Hace unos días nos llegó desde el Parlamento una buena noticia; desde ahora en adelante ninguna persona jubilada que viva en Navarra cobrará menos de 1.035 euros.

Para todas las personas jubiladas, sobre todo mujeres, que han sobrevivido con pensiones ridículas de unos cientos de euros, supone cierto respiro.
Detrás de esta decisión, se reconozca o no, está el grito permanente de cantidad de personas jubiladas, unas con problemas económicos y otras solidarias que llevamos ininterrumpidamente gritando en las calles «terrorismo es no llegar a fin de mes».

Al mismo tiempo, queremos expresar esta seria preocupación: hace no mucho tiempo el Parlamento decidió una pequeña subida a las pensiones mínimas, pero esa subida no llegó a muchas jubiladas necesitadas, porque esa subida estaba supeditada a la declaración de la renta y es tan poco lo que algunas perciben que no tienen por qué hacer esa declaración. Esto ahora no debe suceder. El Gobierno tiene los suficientes medios para hacer llegar esa subida a todas esas personas. Lo contrario sería digno de desprecio.

A pesar de que esa subida es francamente positiva, nos falta mucho camino por recorrer hasta conseguir para todas las personas jubiladas unas pensiones dignas, ahí tenemos la recomendación de la Carta Social Europea, muy por encima de esa cantidad.

En esas estamos hasta conseguirlo, sabiendo que ello también repercutirá en quienes todavía no han llegado a la jubilación.