Patxi Zabaleta
Abogado

Amma y el valor de CAN

Ha habido demasiado  pocas reacciones con respecto a la venta del Grupo Amma por parte de La  Caixa a la entidad Maisons de Famille por 220 millones de euros en el paquete iban cinco centros de Navarra: Argarai, Oblatas, Betelu, Mutilva e Ibañeta.

En Navarra durante la época de UPN estuvo vigente el «Plan Gerontológico» que se prorrogó una y otra vez obstruyendo sus evaluaciones y dando pie tanto a ayudas de estos centros durante su puesta en marcha en porcentajes muy elevados y asegurando su rentabilidad mediante convenios estables y bien dotados. Por lo tanto en la transferencia de estos activos se han trasmitido también toda una serie de fondos provenientes de subvenciones y ayudas en sus diferentes formas.
    
El conjunto de los 31 centros trasmitidos por La Caixa provenían fundamentalmente de Banca Cívica, pero en todo caso la importancia estructural de estos activos en la política de bienestar social de Navarra es muy cualificada. No cabe olvidar que el desafortunado Plan Gerontológico premió la privatización del sector de bienestar social desde los presupuestos públicos, en detrimento además de las iniciativas sociales sin afán de lucro.
    
CAN representaba el 29,1% del capital social de Banca Cívica y La Caixa adquirió Banca Cívica por el precio de 979.000.000 de euros, a razón de 1,97€ la acción, efectuando un canje de acciones como forma de financiación de dicha absorción. Además tuvo que devolver al Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria, FROB 977.000.000 de euros que había recibido Banca Cívica en 2011.
    
La operación financiera de la absorción de las cuatro cajas de Banca Cívica (CAN, Caja Sol, Caja Canarias y Caja de Burgos) convirtió a Caixa Bank en el primer grupo de intermediación financiera y la forma en que se efectuó, canje de acciones, fue en buena medida basado en aumento de capital y autocartera, por lo que con tres o cuatro ventas de activos como la descrita ya se ha amortizado la operación.

El precio de 284 millones de la CAN en la absorción (29,1 de 979.000.000) se puede dar también cuasi amortizado con la venta de activos: Las cinco residencias, numerosos créditos,  activos inmobiliarios y otros activos financieros.

Otra cosa es el valor de la CAN, que un par de años antes estaba cifrado en balances en más de mil millones de euros pero que antes de la alocada expansión de Goñi con el «tú decides» por Madrid, Cataluña, La CAV etc. Estaba cifrada en tres veces más.

Precio y valor. ¿Cómo es posible que la Caixa haya premiado empresarialmente la gestión de Goñi y Sanz haciéndolos accionistas de pincho banquete y dieta cuando el balance de su gestión salta a la vista del precio y del valor que estamos comentando?

Pero al margen de lo que la segunda comisión investigadora del Parlamento pueda avanzar con respecto a la primera la venta de las cinco residencias del grupo Amma en Navarra, que no ha sido objeto de reacción política de entidad constituye una ocasión para dos reflexiones, de calado histórico por un lado pero de repercusión de futuro por el otro: Una es la venta sin condiciones de activos logrados con subvenciones públicas, por lo menos en parte y otra es el oscurantismo en la gestión de la CAN por UPN y sus satélites prostituyendo para ello la idea del Fuero.

El que una entidad pueda trasmitir sin condiciones activos que se han constituido en buena parte mediante subvenciones es un precedente no admisible. La deslocalización industrial y la política de vivienda de protección oficial está llena de malos ejemplos a este respecto que habrían de atajarse en la legislación foral de subvenciones y de contratos públicos mediante un condicionamiento a este respecto. ¿Cuánta subvención recibió Amma Navarra por la puesta en funcionamiento de esas cinco residencias trasmitidas y cuánta ha sido la ventaja económica de la política de bienestar social para ellas? ¿No debería haberse pactado una opción en caso de venta? Por desgracia todos sabemos que los sucesivos titulares de las consejerías de bienestar social de los gobiernos de Navarra… No estaban para pensar en esas nimiedades (¿?).

Desde 1979 hasta 2011 UPN y sus acólitos obstruyeron la democratización de los órganos rectores de las cajas, incumpliendo legislación expresa vigente y no derogada y con la monserga falsa de que eran entidades forales. Y eso fue desde el inicio hasta la ruina. La peor corrupción ha sido siempre la de apariencia y cobertura legal.

Lamentablemente el caso de CAN no es el único mal ejemplo, pues ahí están las otras cajas vascas con sus inversiones en Lehman Brothers, bancos-paraísos etc.            

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