Jon Ander Etxebarria Garate
Exdecano del Colegio de Biólogos de Euskadi

Cuando la toma de decisiones tiene que conllevar las responsabilidades correspondientes

La Consejería de Sanidad del Gobierno Vasco junto con los profesionales sanitarios van a iniciar las campañas de vacunación de la gripe y de la covid. Como novedad nos han establecido la vacunación de la gripe a los menores, con el único fin de proteger a las personas mayores que se van a vacunar tanto de gripe como de la covid.

En primer lugar, hay que decir que si se vacunan a menores para que estén protegidos los mayores, la medida es totalmente carente de evidencias científicas, ya que no se tienen datos que avalen lo que nos dice la Administración y los profesionales sanitarios, porque en ningún momento se había vacunado a los menores, y, por lo tanto, no existe estadística epidemiológica que lo certifique científicamente.

En segundo lugar, habría que decir que si se vacuna a los menores, al menos de forma leve, cuando no con mayor gravedad, los menores van a coger gripe, por lo que esa supuesta protección a los mayores no existiría.

En tercer lugar, si la razón científica es la de vacunar a los menores para esa supuesta protección a los mayores, los profesionales sanitarios y la Administración nos están diciendo a las claras que realmente, ellos mismos, no creen ni en la vacuna covid, ni en la vacuna de la gripe.

En cuarto lugar, se ha demostrado y, se está reconociendo, que la vacuna covid ha generado efectos adversos y fallecidos, y, sobre todo, cuando con sus propios datos oficiales se han dado bastantes más fallecidos por/con covid en vacunados que en no vacunados, por lo que no entiendo como los profesionales sanitarios no se plantean ni la mínima duda razonable respecto a que estas vacunas no son la solución, y, a que cuando un medicamento no cumple con la función de curar, al menos se debe establecer una moratoria y parada de su administración, con el fin de estudiar los datos que se tienen a disposición.

Ante este despropósito, considero que tanto a los profesionales sanitarios y en especial a la Asociación Médica de Pediatría, como a los políticos de los diferentes partidos y al Gobierno Vasco, se debe exigir que se responsabilicen de sus decisiones, en aspectos tales como:

    • ¿se va a responsabilizar la señora Gotzone Sagardui, y como representante de mayor rango en Euskadi, el señor Urkullu, de los efectos adversos y fallecimientos que pudieran ocasionar las inoculaciones de gripe y covid?
    • ¿se van a responsabilizar los profesionales sanitarios de estos efectos adversos y fallecimientos en las personas mayores, a las que se les va a vacunar tanto de gripe como covid?
    • ¿se van a responsabilizar los pediatras de los efectos adversos de esas inoculaciones de la gripe en menores y, de aquellos, que en base a su decisión adquieran la gripe y perjudiquen a sus mayores?
    • ¿tanto en el caso de los mayores como en el de los menores, van a prescribir los profesionales sanitarios, la receta correspondiente con su firma y número de colegiado?
    • ¿nos harán públicos y con total transparencia cuántos profesionales sanitarios y, en especial, pediatras se han vacunado de la gripe?, ¿y de la covid?
    • ¿nos harán públicos los datos en los que con total transparencia nos informen de los casos adversos y fallecidos de los menores en relación a la vacunación?
    • ¿nos harán público, cuantos mayores vacunados han enfermado de gripe y de covid, y cuantos han fallecido?


Señores del Gobierno Vasco, señores de los partidos políticos, señores profesionales sanitarios, va siendo hora de que, ante este nuevo despropósito carente de ciencia, se responsabilicen de sus actos, ya que estos los llevan a ejecución con total decisión libre, cosa que los ciudadanos no la tuvimos con la pandemia debido a su restricción de derechos y libertades, con medidas de total corte antidemocrático y propio de épocas oscuras de nuestro pasado.

Es por ello, por lo que animo a que tanto, los aitas-amas, como las personas mayores se planteen, al menos una mínima duda razonable, antes de tomar la decisión de inocularse y de inocular a los menores, y por supuesto exijan el informe de salud correspondiente donde los profesionales sanitarios expongan las razones por las que prescriben, con un informe de proporcionalidad, en donde se recoja que los beneficios van a superar a los perjuicios, por supuesto avalado con su firma y número de colegiado.

Con este procedimiento al menos los ciudadanos tendremos la posibilidad de exigir esas responsabilidades que ellos mismos tendrían que autoexigírselas a sí mismos.

Recherche