CDC y ERC han acordado esta tarde que los programas de sus candidaturas para las elecciones del 27 de setiembre «deben dejar claro, como punto primero y destacado, que votarlas supone un pronunciamiento favorable a la independencia de Catalunya», según el preacuerdo que ambas formaciones han firmado esta tarde sobre la hoja de ruta para dichos comicios, que tendrán «carácter plebiscitario» y servirán «como mecanismo legal para conocer la voluntad del pueblo catalán sobre su futuro político, substituyendo el referéndum que se impidió realizar».
Así consta en el documento hecho público por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que apadrina el preacuerdo junto a Òmnium Cultural y la Associació de Municipis per la Independència (AMI). La Assemblea ha informado además de que los firmantes del documento mantienen conversaciones con la CUP «para ampliar y construir un espacio común referente al proceso constituyente», y que MES-Moviment d'Esquerres (exsocialistas críticos) fijará su posición en una reunión el próximo 17 de abril.
De hecho, MES, junto a EUiA, ya había firmado el principio de acuerdo dado a conocer hace dos semanas. El documento hecho público hoy, que se convertirá en acuerdo oficial en el momento en que el president, Artur Mas, firme el decreto de convocatoria de elecciones, no es sino la continuación de aquel primer principio de acuerdo.
Se trata, sin embargo, de un texto algo menos inconcreto, que fija un periodo de 10 meses tras las elecciones para elaborar un proyecto de texto constitucional «mediante un mecanismo participativo que permita reunir más voluntades al proyecto a través de un proceso constituyente abierto». En el mismo periodo se contempla la «creación y puesta en funcionamiento de las estructuras necesarias del nuevo estado», así como el «ejercicio de los actos de soberanía necesarios para construir el nuevo país».
En paralelo, siempre que haya mayoría independentista, se realizará una declaración soberanista inicial «como anuncio e inicio del proceso hacia la proclamación del nuevo Estado». Un proceso que culminará «en un periodo máximo de 18 meses» y durante el cual se intentarán negociar las condiciones con el Estado español, así como con las instancias internacionales.
El final del proceso, según se lee en el preacuerdo, llegará con un «referéndum vinculante sobre el texto constitucional», cuyo resultado positivo llevaría a la proclamación de la independencia y a la elección de un nuevo Parlament «ya en el nuevo marco constitucional». «A partir de este momento, negociar las nuevas formas de relación con el Estado español y la Unión Europea», concluye el preacuerdo firmado por ambos partidos con fecha de hoy.