Los «alarmantes indicadores de nutrición» que se registran en los campamentos saharauis en suelo argelino se han visto agravados por las inundaciones que se registraron el pasado 23 de septiembre, que afectaron especialmente a la wilaya de Dajla y que han dejado en una complicada situación a 520 familias, es decir, 3.120 personas, de las que el 60% son mujeres y niñas.
Estos datos han sido ofrecidos por varios portavoces de Médicos de Mundo Nafarroa, que han comparecido en persona y online en la Comisión de Convivencia y Solidaridad Internacional de la Cámara navarra.
En la misma y desde los mismos campamentos saharauis, Pablo Traspas, coordinador de esta ONG en el Sahara, ha explicado la crítica situación que se vive en esos lugares y que se ha visto agravada por las citadas inundaciones, que generaron «destrozos considerables a las viviendas y que dejaron afectados todos los servicios». Ha destacado que «el destrozo ha sido notable» y que ha profundizado «la crisis humanitaria que ya se vive» en estos lugares.
El 21% de los bebés menores de un año fallece
En relación a esta última cuestión, Traspas ha ofrecido una serie de datos sobre los «alarmantes indicadores de nutrición». Así, ha detallado que «la anemia en embarazadas afecta al 71% de las mujeres y que también la padecen el 54,2% de los niños menores de cinco años». Además, se registra una «desnutrición crónica en el 28,8% de los niños menores de cinco años» y «el 8,4% de los recién nacidos presenta bajo peso al nacer».
Como colofón a esas duras cifras, ha añadido que «se registran 20 muertes de mujeres por cada 100.000 nacimientos» y que «el 21% de los bebés menores de un año fallece».
Además, el coordinador de Médicos del Mundo Nafarroa en el Sahara ha puesto de relieve que la población de los campamentos de refugiados, un total de 173.600 personas que viven en ese lugar desde hace 49 años, «se siente abandonada en el plano político y humanitario» ante «la escasa respuesta internacional, el recorte en los fondos de la ayuda internacional y la poca difusión mediática» que sufren.
La pandemia de covid y conflictos desencadenados más recientemente como la guerra de Ucrania o el caso de Gaza, que cuentan con una mayor atención mediática, han supuesto el «empeoramiento de una situación de escasez de agua y alimentos, malnutrición, condiciones climáticas extremas, falta de viviendas adecuadas, degradación ambiental, desempleo y pobreza», con un aumento del precio de los alimentos y el combustible.
Ha recordado que los saharauis de los campamentos «dependen al 100% de la ayuda humanitaria», una cuestión sobre la que Aída Sanz, referente de la ONG en el Sahara, ha recordado que «sin producción económica y con esa dependencia de la ayuda, no se pueden forjar su propio futuro», por lo que «tiene que haber una respuesta por parte de la comunidad donante».
Incrementar las inversiones
En este sentido, Jaione Eugui, técnica de comunicación y proyectos de Médicos del Mundo Nafarroa, ha trasladado a los grupos parlamentarios varias propuestas, en vista de que, aunque desde el herrialde «ya se hace una inversión fuerte, no es suficiente, más teniendo en cuenta las inundaciones».
En concreto, ha planteado al Legislativo navarro «seguir incrementando las contribuciones para alcanzar el 0,7% de ayuda a la cooperación al desarrollo en 2025, aumentar la ayuda oficial al desarrollo en ayuda humanitaria hasta el 10% e incrementar las ayudas de emergencia», ya que las contempladas para este año ya están agotadas.
Tras la intervención de los portavoces de Médicos del Mundo Nafarroa, todos los grupos parlamentarios han mostrado su solidaridad y apoyo a los refugiados saharauis. Así, el portavoz de UPN, Pedro González, ha señalado que sufren «una de las crisis más crueles y duraderas, que se ha visto agravada por las inundaciones».
Ibai Crespo, del PSN, ha destacado que Nafarroa «es una tierra solidaria con la causa del Sáhara» y ha recordado el incremento a 8 millones de la ayuda del Gobierno estatal destinada a los saharauis.
Desde EH Bildu, Irati Jiménez ha reconocido los más de 30 años que esta ONG lleva trabajando en el servicio de salud de los campamentos y ha recordado que «la situación de vulnerabilidad de los saharauis va a necesitar mucha solidaridad y ayuda», pero sin olvidar que «lo más importante es que el pueblo saharaui regrese a su territorio».
En la misma línea se han expresado Blanca Regúlez, de Geroa Bai, al señalar que «la solución tiene que ser el reconocimiento del derecho de autodeterminación de las personas saharauis», y Carlos Guzmán, de Contigo-Zurekin, quien ha indicado que «nos toca seguir defendiendo una solución política a esta crisis invisible, abandonada y también cronificada». Una crisis que Maribel García Malo, del PP, ha calificado de «inaceptable» y ha abogado por que «no podemos dejar que el paso del tiempo la borre de nuestras agendas».