En el deporte profesional duele perder, pero verse obligadas a jugar con el constante peligro y miedo al resbalón a causa de la humedad, con el consiguiente riesgo de lesiones, no le hace gracia a nadie. IDK Euskotren perdía por 70-58 el sábado en el polideportivo La Paterna, cancha del Spar Gran Canaria. Pero más que el resultado, dolió entre las donostiarras el tener que afrontar este encuentro de la Liga Femenina Endesa como si tuviesen que jugar en una pista de patinaje.
«Es una auténtica vergüenza que tengamos que jugar en un pabellón que resbala, donde las jugadoras nos hemos caído constantemente e incluso los árbitros. Repito que somos una Liga profesional y se debería de proteger a las jugadoras», escribía la base Alba Prieto en su cuenta de Twitter.
Es una auténtica vergüenza que tengamos que jugar en un pabellón que resbala, donde las jugadoras nos hemos caído constantemente e incluso los árbitros. Repito que somos una Liga profesional y se debería de proteger a las jugadoras. @CompeticionFEB @SPARGranCanaria pic.twitter.com/Rf875QoKeg
— Alba Prieto (@Albprimar) October 13, 2024
Jugadoras de ambos bandos y el trío arbitral se las vieron y las desearon para mantenerse en pie en muchos momentos, sobre todo en las jugadas en las que tuvieron que frenaqr o cambiar súbitamente de dirección, algo que en el baloncesto ocurre casi de forma continua. Como bien se aprecia en los vídeos que colgaba la base andaluza, en más de una ocasión las jugadoras y los colegiados se jugaron producirse una lesión seria.
«Ya no solo son las acciones de los vídeos (y que podrían acabar en lesión), sino tener que parar miles de veces para pasar la mopa, secar el balon y tener que cohibirte en tu juego porque la pista no está para jugar. Lamentable tener que jugar así», añadía Rosó Buch, replicando y reafirmando las palabras de su compañera de equipo.
Si ya el duelo tuvo un discurrir accidentado a causa de la humedad, el momento más peligroso llegó cuando, durante el tercer cuarto, la escolta Delicia Wahington tuvo que ser atendida en el tercer cuarto al lastimarse el tobillo. Afortunadamente, la jugadora noirteamericana pudo terminar el partido. Quizá por ello, luego de lesionarse el miércoles en el Josean Gasca frente al Estrella Roja de Belgrado, la alero grancanaria Iris Mbulito no saltó a la cancha de su exequipo.
Y ello no oculta que el pabellón La Paterna no es el único feudo de la Liga Femenina Endesa con diversos problemas. Así las cosasm no es de hace mucho tiempo que el priopio Josean Gasca registraba goteras, algo inadmisible para una Liga Femenina Endesa que, objetivamente, está mejorando su nivel de juego en los últimos años, pero que todavía cuenta con instalaciones que precisan un repaso a fondo antes de que ocurra alguna desgracia, como bien han señalado las propias jugadoras de IDK Euskotren.