Crónica de una anunciada decapitación de Hamas
Buscado por tierra, túneles y aire desde hace un año, Israel ha matado al líder de Hamas, Yahya Sinwar. «Neutralizados» ya -en su argot militar- sus números dos y tres, Deif e Isa, da por muertos a los cerebros del 7-0 y por descabezada Hamas, ¿hasta la siguiente?
La última vez que habría sido visto con vida huía con sus hijos por uno de los túneles de Rafah en dirección a Egipto, siempre según Israel.
El Ejército sionista (Tsahal) difundió el 10 de octubre de 2023 la imagen de un hombre al que identificó como Yahya Sinwar, el cerebro de la incursión tres días antes de Hamas en Israel.
De dar por cierta aquella información, el actualmente máximo dirigente de la organización islamista palestina habría regresado, ya que resultó muerto el miércoles, posiblemente tras ser descubierto cuando iba con dos milicianos, en la misma ciudad fronteriza del sur de la Franja.
Posiblemente, porque los partes de guerra israelíes hace tiempo perdieron toda credibilidad. Si la tuvieran tendría que haber sido «neutralizado» vestido de mujer, como la propaganda israelí aseguraba deambulaba por Gaza, en un intento burdo de minar su aura entre la resistencia palestina.
Todo parece apuntar a que la noticia de su muerte, anunciada oficialmente por Israel, y a falta de confirmación de Hamas, es cierta.
El que fuera fundador y máximo dirigente de las brigadas Ezzedin al-Qassam sufre el mismo destino que su número dos, Mohamed Deif, en un bombardeo que dejó 90 muertos en julio de este año, y del número tres, Marwan Isa, en marzo.
Hamas confirmó la baja de Isa, no así la de Deif, conocido como “el Invitado” porque desde 2001 se movía constantemente de un sitio a otro para escapar de ataques como el que le hirió de gravedad y le hizo perder un ojo (Israel solo tenía una foto de él, con un parche).
Sinwar, nació en el campo de refugiados de Yan Yunis, en el sur de Gaza hace 61 años. Militante de Hamas desde su fundación, en la Primera Intifada de 1897, líder de los servicios de inteligencia de Hamas (Organización de la Yihad y la Predicación), y fundador en 1988 del servicio de seguridad interior (Majd) fue condenado a varias cadenas perpetuas acusado de dirigir las ejecuciones de colaboracionistas con Israel.
Pasó 22 años en prisión liderando el frente de cárceles, de 1989 hasta 2011, cuando fue liberado en un intercambio de un millar de prisioneros por el tanquista israelí y rehén Gilad Shalit.
Número dos de las brigadas de Hamas, sucedió naturalmente a su fundador, Salah Shehade, muerto con su familia en su casa por el bombardeo de un caza israelí (de EEUU) F-16 en 2002
En 2017 pasó a dirigir a Hamas en el interior, mientras sus máximos dirigentes se exiliaban en Qatar.
Los ´hamasólogos”, que los hay, interpretaron su nombramiento como el triunfo de los sectores más duros y alineados con Irán, lo que vieron confirmado con la incursión del 7-0.
Tras la muerte del que fuera primer ministro de Gaza, Ismail Haniyeh, en un bombardeo en Teherán, Sinwar fue nombrado su sucesor al frente de Hamas en la Franja, en Cisjordania y en el exterior. Ambos siguen la estela del martirio de su fundador, el jeque Yasin (2004).