
La cadena humana, a su paso por la Plaza Circular. (@gara_rpascual)

Gigantes en el Puente del Ayuntamiento. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

La cadena humana, con la Universidad de Deusto al fondo. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

Pañuelo mediante, o estrechando las manos, la cadena humana ha recorrido Bilbo. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

La reivindicación se ha mezclado con el ambiente festivo. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

Junto al Guggenheim. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

La cadena pasa por debajo de la escultura ‘Mamá’, junto al Guggenheim. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

Serpenteando junto a la Ría de Bilbo. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

Eslabones de todas las edades. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

Tampoco los más jóvenes se han perdido la cadena humana. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

Serpenteando en la Gran Vía. (June PRIETO/FOKU)

Otra imagen de la Gran Vía. (June PRIETO/FOKU)

En la Gran Vía. (June PRIETO/FOKU)

Una txaranga ameniza la jornada. (June PRIETO/FOKU)

Voluntarios ultiman todos los detalles. (June PRIETO/FOKU)

Ignasi Termes, Aurora Madaula o Mireia Boya, entre otros, en el kilómetro solidario con Catalunya. (June PRIETO/FOKU)

Elisenda Paluzie, presidenta de la Assemblea Nacional Catalana. (June PRIETO/FOKU)

Andoni Ortuzar, Itxaso Atutxa y Juan Mari Aburto. (EAJ)

La cadena humana, a su paso por la Plaza Circular. (@gara_rpascual)

Gigantes en el Puente del Ayuntamiento. (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)
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Una marea por el derecho a decidir serpentea por las calles de Bilbo
La cadena humana organizada por Gure Esku Dago, que ha reunido a 175.000 personas entre Donostia y Gasteiz, ha serpenteado por las calles de Bilbo, que se ha mostrado plural y multicultural.
10 JUIN 2018