Consejos para surfear con éxito esta nueva ola reaccionaria
Tras una primera etapa que dejó una sensación de zozobra global, la segunda temporada de Trump en la Casa Blanca promete emociones fuertes, y no necesariamente positivas, al contrario. En este contexto, FrameLab ofrece varios consejos para salir airoso ante el rearme de las ideas reaccionarias.
Igual que la cuesta de enero barre con ímpetu el confeti y la alegría navideña, la investidura de Donald Trump dentro de dos semanas amenaza con sacudir todo conato de esperanza, mientras da nuevos bríos a la internacional reaccionaria. Esa que aupada en la mentira, la crueldad y la falta de empatía lleva años recorriendo el planeta cual jinete del apocalipsis. No son buenos tiempos para la lírica, ni para nada que suene a progreso, justicia y democracia.
Es verdad que los precedentes no son buenos –el año pasado fue un desastre y los anteriores no lo envidian–, pero la Ley de Murphy también rige la política internacional, que entra en 2025 con casco y chaleco antibalas.
En este contexto, George Lakoff (autor de ‘No pienses en un elefante’) y el periodista Gil Duran han publicado en su revista digital FrameLab unos propósitos de Año Nuevo para intentar sortear e incluso enfrentar con éxito esta sombría etapa de la historia. Un listado de consejos «para mantener viva la democracia» dirigido sobre todo al público estadounidense, pero aplicable también a toda esa parte de la humanidad que mantiene encendida la alerta roja.
Huir de la desesperanza
«Sé valiente», animan en primer lugar, al tiempo que invitan a eludir la impotencia y la desesperanza.
Según indican en su particular hoja de ruta, «los autoritarios quieren que te sientas impotente porque eso facilita su trabajo», de modo que, sostienen, «el valor, la fe y el optimismo son esenciales». Y como «el fascismo se alimenta de cinismo y pesimismo», emplazan a «matarlo de hambre». «Ningún régimen –recuerdan– dura para siempre», pero por si acaso y para acelerar el proceso, instan a los y las lectoras a poner de su parte «para garantizar la supervivencia de la democracia».
Lakoff y Duran proponen, además, «cultivar la empatía», sentimiento que cotiza a la baja y una de las primeras víctimas de los regímenes autoritarios, cuyas estrategias «dependen de la deshumanización, la demonización y la división».
«Haz todo lo posible por comprender los sentimientos y las perspectivas de los demás», sugieren, pues la empatía «es un poderoso antídoto contra el fascismo y el odio» y «no puede haber democracia sin ella». Pero no solo hay que ser empático, también hay que estar centrado frente a actitudes que «intentan abrumarte con ataques constantes para mantenerte distraído y desequilibrado».
«El caos y la provocación constantes son una estrategia para socavar la libertad y el Estado de derecho», sostienen los creadores de FrameLab, que impelen a no perder de vista «el panorama general». «Limita tu consumo de redes sociales, que están diseñadas para destruir tu capacidad de atención y manipular tu cerebro», advierten al respecto.
Comunidades empoderadas
De igual modo, creen que para derrotar al autoritarismo que representan Trump y compañía «será necesario un movimiento de ciudadanos comprometidos».
Por ello, instan a ser «proactivo», a participar en la comunidad –ayuntamiento, consejo escolar, asociaciones de vecinos...– y asistir a protestas y a reuniones. «Tienes más poder del que crees. Decídete a participar. Construye el poder local», emplazan, ante la convicción de que «los regímenes autoritarios se fortalecen socavando las instituciones locales e ignorando las voces de la comunidad», y que «una democracia fuerte comienza con comunidades empoderadas».
A crear comunidad se refiere también el siguiente propósito de Año Nuevo. Pero una comunidad de verdad, con «conexiones reales». Según señala, «una de las formas en que los regímenes autoritarios aíslan a la gente es fomentando el miedo y la desconfianza», de forma que para hacerles frente anima a contraatacar «construyendo relaciones sólidas con vecinos, amigos y compañeras de trabajo». Conectar «más allá de las diferencias políticas», y fortalecer «el tejido de tu comunidad».
Partiendo de esa lógica, y fijándose en el extremo contrario, Lakoff y Duran alertan de que «las redes sociales están plagadas de trampas que se aprovechan de la indignación y el engaño». «Bloquéalas y busca fuentes de información legítimas basadas en la verdad y la realidad», zanjan, al tiempo que proponen suscribirse «a medios de comunicación de confianza para que el periodismo sobreviva: lo necesitaremos más que nunca».
