Arnaitz Gorriti

La clase obrera del Baskonia le da la primera victoria a Pablo Laso (88-82)

Después de ir 30 minutos a remolque, el buen final de Luwawu-Cabarrot, Trent Forrest, Donta Hall y el dúo compuesto por Se3dekewrskis y Moneke ha logrado superar a un Partizan que anteriormente ha hecho mucho daño con los pívots Tyreque Jones y Brandon Davies.

Tim Luwawu-Cabarrot ha brillado para lidferar el triunfo del Baskonia.
Tim Luwawu-Cabarrot ha brillado para lidferar el triunfo del Baskonia. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

SASKI BASKONIA 88 - PARTIZAN 82

Todavía hay mucho más continente que contenido, pero Saski Baskonia ya tiene una victoria en esta Euroliga 2024/25. Pese a que Markus Howard, con 17 puntos, haya sido el máximo anotador del cuadro gasteiztarra, lo cierto es que ha sido un triunfo de la clase obrera, con Trent Forrest dando pasos adelante, incluyendo un triple a tablero clave, Donta Hall sabiendo sufrir, Moneke y Sedekerskis encontrándose mutuamente y un Timothé Luwawu-Cabarrot erigido en la estrella de la remontada que ha dado el primer triunfo de Pablo Laso en las filas del Baskonia.

Cualquiera diría que se ha brindado homenaje a uno de los maestros que tuvo Pablo Laso en su etapa de jugador, como es Manel Comas –que ya las tuvo tiesas con Zeljko Obradovic mediados los años 90 del siglo pasado–, porque el triunfo de anoche de Saski Baskonia ha hecho honor a la famosa «táctica del conejo», según la cual, el equipo en teoría inferior ha de seguir la estela del superior, pero siempre por detrás, para asestarle el adelantamiento en los minutos finales. Si atendemos a los «Power Ranking» de los webs especializados, Saski Baskonia debe terminar por detrás de Partizan, por lo que la premisa del equipo inferior que supera a otro «mejor» se ha dado al cien por cien, y más cuando no ha sido, ni de lejos, el día en el que Markus Howard ha brillado con sus genialidades.

Los gasteiztarras han sabido sufrir, sobre todo los interiores, porque entre Tyreque Jones y Brandon Davies, los dos pívots de Partizan, han sumado 42 puntos, pero ese saber sufrir dio frutos, logrando un parcial de 56-44 después del descanso. Obviamente, se mostraron muchas carencias y Pablo Laso ha reducido su rotación todo lo posible –ni Ndiaye ni Raieste han jugado, y Rogkavopoulos y Jaramaz apenas han pisado el parqué–, pero el esfuerzo ha tenido recompensa, sobre todo porque la victoria se ha fundamentado en el sudor y el aguante.

La zona crepuscular

Los jugadores del Partizan entrando con la capucha puesta, varios aficionados de los «sepultureros» –en riguroso negro casi uniformado, con la camiseta blanquinegra por debajo– fumando en las gradas con la naturalidad de quien está en casa –aunque nada que ver con la animadversión que en alguna visita han creado los hinchas de la Virtus de Bolonia, por ejemplo–, conciertos en el descanso y al final del partido, homenajes a Marinkovic y premio a Markus Howard –premio Alphonso Ford al máximo anotador de la pasada Euroliga–, dos entrenadores con los carrillos rojos como tomates, un Buesa Arena hasta reventar... ¡Oigan, no me dirán que esto no es un espectáculo de primer orden! Y sí, aún hay mucho por mejorar en los dos equipos, pero esto de la Euroliga, en en el vigésimo quinto aniversario del Baskonia en la máxima competición continental por clubes, es un caramelo a poco que uno despierte los sentidos.

