Espectacular silueta que recuerda a un moai, sin duda el monolito más emblemático de la sierra de Sarbil. (Iñaki VIGOR)
La cruz de los cencerros se vislumbra en lo alto de la Peña del Cantero. (Iñaki VIGOR)
Impresionantes paredes rocosas que hacen las delicias de los escaladores. (Iñaki VIGOR)
Hendidura que separa las paredes verticales. (Iñaki VIGOR)
Uno de los habituales buitres de la zona, posado en una roca. (Iñaki VIGOR)
Escalones tallados en la roca. (Iñaki VIGOR)
Vista general de la pared. (Iñaki VIGOR)
Buitres leonados, en las soleadas repisas donde crían estas aves. (Iñaki VIGOR)
Un ejemplar, en pleno vuelo. (Iñaki VIGOR)
Puente metálico que permite salvar con comodidad un gran precipicio. (Iñaki VIGOR)
Formaciones rocosas que se pueden observar en la zona. (Iñaki VIGOR)
Estela montañera que se recorta con la pared rocosa de fondo. (Iñaki VIGOR)
Un escalador mide sus fuerzas en pleno ascenso. (Iñaki VIGOR)
Una estilizada formación rocosa se recorta en el cielo azul. (Iñaki VIGOR)
Desde la Peña de los Cencerros se divisa gran parte del valle de Etxauri y de Iruñerria. (Iñaki VIGOR)
Descenso con la ayuda de cuerdas. (Iñaki VIGOR)
Escalada por la peña con Elomendi de fondo. (Iñaki VIGOR)
Vista de las paredes de piedra. (Iñaki VIGOR)
Enigma y belleza natural en la escalada a la Peña de los Cencerros
El enigma de una cruz con dos cencerros colocada en la cumbre en 1728 y la belleza natural del lugar se combinan en la Peña de los Cencerros, también conocida como Peña del Cantero, una gran mole de paredes verticales desgajada del cordal rocoso de la sierra de Sarbil, cerca de Etxauri.
06 AVR. 2018
