[Reportaje AQUÍ] Durante más de trescientos años sus incursiones fueron temidas. En cuatro continentes (sí, en cuatro) asaltaron, comerciaron, exploraron y se establecieron. Sus dioses y sus guerreros, pero también su sentido de la belleza, marcaron una era. Hoy, como hicieran hace diez siglos, vuelven a Inglaterra y toman al asalto el Museo Británico, de donde prometen no salir hasta el 22 de junio, por lo menos. La exposición “Vikingos - vida y leyenda” echa por tierra uno de los grandes tópicos sobre este legendario e indómito pueblo nórdico, aquel que sostiene que se trataba de guerreros invencibles... pero poco sofisticados. Pues resulta que no, que no eran tan bárbaros como quisieron hacernos creer. La exhibición abrirá sus puertas el 6 de marzo en la nueva galería Sainsbury, construida especialmente para este tipo de muestras temporales. Se trata de la primera gran exposición que el museo dedica a los vikingos en treinta años y ha sido organizada junto con el Museo Nacional de Dinamarca y el Staatliche Museen de Berlín, ciudad a la que se trasladará la exposición una vez cierre sus puertas en Londres el 22 de junio. El British Museum mostrará objetos no vistos antes en Gran Bretaña, junto con otros de su colección permanente y procedentes de Irlanda, además de los restos de un barco de 37 metros de largo hallado en un fiordo de Dinamarca.