Iulen Lizaso Aldalur

Tardará lo que un embarazo

Hoy el meollo y lo que cuenta de todo este enredo provocado, es la situación hospitalaria, que a tenor de lo que nos dicen los periódicos es imposible conocerla de manera fehaciente

Terminamos este segundo año de la tercera década del siglo que corresponde a la vigesimosegunda centuria después de Cristo. Todo un enredo de palabras, a encuadrar dentro del barroquismo literario al uso y de datos al confuso, en el tratamiento político-mediático del covid19. Pero al verse obligados a publicar datos para «justificar» las medidas anticovid, tratan de confundir, informando de manera complicada sobre lo que no se quiere informar...

Terminamos el año 2021 (qué diferente leguaje para decir lo mismo), y ello nos sitúa en el mismo punto de partida que a primeros de 2020.

Hoy el meollo y lo que cuenta de todo este enredo provocado, es la situación hospitalaria, que a tenor de lo que nos dicen los periódicos es imposible conocerla de manera fehaciente. Su menú literario al uso es: casos, contagios, infectados, inmunizados, vacunados, no vacunados, asintomáticos… dice poco. Lo que de verdad importa y no dicen, es el número de enfermos en las plantas covid, pero por separado en sus dos causas mayores, aunque clínicamente no reconocidas: 1) afectados por la inyección y 2) afectados por el covid.  

La sintomatología de los primeros, aunque no tiene que ver con sintomatología covid, la asimilan a variantes xovid (delta, ómicron), para evitar constar como efectos secundarios. Los del segundo, pueden y no, estar vacunados, pero por medio de una maniobra administrativa y no médica en el registro hospitalario, una persona ingresada y vacunada, si enferma o fallece antes de cumplir los 15 días tras el pinchazo, se le registra paciente «no vacunado ingresado con o por covid». Por medio de este perverso aliviadero-trampa político-estadístico, dada la alarmante crecida de efectos secundarios dejaría de pertenecer al grupo de vacunados, y quedaría sin el Pase Sanitario, que dicho sea de paso, no lo solicitan para donar sangre, tampoco PCR, todo fácil… ¿cómo entender?

La inyección génica anticovid como la mayoría de vacunas modernas, contiene muchos metales pesados. El análisis de sangre Dimero D, determina el nivel de metales pesados en sangre. Si de verdad quiere saberse de manera fehaciente si la causa del ingreso es covid o por los componentes de la vacunas, se hace imprescindible realizar ese análisis en todos los pacientes en plantas covid.

A diferencia de los económicamente incentivados PCR, esta prueba diagnostica en vida, lo mismo que las autopsias tras morir los pacientes, pero desde hace casi dos años, la única prueba médica de diagnóstico ha sido la PCR, muy rentable y apropiada para modular a la carta la estadística política y nada más, ya que la estadística médica la tienen escondida como el santo grial.

En la bien incentivada prensa de Vocento, leemos: «Los no vacunados y los inmunizados que han ido perdiendo protección copan las UCI». Seguro que es cierta, pero parcialmente, ya que entre esos declarados «no vacunados» habrá muchos sin cumplir los 14 días desde la inyección, que es el período en que se manifiestan la mayor parte de los efectos del pinchazo. Si tras esa llamada, acudieran los de la tercera pauta y también el resto aún no pinchado, Euskadi estaría a la cabeza de la UE junto a Gibraltar con el 100% vacunado.

Es posible que a través de un titular tan infantilizado, acuda una nueva remesa de personas a por la tercera dosis, pero difícilmente los nunca pinchados. Ese teórico 10%, comprende una ciudadanía bien informada, muy concienciada en el civismo responsable y sentido de la mesura en el gasto público, que carecen nuestros gobernantes. Inamovibles, mientras no se de ese debate científico-político entre las partes, con la estadística médica real sobre la mesa. Minoría que sabe que en Gibraltar el 100% de la población está confinada con graves efectos adversos por la vacuna. Israel y Reino Unido parecido, porque a los meses se pierde protección y vuelta a vacunarse eternamente… hasta morir.

Según esa misma prensa, si de una semana a otra, los contagiados o positivos se incrementan en mil «casos», la alarma ciudadana que levanta, clama tomar medidas de «bien común». Qué diferente sería si informaran a esa misma gente que también de esa semana a la siguiente se han hecho mil PCR más. Con estas falacias, confeccionan la estadística clínica que leemos en los medios de prensa a todo color, exentos de rigor… y sin el más mínimo pudor.

Consecuencia de la incitación al odio por parte de estos periodistas en labores de mercenarios mediáticos al servicio de farmacéuticas y gobernantes serviles, hoy se dan a la caza de brujas, coerción y muerte social a los no vacunados por falta del pase sanitario, ingenieria emocional e industria del pensamiento; dos servicios en pago a los incentivos recibidos de quienes ya van entrando en pánico, ante la inesperada cantidad de efectos secundarios, y ver que se aleja la posibilidad de que en enero EMA autorice nuevas pautas de vacunación.

Ello obliga a presionar con incentivos a gobiernos, colegios médicos, jefes de plantas hospitalarias y ámbito docente. Así, han autorizado inyectar a menores de entre 5 y 11 años (650.000 dosis de arranque), tras la incertidumbre del destino de millones de dosis en stock a punto de caducar para unos pocos miles de brazos adultos dispuestos… y se quieren cebar con los socialmente más inocentes y médicamente más fuertes. ¿De verdad que estamos ante un problema sanitario o mas bien de control mafioso y sometimiento poblacional?

Ya nos anuncian la sexta ola y se van tomando medidas restrictivas de derechos fundamentales, que asfixian aún más a pequeñas empresas hosteleras, incrementan el paro, generan más pobreza familiar y merman el ánimo y la salud de la ciudadanía… ¿se debe al covid19 y sus variantes?

Según el diario digital Impacto España Noticias (IEN) tomado de la agencia Sureste Press: «Frente a la veintena de muertes diarias por covid, se están produciendo casi 100 fallecimientos de más diarios sin que se sepan las causas».

Es la denuncia del investigador de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) Rafael Cascón Porres, experto en analizar el registro de fallecimientos MoMo. Termina el informe mostrando su sorpresa: «Lo que tiene poco sentido es que estos datos solo valgan para sacar unos informes sobre exceso de mortalidad y no se busque la causa»… que cada cual deduzca.

«Sí, a la vacuna voluntaria, porque ha demostrado su valor para la salud…», escribió en GARA el miembro de EH-Bildu y confeso de haberse vacunado Joseba Álvarez. ¿propaganda o desinformación?

Una izquierda abertzale, que nunca ha creído nada al oficialismo, y hoy profesan dogmas de credulidad, como en ese «por el bien común» que publicita el lehendakari Urkullu, con el que tratan de justificar las medidas represivas anticovid y vacunación masiva. Pastores de sus rebaños y lacayos cumplidores de la agenda 20-30, pasarán a la historia de este pueblo, como gran impulsor de la pobreza sociosanitaria y económica que jamás se ha conocido en la rica Euskal Herria, y en las hasta hoy solidarias y combativas personas, hoy súbditos… a quienes muestran despreciar.

Decirles a ambos, Sr Urkullu y Sr. Otegi, que debido a la desestructuración convivencial, desafección relacional, presión, depresión y represión psicológica en lo personal y comunitario que se dan en familias, ambientes laborales y ámbitos sociales, particularmente, celebraré el día que les llamen a sentarse en el banquillo. Tardará el mismo tiempo que tarde en descubrir esta farsa sanitaria, sus respectivas congregaciones de crédulos… pero llegará.

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