En la misma línea, piden hacer siempre «una comprobación básica de los hechos antes de compartir memes, textos o historias» y no difundir «historias falsas o teorías conspirativas, aunque desees que sean ciertas, aunque te parezcan divertidas». «Una vez que ya no podemos discernir los hechos de la falsedad los autoritarios ganan. No estés en el lado equivocado de la guerra de la información», reclaman.
Exigir responsabilidades
Desde FrameLab también invitan a compartir mensajes positivos siempre que sea posible, ya que «Trump y los de su calaña quieren que el país esté enfadado, temeroso y polarizado, porque este es el terreno del que crecerán sus políticas más oscuras», una valoración aplicable a personajes de igual perfil en estas latitudes.
Además, creen fundamental «exigir responsabilidades a los dirigentes, a las empresas y a las instituciones» e insistir en la rendición de cuentas. «La corrupción y la injusticia se marchitan bajo la luz del escrutinio», apostillan.
Añaden, a modo de recordatorio, que «Trump no actúa solo. Es una marioneta de poderosos aspirantes a oligarcas que quieren un gobierno de los multimillonarios, por los multimillonarios y para los multimillonarios». También en este caso esta afirmación vale para otros mandatarios aquí y allá.
A juicio de Lakoff y Duran, «cuando el pueblo estadounidense se dé cuenta de que el país está siendo dirigido en beneficio de un puñado de multimillonarios codiciosos, la marea cambiará». Eso todavía está por ver, pero en todo caso, ellos insisten: «desenmascáralos».
Ese listado también propone aprender de la historia, dado que «el autoritarismo, la oligarquía y la tiranía no son inventos nuevos». «Estudia los movimientos pasados a favor de la democracia y la justicia para comprender qué funciona y qué no. Desde el Movimiento por los Derechos Civiles hasta los esfuerzos de resistencia en regímenes autoritarios de todo el mundo, la historia está llena de lecciones e inspiración para guiarnos en nuestra lucha actual».
Un mensaje, por otra parte, que no nos resulta ajeno en este país que sobrevive y resiste a sur y norte del Pirineo.
Los fundadores de FrameLab invitan también a apoyar a los artistas y las artes. Destacan que «la literatura, la música y el arte son cruciales para una sociedad sana y una democracia que funcione», de modo que abogan por financiarlos y apoyarlos de todas las formas que se pueda.
«Los artistas, músicos y escritores ayudarán a inspirar los cambios que necesitamos. Compra entradas, compra arte. Compra libros y léelos (o escúchalos)», enfatizan.
Celebrar las victorias
Pero no hay que escuchar solo a los artistas, también hay que hacerle caso al propio cuerpo, y a la mente. «Cuídate», recomiendan Lakoff y Duran, apuntando que «esta será una época difícil». Ya lo está siendo.
Según apuntan, «salvar la democracia requerirá mucha energía, pasión y resistencia», de modo que «cuida tu salud, duerme mucho, bebe mucha agua, haz ejercicio», y recuerda: «estamos todos juntos en esto».
Además, y como no todo van a ser malas noticias, hay que «celebrar las victorias». «El camino hacia la preservación de la libertad y la democracia será largo y difícil, pero es esencial reconocer los avances cuando se producen», señalan. Acertadamente, porque a veces eso no se hace. De esto también sabemos algo en estos lares.
«Celebrar las victorias, por pequeñas que sean, puede mantener viva la esperanza», insisten, apostillando que «el optimismo y el espíritu son importantes».
El largo listado de FrameLab concluye con un breve apunte: «Persiste. La persistencia es la mejor resistencia». Una apelación en toda regla a apretar los dientes.
Pero como dijo un reconocido filósofo vasco, no hemos venido a este mundo para resistir, sino para ganar. Así que junto a este surtido de recomendaciones, no está de más recordar, lo hacen Lakoff y Duran en su artículo, la siempre pertinente lista de propósitos de Año Nuevo que el cantautor Woody Guthrie, autor de la célebre ‘This Land Is Your Land’, hizo en 1943, un año en el que la oscuridad también se cernía sobre nuestro planeta: «Trabaja más y mejor; lee muchos libros buenos; mantén en marcha la máquina de la esperanza; ayuda a ganar la guerra, vence al fascismo; despierta y lucha». No queda otra.