El total de niños y niñas que no pueden acceder a gafas o lentillas por su coste, lo que se conoce como pobreza visual, asciende en Hego Euskal Herria a 36.814, según se recoge en el informe ‘Radiografía de la pobreza visual infantil en España, 2024’. Un trabajo publicado por la asociación Visión y Vida, que ha acuñado el término de pobreza visual para dar visibilidad a esta situación en la antesala del Día Mundial de la Visión, que se celebra el 10 de octubre.
De ese total, 23.763 corresponden a los territorios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y suponen el 6,4% del total, mientras que en Nafarroa ese porcentaje se eleva al 10,2%, con 13.051 niños en esa situación.
«Durante la crisis de 2008 detectamos a muchas personas que, debido a sus problemas económicos, no renovaban sus equipamientos ópticos, y en la crisis causada por la pandemia de la covid-19, acuñamos el término de pobreza visual», ha explicado el presidente de Visión y Vida, Salvador Alsina, en la presentación del citado informe.
La organización, que impulsó el mismo estudio en 2021, ha alertado de que esta incapacidad de hacer frente al gasto para comprar unas gafas o lentillas «persiste desde hace tres años», porque en el Estado español la cifra «solo se ha visto reducida a cerca de 40.000 niños» al pasar de 761.157 en 2021 (el 8,6% del total) alrededor de 720.000 ahora (8,4%).
Problema vinculado al fracaso escolar
«La visión es imprescindible para el desarrollo del menor, la comprensión de su entorno y el rendimiento educativo. Uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con un problema de visión», ha señalado Alsina.
El especialista ha advertido de que, si las familias de estos menores no pueden adquirir equipamientos ópticos para ellos, «no podrán adquirir una formación adecuada», por lo que su futuro «será más complicados de lo que debería».
Visión y Vida recuerda que para eliminar esta problemática existen varias propuestas «En primer lugar, es necesario concienciar, ya que sabemos que el 59% de las familias no revisa el estado de la visión de sus hijos porque estos no se quejan», ha comentado su presidente. Por eso, la entidad lleva años reclamando la existencia de un Plan Estatal de Salud Visual que permita que desde pediatría hasta geriatría, se recuerden las revisiones visuales pertinentes.
«Después es imprescindible aplicar sistemas de compensación económica para aquellas familias con una economía más frágil. Ya ha habido varios intentos de solucionar este problema y estamos a la espera de ver cómo desde el Ministerio de Sanidad se pone en marcha la medida prevista para terminar con la pobreza visual entre la población más joven», ha afirmado. Porque para la entidad, «tras solucionar la pobreza visual infantil, sería necesario continuar con otros segmentos de población vulnerables, como los mayores», ha concluido Alsina.