidad de EEUU

Tras conocerse su fallecimiento, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, ha afirmado que Estados Unidos es cómplice del ataque israelí que causó la muerte de Nasrallah y ha recriminado que la orden del bombardeo se diese desde Nueva York, donde se encontraba de visita el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

«La comunidad internacional no olvidará que la orden de este ataque terrorista fue emitida desde Nueva York y los estadounidenses no pueden eximirse de complicidad con los sionistas», ha dicho Pezeshkian en un comunicado recogido por la agencia estatal IRNA.

El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ha declarado cinco días de luto nacional por la muerte de Nasrallah y ha advertido de «golpes más contundentes» de los grupos de la región contra Israel.

«Ofrezco mi más sentido pésame y condolencias a toda la umma islámica (comunidad musulmana) por la muerte de Nasrallah y sus compañeros, y declaro cinco días de duelo nacional en el Irán islámico», ha anunciado Jameneí en un comunicado.

Horas antes, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí, en su cuenta de X, había asegurado este sábado que el camino del máximo líder del grupo chií libanés Hizbulá continuará tras su muerte. «El glorioso camino del líder de la resistencia, Hasán Nasrallah, continuará y su santo objetivo de liberar Jerusalén se llevará a cabo, Dios mediante», ha escrito.

Poco antes de que Hizbulá confirmara la muerte de Nasrallah, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ha afirmado que Israel es «demasiado pequeño» como para causar daños de relevancia al movimiento libanés.

«Los criminales sionistas deberían saber que son demasiado pequeños como para causar un daño significativo a la estructura de Hizbulá», ha aseverado Jameneí en un comunicado.

La máxima autoridad iraní ha afirmado que es una obligación del mundo musulmán apoyar a Hizbulá, después de los bombardeos israelíes del viernes contra los suburbios de Beirut, en los que, además de Nasrallah, murieron al menos otras seis personas y 91 resultaron heridas.

«La matanza de personas indefensas en el Líbano reveló una vez más a todos la ferocidad del perro rabioso sionista y demostró la miopía y la política estúpida de los líderes del régimen usurpador (Israel)», ha afirmado la máxima autoridad de Irán.

El vicepresidente de Irán para Asuntos Estratégicos, Mohamad Javad Zarif, también ha condenado la muerte del líder de Hizbulá y ha dicho que la alianza informal antiisraelí Eje de la Resistencia, capitaneada por Teherán y conformada por Hizbulá, el palestino Hamás y los hutíes del Yemen, entre otros, «continuará su camino con más fuerza».

«Sin duda, el caótico plan de (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu e Israel fracasará para la región y el mundo. La resistencia formada contra su brutalidad continuará con más fuerza a partir de ahora», ha sostenido Zarif.

Netanyahu señala que «el trabajo aún no está completo»

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha hecho a última hora de este sábado su primera declaración pública tras la muerte de Nasrallah y ha dicho que «pese a tratarse de un avance, el trabajo aún no está completo».

«Conseguimos grandes logros, pero el trabajo aún no está completo. En los próximos días enfrentaremos desafíos importantes y los enfrentaremos juntos», ha señalado Netanyahu en un mensaje en vídeo.

El mandatario israelí ha revelado también que autorizó el bombardeo la víspera contra la sede central de Hizbulah, porque consideró que matar a Nasrallah era «una condición necesaria» para devolver a los residentes del norte a sus hogares y «cambiar el equilibrio de poder en la región a lo largo de los años».

Biden habla de «una medida de justicia para sus víctimas»

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha considerado este sábado que la muerte del líder de Hizbulah es «una medida de justicia para sus muchas víctimas, incluyendo miles de civiles estadounidenses, israelíes y libaneses».

«Nasrallah y el grupo terrorista que lideraba, Hizbulah, fueron responsables de matar a cientos de estadounidenses durante un reino de terror de unas cuatro décadas», ha dicho el mandatario en un comunicado de la Casa Blanca, en el que ha reiterado el derecho de Israel a la autodefensa.

