Iñaki Uriarte
Académico insumiso de la Ría

Asier Abaunza, cónsul de Bilbao

Tal día como el 22 de junio de 1511, se creó el Consulado, Casa de Contratación y Juzgado de los hombres de negocios de mar y de tierra y Universidad de Bilbao. Esta institución se ocupó de la conservación de la Ría, así como de las relaciones mercantiles, rigiéndose por las conocidas y pioneras Ordenanzas de la Ilustre Universidad y Casa de Contratación de la M.N. y M.L. Villa de Bilbao. Las primeras aprobadas en 1531.

Su influencia declinó al ser suprimidas ciertas competencias, cuando se creó en 1811 la Comandancia de Marina y Capitanía del Puerto, que acapararon atribuciones sobre la navegación en la Ría. La posterior implantación un Código de Comercio, basado en las citadas Ordenanzas, igualitario de aplicación en el Reino en 1829, derogó toda la normativa existente de carácter comercial, por lo que desapareció el Consulado y sus funciones: Junta de Comercio, y Tribunal de Comercio establecido en 1830, que con el paso del tiempo dio lugar a la constitución de las Cámaras de Comercio. Bilbao solicitó la creación de un organismo de tal rango que recogiese el espíritu del Consulado, por lo que se constituyó la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao, la «primera del Reino» el 28 de mayo de 1886.

Heredera del Consulado de Bilbao, como máxima autoridad de la Ría y Puerto de Bilbao y sus actividades económicas, le corresponde el reconocimiento de personalidades que han destacado por su compromiso con el desarrollo de la ciudad y sus gentes en su trayectoria personal y profesional con el nombramiento de Cónsul.

Su misión es «llevar el nombre de Bilbao con orgullo por todo el mundo, propagar las virtudes del trabajo, honradez y hospitalidad de los bilbaínos y bilbaínas, y que todas sus actuaciones estén dirigidas al mayor engrandecimiento y prosperidad material y espiritual, de Bilbao y de sus gentes».

Y así se ha procedido durante años en una vistosa ceremonia que se celebra en este día y se inicia desde la Iglesia de San Antón, junto a donde se situaba esta institución, y finaliza en el salón del Consulado en Euskal Museoa. En la actualidad, desde el episodio de la pandemia no se realiza, pero se restablecerá próximamente.

Por todo ello y vista su trayectoria como concejal en el Ayuntamiento de Bilbao por el PNV desde 2007 con atribuciones que atañen a la Ría, el político Asier Abaunza Robles, ingeniero agrónomo y especialista en predicción y evaluación de impactos ambientales, así se presenta, y actual concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, no hay duda de que es la persona más digna de tal distinción.

Su brillante gestión, permitiendo los abrevaderos alcohólicos, y corrales acristalados, ampliando espacios públicos para los bares, ha dado a la «urbarización» el sobrenombre de «Aceras Abaunza». Y especialmente por su trascendencia cegando con absurdos puentes para un innecesario tranvía, la navegabilidad por la Ría, evidencia de que ha entendido magníficamente la historia de Bilbao, que «fue puerto antes que villa». Se ha atrevido a lo que nadie hizo en los más de 700 años de su existencia y arruinar el contexto de la presencia del Itsasmuseum, una lección que el futuro del urbanismo sabrá valorar. Por lo tanto, es quizá después de Evaristo de Churruca y Brunet (1841-1917) la personalidad más grande que ha intervenido en la Ría del Ibaizabal o de Bilbao. Y, consecuentemente, sin duda alguna, justo merecedor del honor, para mayor gloria de la Villa, de ser designado cónsul de Bilbao y recibir la medalla que lo acredita.

Todo con el sistemático beneplácito, ya que carece de criterio alguno, del ilustre alcalde Juan Maria Aburto, ambos representan la excelencia en el gobierno municipal, como jamás había conocido Bilbao desde por lo menos cuando se aprobó el Plan del Ensanche en 1876.

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