Santiago Tainta Ausejo
En representación del Comité de Empresa del Personal Docente e Investigador de la UPNA

Precariedad del personal docente e investigador laboral de la UPNA

En la Universidad Pública de Navarra hay dos tipos de personal docente e investigador (PDI): el que es funcionario del Estado (profesorado titular y catedrático) y el que tiene un contrato laboral. Este último agrupa a 1.184 personas, aproximadamente un 74% del total del PDI. El comité de empresa representa al PDI laboral de la UPNA y a través de este medio queremos exponer la situación de precariedad que vive este colectivo.

En la universidad cuesta mucho llegar a ocupar un puesto de trabajo permanente a tiempo completo. Para poder iniciar esta carrera y ocupar una plaza como profesor-investigador a tiempo completo, es requisito indispensable haber realizado estudios de máster, realizar una tesis doctoral y contar con méritos como publicaciones en revistas académicas, asistencia a congresos internacionales, participación en proyectos de investigación, estancias en centros de investigación de referencia, etc. Este proceso, que se alarga 5 o 6 años tras la finalización del grado, requiere un trabajo muy exigente y de gran desgaste. Pero cumplir estos requisitos solamente habilita para poder concursar a una plaza a tiempo completo, de carácter interino y por un máximo 6 años, como profesor ayudante doctor.

A ello se suma un agravio salarial, ya que la remuneración de este puesto en la UPNA es un 21% inferior a la que ofrece la UPV/EHU al profesorado del mismo tipo. Es decir, por cada 100 euros percibidos en la UPNA se perciben 120 en la UPV/EHU. La brecha es aún mayor si se compara el salario de este colectivo en la UPNA con el del profesorado de Educación Infantil y Primaria (grado) y de Secundaria (grado + máster), quienes perciben, respectivamente, un 25 y un 40% más. Es decir, por cada 100 euros percibidos en la UPNA se perciben 125 en Educación Infantil y Primaria y 140 en Secundaria y Bachiller. Ante esta situación, no es de extrañar que existan dificultades para atraer a personas que quieran realizar carrera académica en nuestra universidad. Los datos hablan por sí solos.

Tras 6 años como ayudante doctora o doctor, es necesario volver a opositar para obtener una plaza de carácter permanente, siempre y cuando estas se convoquen. Para ello, se requiere reunir méritos adicionales en docencia, investigación, gestión y transferencia del conocimiento para conseguir una evaluación positiva de la (temida) Aneca (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación). Una verdadera carrera de obstáculos.

Dentro del PDI a tiempo parcial, cabe destacar la labor del profesorado asociado. Se trata de profesionales que trabajan fuera de la universidad y llevan a las aulas su experiencia y conocimiento. Su papel es de gran relevancia en la formación del alumnado, ya que este profesorado aporta, de primera mano, su conocimiento sobre el ejercicio de una profesión. La situación de este colectivo ha empeorado desde la reforma de Bolonia, ya que tanto la evaluación continua del estudiantado como los procesos de aseguramiento de la calidad de las titulaciones han incrementado notablemente la carga de trabajo sin que ello se refleje en los salarios de este profesorado.

Es el momento de corregir esta situación de precariedad que viene arrastrándose desde hace años, mantenida por Gobiernos de diversa ideología, así como por diferentes equipos rectorales. Ello requiere el compromiso de todos los partidos políticos y del Rectorado: del Gobierno de Navarra esperamos que cumpla con la financiación del 1% del PIB que exige la LOSU (Ley Orgánica del Sistema Universitario), y del Rectorado que priorice la inversión de la partida económica que recibe del Gobierno de Navarra en mejorar las condiciones laborales del profesorado no funcionario de la UPNA.

Actualmente, se está elaborando la nueva Ley Foral de Universidades, así como los presupuestos del próximo año. Asimismo, el Comité de Empresa del PDI contratado está negociando el nuevo Convenio colectivo con el actual equipo rectoral. Esta es una gran oportunidad para poner fin a esta situación gravosa y de gran precariedad del PDI laboral de la UPNA. Si queremos una universidad competitiva y retener el talento de la juventud navarra, tenemos que ofrecer una trayectoria laboral cuando menos digna, que invite a iniciar y desarrollar una labor docente y de investigación de la que se beneficia toda la sociedad navarra.

Las trabajadoras y los trabajadores de la UPNA vamos a luchar para que se reconozcan condiciones de trabajo y salarios dignos para este colectivo, ya que la universidad es clave para la sociedad navarra: para el desarrollo del sector agrícola y ganadero, del tejido industrial, de la tecnología y las alternativas energéticas, de la educación y los cuidados, de la conservación del patrimonio y de la memoria, de la abogacía y la judicatura, de la medicina, la enfermería, la fisioterapia... Hay mucho en juego, no podemos perder esta oportunidad.

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