El bombardeo que mató a Nasrallah ayer «tuvo lugar en el contexto amplio del conflicto que empezó con la masacre de Hamas el 7 de octubre de 2023. Nasrallah, el día siguiente, tomó la decisión fatídica de unir manos con Hamás y abrir lo que llamó un ‘frente norte’ contra Israel», ha indicado Biden.

Siguen los ataques sobre Beirut y otras zonas

El anuncio de la muerte de Nasrallah llega más de 15 horas después de un devastador ataque israelí contra un barrio densamente poblado de los suburbios del sur de Beirut, que tuvo como objetivo «el cuartel general central de Hizbulah», según el Ejército israelí. Decenas de ataques impactaron sobre Beirut con una intensidad que no se producía desde la guerra de Líbano de 2006.

A lo largo de la noche, los ataques se han extendido a otras zonas de la capital libanesa, y han proseguido también este sábado con al menos tres impactos en las últimas horas, según recoge la prensa libanesa. También ha habido nuevos bombardeos en Marjayun, Tiro (sur) y en el este del país. 

Las autoridades israelíes han emitido órdenes de evacuación para algunas de las zonas del sur de Beirut atacadas. En concreto, las órdenes afectaban a cuatro zonas de la capital, mientras que se han contabilizado bombardeos en al menos doce puntos de la ciudad.

El Ministerio de Sanidad de Líbano ha informado de que han muerto al menos seis personas y 91 han resultado heridas como consecuencia del primero de los bombardeos, si bien se espera que el número de víctimas aumente a medida que progresen las labores de búsqueda tras los últimos ataques.

El jefe del Estado Mayor de las FDI, el teniente general Herzi Halevi, ha advertido tras matar a Nasrallah que el Ejército es capaz de llegar hasta «cualquiera que amenace a los ciudadanos de Israel», una amenaza que recuerda a la lanzada en la víspera por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la sede de Naciones Unidas.

«Esperamos que [el ataque] cambie el modo de actuar de Hizbulah [...] ¿Estamos preparados para una escalada más amplia? Sí. Nuestras fuerzas están en alerta máxima, los servicios de inteligencia muestran una alta preparación», ha declarado este sábado otro portavoz militar a la prensa internacional, vía videoconferencia.

Israel advierte de que «no termina la guerra» contra Hizbulah

El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el contralmirante Daniel Hagari, ha advertido de que las operaciones militares contra Hizbolah no han concluido con la muerte de su líder.

«Esto no ha terminado, Hizbolah tiene más capacidades», ha dicho Hagari en una declaración en la que ha informado de que la fuerza aérea continúa este sábado bombardeando posiciones de la organización chií en diferentes partes de Líbano.

Hagari ha celebrado la muerte de Nasrallah y ha destacado que durante décadas ha sido «uno de los mayores enemigos de Israel de todos los tiempos» y representando una amenaza para los ciudadanos. «Eliminarle ha hecho del mundo un lugar más seguro», ha recalcado.

En esa línea se ha manifestado el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, quien ha sido la primera persona del gabinete de Benjamin Netanyahu en referirse a la muerte de Nasrallah, responsable, ha acusado, del «asesinato de miles» de israelíes, civiles y militares, así como de ciudadanos extranjeros.

«A nuestros enemigos les digo: somos fuertes y decididos. A nuestros socios les digo: nuestra guerra es vuestra guerra. Y al pueblo de Líbano le digo: nuestra guerra no es contra vosotros. Es hora de cambiar», ha conminado.

Erdogan denuncia el genocidio en Líbano

Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha denunciado que Líbano es «el nuevo objetivo» de la política de «genocidio, ocupación e invasión» de Israel.

«El Líbano y el pueblo libanés son el nuevo objetivo de la política de genocidio, ocupación e invasión de Israel, que lleva adelante desde el 7 de octubre», ha publicado Erdogan en su cuenta en X.

Ha mencionado en concreto los «brutales ataques de Israel» en los que han muerto «muchos libaneses, incluidos niños» durante la última semana. «Nadie con conciencia puede aceptar, disculpar o justificar semejante masacre», ha apelado.

