Parlamentaria, europarlamentario y patrimonio vasco
La Unión Europea no puede ni debe dedicar un solo euro a la alteración y destrucción del legado cultural vasco
Recientemente en el Consejo de Europa se ha firmado un acuerdo entre el Parlamento Europeo y los países de la Unión Europea sobre el próximo presupuesto de la UE a largo plazo y el NextGenerationEU, una iniciativa temporal concebida para impulsar la recuperación posterior a la covid-19, que será más ecológica, digital y resiliente, no solo para las situaciones actuales, sino también para el futuro.
Al Estado español le corresponden 140.000 millones de euros, entre trasferencias, 72.700 y préstamos 67.300. Eusko Jaurlaritza presentó el 11 de agosto un listado de propuestas por valor de 11.603 millones de euro al Gobierno de España para que se incorporara en el conjunto de peticiones desde las autonomías, y naciones que todavía estamos bajo dominio español, sean financiadas por la UE mediante los citados fondos financieros. Dando por supuesto que la primordial preocupación y necesidad social compartida en Euskal Herria como en el resto de Europa es la sanidad de toda la población, de los residentes y la de los que continuamente migran de continente huyendo de la miseria.
En esta lista de objetivos presentada pensando que Euskal Herria es solo Bizkaia y los demás territorios son alrededores (frases habituales como Bilbao capital, eje, modelo de, etc. producto de una embriaguez localista de tetrabilbainos (por los cuatro costados) y bien servida por ETB(ilbao).
Entre las propuestas favorecidas figuran dos tóxicas, Petronor e Iberdrola, empresas cuya actitud ecológica es muy precaria, más bien una pose y cuyos consejos de administración son refugio remunerado de delincuentes de toda índole desde criminales fascistas a ladrones (pseudo) nacionalistas. En relación a Iberdrola, hace pocos días se ha cedido al Museo de Bellas Artes de Bilbao el mural Lemoiz Gelditu pintado en 1980 por Vicente Ameztoy, José Luis Zumeta y Carlos Zabala “Arrastalu" en el que describe al modo del Cenáculo (la última cena) de Leonardo da Vinci un concilio en torno a una mesa de reuniones de todas las trajeadas fieras, víboras y cocodrilos de la época, con el anagrama de Iberduero, que pretendían nucleizar la costa vasca con el apoyo total del PNV, y cuyo actual consejero de Cultura ha acudido a celebrar la cesión del cuadro que evidencia y retrata a sus antecesores en el Gobierno. Si la central de Lemoiz no se puso en funcionamiento fue gracias al empeño de un grupo de personas muy concienciadas con el medio ambiente, el país y la hecatombe que se presentía respaldada por una gigantesca oposición social y la intervención final de ETA. Por lo que no es admisible que para admirar este reivindicativo mural-manifiesto la sociedad vasca, que es la propietaria moral del mismo, deba pagar la entrada. Esto es un impuesto contra revolucionario.
Asimismo, el listado incluye la petición de más dinero para que el AVE, disfrazado de TAV al atravesar Euskadi, con destino desconocido en Europa continúe proporcionando billetes, no de tren, a los de siempre, los dos partidos en el poder vascongado y sus constructoras adheridas y benefactoras. Sí de infraestructuras ferroviarias se trata hay dos trazados obsoletos con una de las velocidades comerciales más bajas de Europa de suma importancia social en la articulación del país. La línea de Euskotren Bilbao-Donostia y el tramo Bilbao-Karrantza (51 km) de la línea hacia Santander y su ramal a Balmaseda (33 km). Similar análisis merece el obsoleto por frecuencias y velocidad trazado Gasteiz-Iruña-Castejón para la vertebración con el sur de Euskal Herria, Erribera.
Pero también se incluyen dos propuestas de apariencia cultural destinadas a atraer manadas de turistas. Una, el proyecto de ampliación en discontinuidad del Guggenheim Bilbao Museoa, que en realidad seria Guggenheim Busturia Museoa, consistente en destrozar la Colonia Escolar Infantil Nuestra Señora de Begoña, una excepcional arquitectura inaugurada en su primera fase en 1925 emplazada en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai junto la Ría de Gernika-Mundaka para construir allí un museo. La otra, el anteproyecto, en trámite, de ampliación y reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbao una propuesta invasiva, inculta que deforma el actual bello edificio de 1945 y su ampliación en estilo moderno de 1970, que se pretende imponer ignorando e infringiendo reiteradamente toda la legislación relativa a la protección cultural y paisajística (Ley 6/2019, de Patrimonio Cultural Vasco). De nuevo la negra mano del PNV aparece en un proceso indubitativamenrte corrupto desde sus inicios.
La Unión Europea no puede ni debe dedicar un solo euro a la alteración y destrucción del legado cultural vasco que es una parte más de la muy diversa riqueza cultural que compartimos la ciudadanía de este continente. Un patrimonio cultural común para una Europa comunitaria.
Por todo ello solicitamos a la portavoz del Grupo EH-Bilbu Mertxe Aizpurua en el Parlamento español que advierta del enorme error que supondría financiar la brutalidad cultural, disfrazada, de ampliación museística. Con el mismo criterio al eurodiputado vasco Pernando Barrena para que en la medida de sus posibilidades inculque que unos fondos europeos, el euro civilizado, debe partir de la premisa inicial de la imperiosa ayuda sanitaria. Pero otras dotaciones deben dirigirse a proyectos con criterios de respeto medioambiental y cultura. Su bondad no está ni en el colonialismo, Guggenheim, ni en el colosalismo, Bellas Artes Foster.
Estos fondos, comunitarios, si en parte se dedican a la cultura debe hacerse con un criterio en el que Euskal Herria se muestre en el escenario europeo como un pueblo con una idiosincrasia muy singular legado de una civilización, lengua y cultura ancestral con expresiones de gran relevancia que parten de actividades primarias como el pastoreo hasta tecnológicas contemporáneas en la máquina herramienta pasando por una serie de deportes genuinos que nos identifican como una sociedad creativa.
Todo este repertorio de particularidades podría resumirse en dos propuestas museísticas propias, la creación de un Museo del Juego de Pelota (cuyo proyecto incluso ya está hecho para Azkoitia junto a los frontones oteizianos). Y un Museo de la Industria y la Técnica cuyo emplazamiento más interesante es el edificio de Molinos Vascos de 1924 en el muelle de Zorrotza de Bilbao, al que incomprensiblemente el Gobierno Vasco se opone. Esta es la deprimente situación de las prioridades.