La presentación entre llamaradas y con una insinuación a aquel viejo «The Twilight Zone» televisivo ha abierto la puerta a lo que la megafonía ha definido como «Baskonialand», una presentación entre lo telúrico y lo espectacular que ha dado paso a un baloncesto envejecido en barrica, aunque con mucha solera que adquirir por ahora. Con todo un mate al rebote de Donta Hall, superados sus problemas estomacales, ha puesto al Buesa Arena en pie, al ser la primera canasta de la campaña continental.

Pero el primer nombre propio de este nuevo Baskonia ha sido Timothé Luwawu-Cabarrot –TLC–. El ex de Asvel Villeurbanne se ha emparejado con el exbaskonista Marinkovic y la ganancia para el cuadro gasteiztarra ha sido inmediata. Todavía se ha notado mucho la falta de lubricante en el juego estático de ambas escuadras, pero al menos el escolta francés ha empezado enchufado, anotando desde varias posiciones para poner un 9-3 en el marcador ante un Partizan muy desacertado, que ha pretendido sobrevivir solo a base de defender y correr, pero sin presentar amenaza en el juego posicional, sea por preparación estratégica o por timidez del estreno.

Habrá sido timidez, porque al primer triple de Brandon Davies le ha seguido un parcial de 0-10 de Partizan, con Marinkovic mostrando que se conoce bien los aros y que el homenaje de la previa no lo ha afectado en exceso.

En adelante, se ha visto a un Baskonia sufridor, con ganas de hacer las cosas bien pero todavía lejos de todo automatismo. Incluso Markus Howard ha ingresado en la cancha sin su habitual chispa. Como no hay mal que por bien no venga, el de Nueva Jersey ha asistido para el triple de Kamar Baldwin para darle carpetazo al primer cuarto, al que se ha llegado con un 16-17 para el cuadro serbio. La hinchada balcánica, después de prometérselas muy felices a partir del minuto cuatro del partido, se ha aplacado un poquito.

Todavía el continente es mucho mayor que el contenido. Sin duda. Los equipos se han movido como al ralentí, como queriendo hacer las cosas bien hechas, pero sin el automatismo ni el ritmo precisos. A pesar de las pocas faltas y el acierto puntual de Markus Howard o Kamar Baldwin, Saski Baskonia se ha visto como un paso por detrás de un Partizan que ha encontrado en la pintura, con Tyreque Jones y Brandon Davies, la manera de hacer daño y afianzarse en el liderato del partido. La jugada más espectacular ha sido el matazo más falta que Tyreque Jones le ha clavado al bueno de Khalifa Diop, aunque en honor a la verdad, el desbarajuste en los cambios defensivos de la pintura ha sido más global que el posible error puntual del senegalés o de Donta Hall en momentos posteriores.

Pablo Laso ha apostado por Kamar Baldwin y Trent Forrest para la dirección, con una aparición testimonial de Jaramaz. Como todo el juego de los equipos sigue amarrado con alfileres, pocas conclusiones se pueden extraer, pero en cuanto a la dirección, al trío de bases del Baskonia le ha ido faltando un hervor. ello no implica ejecutar las jugadas como las ha dictado el técnico gasteiztarra, pero sí con una falta de fluidez entre lo normal y lo desasosegante. Más o menos como el 32-38 del descanso, luego de una jugada bien trenzada que ha terminado con el fallo en el triple de Markus Howard.

La voluntad suple al juego

Un «dos más uno» de Tyreque Jones ante Donta Hall para arrancar el tercer cuarto ha hecho torcer el morro a los aficionados baskonistas, al verse con un 32-41 sin comerlo ni beberlo. Suerte que Sedekerskis y Moneke han recibido esa jugada como un. jarro de agua fría y eso los ha despabilado. Entre los dos jugadores han encadenado un parcial de 7-0 que ha obligado a Zeljko Obradovic a pedir tiempo muerto, al tiempo que Zurbano ha tomado contacto con el juego de una vez por todas.