El mandatario turco ha señalado el apoyo de las «potencias que lo miman y proporcionan armas y munición para sus masacres» pese a que sus acciones «van en contra de toda la humanidad, de los valores humanos y del derecho internacional».

Por ello ha pedido «detener» la intención de Israel de «extender la política de locura que implementó en Gaza y Ramala al Líbano y otros países de la región» con un llamamiento a «tomar medidas rápidamente» a todas las organizaciones de derechos humanos y de defensa de la paz y la estabilidad, en especial al Consejo de Seguridad de la ONU. «Creemos que el mundo islámico debería adoptar una postura más decidida contra estos ataques», ha remachado.

Pocas apariciones públicas

Hassan Nasrallah, de 64 años, es un jeque religioso objeto de un verdadero culto a la personalidad en el Líbano, donde es el hombre más poderoso. Durante años ha vivido escondido y rara vez ha aparecido en público.

A pesar de los golpes asestados por Israel, que bombardea constantemente los bastiones de Hizbulah en el sur y el este del Líbano, así como en los suburbios del sur de Beirut, el movimiento libanés ha anunciado este sábado que había disparado cohetes contra un kibutz y objetivos militares en el norte de Israel en respuesta a «los bárbaros ataques del enemigo israelí».

En previas ejecuciones selectivas, Israel mató en un bombardeo en Beirut el 30 de julio al comandante de Hizbulah Fuad Shukr, el jefe militar de mayor rango y asesor cercano de Nasrallah, y pocas horas más tarde, en un ataque en Teherán al líder de Hamas, Ismail Haniyeh, la madrugada del 31 de julio.

El antecesor de Nasrallah al frente de Hizbulah, Abbas Musaui, también falleció como consecuencia de un ataque de Israel en febrero de 1992.

Hashem Safi al Din, posible sucesor

Ahora, como posible sucesor de Nasrallah figura su primo y jefe del Consejo Ejecutivo de Hizbulah, el clérigo Hashem Safi al Din.

Está considerado ampliamente como el segundo en la cadena de mando de la organización, donde también ejerció como jefe del Consejo de la Yihad para supervisar sus operaciones militares.

Nacido en 1964 en la localidad de Deir Qanun En Nahr, en el sur del Líbano, el religioso ha estado bien conectado desde sus inicios con la cúpula de Hizbulah y escaló posiciones rápidamente en su seno desde su nombramiento como miembro del Consejo de la Shura de la formación (órgano consultivo) en 1995.

Como la mayoría de clérigos chiíes y altos cargos de Hizbulah, hasta 1994 realizó sus estudios islámicos junto a su primo Nasrallah en las ciudades sagradas de Nayaf (Irak) y Qom (Irán), donde se encuentran las principales escuelas para todo aquel que aspire a convertirse en un Gran Ayatolá.

Nadie duda de la influencia de Safi al Din, criado en el seno de una familia muy respetada en el sur del Líbano y cuyo hermano Abdalá funge como el representante y portavoz de Hizbulah en Irán, el principal soporte del movimiento político y de su milicia armada.

De hecho, su conexión con la República Islámica adquirió un giro más personal después de que su hijo Reza se casara en junio de 2020 con Zeinab Soleimaní, la hija del poderoso comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní Qasem Soleimaní, quien fue muerto en enero del mismo año por EEUU en un bombardeo selectivo en Bagdad.

Safi al Din ejerce desde 2001 como jefe del Consejo Ejecutivo de Hizbulah, pero también fue designado por la organización como comandante militar en el sur del Líbano en 2010, una posición clave para liderar las operaciones contra Israel.

En vistas de su trayectoria, es considerado como el posible sucesor de Nasrala desde 2006, cuando Israel y Hizbulah libraron una breve guerra de alrededor de un mes.

Al igual que Nasrallah, ha aparecido en contadas ocasiones desde el inicio de los enfrentamientos fronterizos iniciados con Israel hace poco menos de un año.