Antonio Álvarez-Solís
Su fallecimiento es una gran pérdida para el verdadero periodismo, ese periodismo hecho desde la valentía, desde una libertad sin ataduras y servidumbres.
Antonio es una esas personas que, con su conocimiento, sensibilidad, cultura y compromiso, rubrican la hondura de este bello y necesario oficio entendido como un servicio público al servicio de la Humanidad y no del poder.
Entrañable, juicioso, atrevido... este buen periodista nos amó, nos quiso... admiró profundamente a nuestro pueblo, a nuestra cultura, a nuestro idioma, a nuestra historia. Siempre se mantuvo a nuestro lado.
Eskerrik asko Antonio gure ondoan beti egoteagatik, ohore handia izan da zure laguna izatea.