A intervención del ministro de Cultura del Gobierno español Ernest Urtasun (Sumar), en el Congreso de los Diputados (28/02/2024) apelado sobre la imposición política de una subsucursal del Guggenheim en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai es oportuna por su declaración: «genera graves problemas» desde el aspecto urbanístico y medioambiental, y que «cultura y medio ambiente van siempre de la mano», ha motivado que el PNV caracterizado por su insensibilidad cultural, replicase. El neoliberal lehendakari Imanol Pradales mostrando su arrogancia bizkaitarra, calificó de «preocupantes e hirientes» dichas palabras que aprecia «pura ideología», incapaz de entender que por su autoridad cultural podía pronunciarse sobre un asunto que el Estado tiene competencia, alegando que se entrometía en conceptos ajenos a su ministerio: sobre el medio ambiente. Como si se trataran de dos materias diversas y discordantes.

Urdaibai, por su vulnerabilidad exige una permanente armonía con la naturaleza, su razón de ser, desde sus atributos fluviomarítimos, la vegetación circundante, paraíso para las aves y la fauna, el control de las infraestructuras de comunicación, las tipologías constructivas, sus materiales y color hasta el silencio como cualidad espacial.

Debe considerarse la responsabilidad de cualquier implantación no solo por su morfología y ubicación, sino de las consecuencias de su actividad, aglomeraciones humanas que provocan, clase de empleo y personal que generan. Con apariencia de museo, es una maniobra política para manejar el territorio, amenaza que la población de Busturialdea ha percibido y respondido con una contundente energía social en la manifestación de octubre de 2023 y posteriores concentraciones ante la fábrica Dalia.

La intromisión del parlamentario en el Congreso español, Aitor Esteban del PNV a cambio de apoyos al Gobierno que el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico haya accedido a una prevaricadora decisión es mercadear con la naturaleza. La modificación de la Ley de Costas, que define la protección del litoral en 100 metros reducida a 20. Acuerdo presentado como triunfo lo que es revelación de una ideología especulativa característica del partido. Por la ilegalidad del proceso, el carácter atentatorio a la dinámica mareal y su ámbito de respeto ha sido ya denunciado, cuya favorable resolución esperamos a pesar de los antecedentes de los tribunales estatales.

Cuando el ministro de Cultura, amparado por la Constitución se manifiesta, está valorando la Reserva, además de su cualidad ambiental, también en lo que es competente, un territorio cultural con singulares referencias inexorablemente vinculadas al entorno donde se sitúan.

Advierte del riesgo de entrometer construcciones que no están avaladas por una carencia social o necesidad cultural, sino por un propósito con intereses lucrativos encubiertos por una trama política hábil en estos turbios asuntos.

Urdaibai no necesita un colonialismo urbanístico especulativo de imposición política y apariencia artística que no resuelve sus problemas estructurales sociolaborales. Constituye en sí mismo un museo integral, de kilómetro 0. Síntesis de una naturaleza con mar, isla, acantilados, playas, ría, montaña, creadoras de un excepcional territorio paisaje y un patrimonio cultural con valores propios de una idiosincrasia autóctona que a lo largo de la historia ha desarrollado en este paraje el pueblo vasco.