Jon Ander Etxebarria Garate

Análisis de la situación después del desastre acontecido en Valencia

Lo primero que hay que tener en cuenta, ante cualquier posicionamiento, es que los hechos acontecidos siempre deben estar en el ámbito de la verdad, ya que el hecho como tal, es el que es, el problema son las interpretaciones, y, estas se pueden hacer desde la subjetividad más absoluta, o, bien, desde lo más próximo a la objetividad, porque todos tenemos dentro de esa objetividad una cierta subjetividad.

Mi intención es el poner algo de raciocinio en todo este desastre, porque si no se hace, será pan para hoy, hambre para mañana. Yo lo hago desde el punto de vista de exigir responsabilidades a la administración, pero exigiéndolas sin apostar por teorías que en el fondo no dejan de ser un cierto «hooliganismo» en el que se ha convertido la política actual, alejándose de lo que debe ser la libertad de opinión en un estado democrático. También hay que decir que este «hooliganismo» que siempre ha estado presente en el oficialismo de los partidos políticos al uso, también se da en la disidencia, comprándoles, en algunas ocasiones, su mismo discurso, pero en sentido contrario.

Es cierto, que ante el despropósito acontecido por la administración y los partidos políticos, estos deben hacer frente a sus responsabilidades, pero, previamente, deben acometer la restauración de todos los daños ocasionados a los ciudadanos valencianos, y, teniendo sobre sus conciencias, los fallecidos.

¿Cómo se va a realizar esa restauración? ¿Cometiendo los mismos errores? En esta catástrofe se está focalizando el tema en los avisos de alertas, en la llegada tardía de efectivos para ayudar a las personas, etc., lo cual, siendo extraordinariamente importante, no deja de ser corregir el desastre, en vez de prevenir como se tendría que haber hecho, desde hace muchos años, y con diferentes administraciones, donde la prevención ha brillado por su ausencia.

El problema de esta falta de prevención, antes que lamentarse, como ahora ocurre, nos implica a todos, cierto que a la administración y a los gobernantes en una mayor medida, pero también al pueblo llano.

El Estado español siempre ha ignorado algo que es esencial como es la ordenación del territorio, y eso nos lleva a que tenemos que darnos cuenta, que hay que exigir a la administración, gobernantes y partidos políticos, el que no se puede construir en sitios que son potestad de la propia naturaleza, como son barrancadas, arroyos, ríos, marismas, etc., porque al final la naturaleza siempre va a reclamar lo que es suyo, ¿van a restaurar a los ciudadanos valencianos de todas sus pérdidas de bienes, pero en zonas cercanas a su lugar, donde no se ocupen torrenteras, barrancadas, ríos, etc.? Es que si no es así, dentro de unos años podría volver a ocurrir lo mismo.

¿Cuál es la razón para que ahora que se supone que está la izquierda gobernando, y, no me refiero al PSOE (al no considerarlo izquierda), no haya, en un estado, donde en determinadas zonas, siempre han existido las gotas frías, una verdadera planificación de la ordenación del territorio? La razón, a mi parecer, es que la izquierda ha comprado el discurso, que es propio de la derecha y la supuesta socialdemocracia socialista, que es el desarrollismo puro y duro especulativo.

¿Por qué ha comprado la izquierda ese discurso? Igualmente, y, a mi parecer, por haber adoptado la agenda 2030, como si fuese una nueva religión con total «hooliganismo», donde el culpable es el ciudadano, a estilo de lo que fue la iglesia con el catolicismo, los culpables somos nosotros por pecadores, pero lo que no se da cuenta la izquierda, es que esta agenda está diseñada por el globalismo neoliberal, apostando claramente por un sistema de capitalismo exagerado donde el puntal esencial son las multinacionales, llegando al punto de que cualquier persona que tenga más de una duda razonable sobre esta agenda, es un «negacionista» y lo que es peor se le tilda de ultraderecha. Creo que la izquierda está incurriendo en un craso error, y, más pronto que tarde se dará cuenta a lo que está llevando este posicionamiento, precisamente todo lo contrario a lo que ellos supuestamente dicen defender.

Por otra parte, en las redes, circulan demasiadas cosas, y, hay que decir que no todas son verdad. Dejando clara la incompetencia de quienes nos gobiernan y el interés de las autoridades para tapar todo lo puedan, la realidad, es que situaciones como esta, no dejan de ser un caldo de cultivo, que queda al albur de la demagogia de la ultraderecha, y, yo la verdad, tengo alergia y huyo de cualquier salvador de la patria.

Por lo tanto, y, por esa incompetencia de nuestros gobernantes, se debe exigir el que hagan frente a sus responsabilidades, y, como atañe a todo el espectro político, de todo lo malo y desastroso que han sido estas inundaciones, se tendría que sacar la conclusión de que el pueblo debe tomar conciencia para autogobernarse, de forma que la dependencia del estado y todas sus administraciones cada vez sean menos necesarias.

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