Incineración y salud: «conocemos los riesgos, seamos responsables»
«Conocemos los riesgos. Seamos responsables» reza el eslogan de la actual campaña del Gobierno Vasco para la prevención de los accidentes de tráfico. Esta frase oficial está, precisamente, pensada para la salud. Nuestras instituciones deberían ser ejemplo del significado de la misma, pero vemos que en el tema de la incineración y la salud, después de casi medio año dando a conocer los riesgos, no vemos responsabilidad. Quizás no nos hemos explicado bien o no nos han entendido bien. Es por ello que, cubriendo ambas posibilidades, nos preguntamos:
¿Qué parte de estos datos no han entendido?: Aumento del 30% de labio leporino y 55% de malformaciones renales. Aumento del 29% en cánceres de hígado y 14% de cáncer de pulmón, así como aumento de mortalidad por esas causas. Aumento del 84% de mortalidad por cáncer de pleura y un 24% de vesícula, entre otros.
¿Qué parte de la afirmación de que no los hemos hecho nosotros (GEIS/OEIT), que tan solo somos unos mensajeros de los datos de resultados de estudios de calidad hechos por investigadores de prestigio internacional, no han entendido?
¿Qué parte de que tienen a su disposición las referencias y los estudios completos que así avalan los resultados de que informamos no han entendido?
¿Qué parte de que pueden consultarlos con sus investigadores de confianza no han entendido? ¿Qué parte de las respuestas que hemos dado a sus estudios no han entendido? ¿Qué parte de que estamos dispuestos a reunirnos con ustedes para explicárselo todo no han entendido?
¿Qué parte de que estamos dispuestos a afrontar un debate público, transparente y en igualdad de condiciones con quien piense diferente a nosotros para que nos cuenten y contestarles a las bondades de la incineración que un día sí y otro también aparecen en la prensa no han entendido?
¿Qué parte de lo que significa el Principio de Precaución no han entendido?
¿Qué parte de que nosotros no tenemos nada que ganar ni perder en este problema no han entendido?
Quizás no es que no hayan entendido, quizás es más grave, quizás es que no quieren entender. Es muy preocupante que unos responsables políticos desprecien de este modo la verdadera participación ciudadana, como lo es una postura razonada, investigada y constructiva por parte de unos profesionales de la salud, cuya experiencia es el contacto diario con la enfermedad.
Esta realidad, diáfana y fácil de entender por cualquiera, hace que sus propios votantes tengan/tengamos dudas de una actitud suya tan poco entendible ¿Qué nos están ocultando? Estas actitudes tan solo alimentan la cada vez mayor desconfianza hacia la clase política.
La palabra imposición, que tanto utilizaron cuando estaban en la oposición, la están llenando de contenido con la imposición y falta de diálogo de la que están haciendo gala con el tema de la incineradora de Donostia.
Señores, nos da miedo que no nos hayan entendido, pero nos da más miedo todavía que lo que realmente quieran es no querer entender. Hipotecar nuestro dinero con la licitación de las obras, antes de tener un debate sincero, transparente y público sobre el tema, no es más que una huida hacia adelante que, lejos de avanzar en la solución del problema, lo hace aún más tortuoso, dados los posibles problemas que puedan aparecer. Señores licitadores, tengan cuidado, ustedes también tienen derecho a conocer la información que se les está ocultando.
Seguimos estando a tiempo. Seguimos a su disposición.