Un mayor número de camas hospitalarias no es un sinónimo automático de un mejor servicio de salud, pero tener mayores infraestructuras, probablemente, ayuda. Alemania, por ejemplo, contó en 2022 con 766 camas hospitalarias por cada 100.000 habitantes. En Austria fueron 672. En el Estado francés, 550. Los tres países se sitúan claramente por encima de la media europea, que fue de 516. En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, por contra, el promedio fue de 332, menos de la mitad que en los hospitales germanos. En Nafarroa, la cifra es algo mejor, ya que llega a las 390, pero sigue estando muy lejos del estándar comunitario.
Esto ayuda a explicar, quizá, que la estancia media hospitalaria en la CAV sea considerablemente menor que la de algunos de los países europeos de referencia. Frente a los 6,3 días de 2021 en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, en Alemania fueron 8,9, en Austria 8,5 y en el Estado francés, 9.
Todos estos datos provienen de los datos estructurales relativos al ámbito de la salud actualizados a principios de diciembre por Eustat. Se trata de un ejercicio que permite comparar algunos indicadores de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa con los Estados europeos y superar, de esta manera, la habitual comparación con otras comunidades autónomas del Estado español. En algunos casos, es posible encontrar en los datos de Osasunbidea los mismos indicadores para Nafarroa.
Deberes pendientes en financiación
En cuanto a los indicadores relativos al gasto en salud, también puede observarse que la CAV queda lejos en varios puntos. Por ejemplo, el gasto de las administraciones públicas en el ámbito sanitario supone el 6,5% del PIB en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. La cifra está casi dos puntos por debajo de la media europea, que es de un 8,4%, y a una enorme distancia de países como Alemania (10,9%), el Estado francés (10,1%) o Suecia (9%).
Donde sí está por encima del promedio de la UE es en el porcentaje de gasto sanitario respecto al gasto público total. Dicho de modo más sencillo: las administraciones públicas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa invierten el 15,8% de todo su gasto en el ámbito sanitario, cuando la media europea es del 14,7% –aunque hay países como Alemania que destinan el 20,5%–.
Este punto deja intuir otra realidad. Si la inversión sanitaria sobre el PIB es menor que la europea, pero el gasto sobre el presupuesto es mayor, significa que el presupuesto en la CAV es proporcionalmente menor que en el conjunto de Europa, algo que puede tener que ver con la falta de soberanía de las instituciones vascas, pero también, sobre todo, con una menor presión fiscal. Es decir, se recaudan menos impuestos y se dispone de menos fondos públicos.
En cuanto al dinero contante y sonante, los datos de Eustat cifran en 3.775 euros por habitante el gasto corriente en salud. Se trata de una cifra ligeramente por encima de la media europea (3.685 euros), aunque queda lejos, de nuevo, de países de referencia como Alemania (5.317 euros), Estado francés (4.302) y Suecia (4.363).
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que se trata del gasto corriente, lo cual incluye el gasto público, pero también el privado. Es decir, incluye los seguros privados. Eustat no ofrece el dato sobre la inversión pública por habitante, pero hay razones para dar por hecho que se sitúa por debajo de la media europea.
Esta realidad se intuye a través de otro indicador. En el conjunto de la UE, el 81,3% del gasto corriente en salud es gasto público. Es decir, corre a cuenta de las administraciones públicas. En Alemania, el porcentaje es del 86,7% y en el Estado francés, del 84,7%. En la CAV, por el contrario, la cifra baja al 69,8%. La parte del pastel de la sanidad privada es considerablemente mayor en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa que en el conjunto europeo.
Médicos en el presente y en el futuro
En cuanto a la cifra de médicos, aunque la falta de profesionales suele ser esgrimida por Lakua como una de las principales causas de la crisis de Osakidetza, lo cierto es que Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tienen más médicos con licencia que varios países de referencia. En este caso no hay media europea, pero las tablas de Eustat muestran que en 2021 había en la CAV 689 médicos colegiados por cada 100.000 habitantes, por encima de los 657 de Alemania, los 628 de Bélgica o los 599 del Estado español. Eso sí, no se especifica cuántos de los facultativos trabajan en el servicio público y cuántos en la sanidad privada.
Hay otro indicador que, sin embargo, apunta a un problema ya existente y que puede ir a peor. Se trata de la cifra de estudiantes que se gradúan como médicos cada año. La media europea en 2022 fue de 15,5 graduados y graduadas por cada 100.000 habitantes, cuando de la EHU-UPV salieron ese año 11,5. La cifra repuntó a 12,9 en 2023, lejos todavía de la media europea –no hay datos comunitarios para 2023–.