Tyreque Jones por momentos ha parecido el hijo secreto de Olajuwon, minutos en los cuales se ha bastado para mantener una pequeña renta para Partizan, amén de volver loco a Donta Hall. Suerte que un golpe fortuito del pívot de los «sepultureros» ha obligado a Zeljko Obradovic a tener que quitarlo, lo cual ha servido para empatar a 54 por parte del Baskonia luego de muchos minutos a remolque y tres buenas defensas.

Pero Iffe Lundberg y Bonga han encontrado el camino del triple para volver a abrir brecha, aunque en los últimos minutos del tercer asalto la fuente anotadora del cuadro balcánico se ha secado. en cambio, Saski Baskonia ha encontrado un triple reconstituyente de Markus Howard en la cara de dos rivales y un mate a la contra de Tim Luwawu-Cabarrot después de que los colegiados se hayan ido tragando el silbato ante no menos de tres personales que ha ido recibiendo el escolta galo en el camino hacia el aro.

Con más voluntad que juego, Saski Baskonia ha llegado al último cuarto plenamente incrustado en el partido, con el recuerdo de los apurados triunfos de los dos últimos años: 59-60.

Partizan ha seguido haciendo daño en la pintura con Tyreque Jones, pero sin escaparse, mientras que los gasteiztarras han encontrado a Sedekerskis, la brega de Donta Hall y un par de acciones, como un robo y un triple a tablero de Tren Forrest para volver a ponerse por delante, 75-72, por primera vez desde el primer cuarto, justo en el momento en el que la dotación de seguridad del Buesa Arena se ha llevado a dos hinchas del Partizan.

A falta de brillantez, buena es la intensidad, como el tapón de Luwawu-Cabarrot a la contra de Sterling Brownn, consiguiendo nuevamente la posesión del balón, en una recta final de partido trompicado y lento hasta la desesperación.

Con 75-72, Markus Howard ha dispuesto de un triple liberado aunque, sorprendentemente, el de Nueva Jersey no ha atinado. Suerte que en esas andaba Tim Luwawu-Cabarrot para, con un robo y un triple, darle nuevo impuso para poner el 78-74 a dos minutos para el final. Vista la falta de puntos y fluidez de los dos conjuntos, dos posesiones son como medio Océano Pacífico. Y más cuando tras el tiempo muerto serbio Donta Hall ha colocado un taponazo espectacular y en la siguiente jugada, Moneke ha encontrado a -Sedekerskis para poner el marcador en 80-74, máxima renta desde el 9-3 del arranque del duelo.

De ahí hasta el final, el Baskonia ha sabido gestionar su ventaja, con el impulso del público que ha recibido también los parabienes de Pablo laso. «Este público merecía esta victorias», aunque en realidad, ha sido el propio Pablo Laso el protagonista de este triunfo.

FICHA TÉCNICA

SASKI BASKONIA: Trent Forrest (10), Timothé Luwawu-Cabarrot (15), Tadas Sedekerskis (14), Chima Moneke (13) y Donta Hall (8) –quinteto inicial–, Kamar Baldwin (7), Markus Howard (17), Khalifa Diop (2), Ognjen Jaramaz (2) y Nikos Rogkavopoulos.

PARTIZAN: Lundberg (10), Vanja Marinkovic (11), Brown (4), Davies (20) y Tyrique Jones (22) –quinteto inicial–, Carlik Jones (4), Ntilikina (3) y Bonga (8).

Parciales: 16-17, 16-21, 27-22, 29-22. Árbitros: Lottermoser, Pastusiak y Bissang. Sin eliminados.

Incidencias: 10.131 espectadores en el Buesa Arena. Ovación ensordecedora en la presentación de Pablo Laso y a Vanja Marinkovic, quien ha sido homenajeado en los prolegómenos del partido. También se le ha otorgado el premio Alphonso Ford al máximo anotador de la Euroliga 2023/24 a Markus Howard, un Howard quye se ha retirado cojeando, tocado del tobillo derecho, aunque ha podido regresar.