Iulen Lizaso Aldalur

Desigual, seguro…, ¿injusto?

El hecho de que en período de crisis la electricidad haya subido (70%) el doble que en el resto de la UE, estando el 17 en poder adquisitivo, nos sitúa en el cuarto país con la electricidad mas cara.

El hecho de que nos hayan invitado amortizar las infraestructuras fallidas (centrales termoeléctricas de ciclo combinado mayormente paradas) que las empresas eléctricas construyeron cuando la demanda estaba cubierta y en decrecimiento, nos lleva a que de 100 euros que pagamos en la factura eléctrica, entre 60 y 70 corresponden a conceptos fijos al margen del consumo... va contra el ahorro pues incentiva el consumo y la contaminación.

Similar a la futura fórmula de pago de basuras, ya que las plantas de Zubieta se amortizarán en 35 años, pagando los ayuntamientos el 85% de la inversión en función del número de habitantes y el 15% restante por las toneladas llevadas. Es una mas de las particularidades añadidas que vamos a tener en Gipuzkoa derivada de la crisis de la guerra de las basuras; va contra el ahorro, la separación de residuos, minimización de errefusa y contaminación ambiental

Referida a subidas consumada de tasas, la anterior coincide con la entrada del nuevo equipo de GHK en 2.015 con un 20% a la errefusa a vertederos y 91% a la orgánica llevada a plantas de compostaje, en total contradicción con la jerarquía y recomendaciones de la UE que prima con incentivos la separación de materia orgánica y penaliza la generación de errefusa.

Del 6 al 8 de febrero Girona acogerá la Fira sobre «Ciudades in Progress» para escuchar a representantes institucionales de grandes ciudades a la cabeza en el ranking mundial de separación de materiales para reciclar-compostar. Alcaldes de ciudades en torno al millón de habitantes, entre las que se halla Seúl (10,2 millones de habitantes) con el 62%, Adealida (70%), San Francisco (80%), Amberes (54%), Milán (54%), Munich (51%); otras tan turísticas y población parecida a Donostia (30%), Liubliana (65%), Parma (73%), San Remo (65%), Oxford (61%)... ¿La clave? Es conocida y practicada en algunos pueblos de Gipuzkoa, Catalunya y la Catania italiana con tasas hasta de separación del 85%.

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