Miles de personas, 12.000 según la organización, han secundado esta tarde en Gasteiz la manifestación convocada en el 40 aniversario de la muerte de cinco obreros por disparos de la Policía el 3 de marzo de 1976 y han reclamado justicia y que sean reconocidos por el Gobierno español como «víctimas del terrorismo».
La marcha, organizada por los sindicatos ELA, LAB, ESK y Steilas, ha partido a las siete de la tarde de la céntrica plaza de la Virgen Blanca.
El objetivo, al igual que cada 3 de marzo desde hace 40 años, era rendir homenaje a los cinco fallecidos, a los más de cien heridos en aquellos hechos, muchos de ellos de bala, y a las otras dos personas que murieron en Basauri y Tarragona en manifestaciones solidarias organizadas días después en protesta por lo ocurrido en la capital alavesa.
Familiares de las víctimas y representantes sindicales y de la Asociación 3 de Marzo han encabezado la marcha.
Representantes de diferentes formaciones políticas se han sumado a la marcha, hasta las inmediaciones de la iglesia San Francisco de Asís, en el barrio de Zaramaga.
En la protesta de esta tarde han participado también allegados del fallecido en Tarragona así como miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores.
Durante casi una hora de trayecto los participantes han proferido gritos como «Herriak ez du barkatuko», «Borroka da bide bakarra», «Policía asesina» o «Dónde está la justicia universal».
Al llegar a la Plaza del 3 de Marzo, familiares de dos víctimas han leído un manifiesto en el que han destacado que «el olvido» que han sufrido «durante años parece que ha llegado a su fin» por los numerosos actos convocados en este 40 aniversario.
No obstante, han exigido al Gobierno español, al igual que ha hecho el Parlamento autonómico, «que reconozca la verdad de lo ocurrido», ya que está «incumpliendo la legislación internacional» sobre crímenes de lesa humanidad y han pedido un «reconocimiento jurídico político de todas las víctimas del franquismo», dándoles un «trato idéntico» al de otras víctimas, al tiempo que han reclamado la implicación de las autoridades europeas.
También representantes de los sindicatos organizadores de la manifestación han subido a un estrado colocado frente a la iglesia y, además de pedir que quienes participaron en la «matanza» reconozcan lo sucedido, han animado a la clase trabajadora a seguir luchando para «un verdadero cambio político y social».
El acto ha concluido con un aurresku frente al monolito en recuerdo a las víctimas, que estaba cubierto de ramos de flores, la proyección de un vídeo con imágenes de 1976 en Gasteiz y música de ‘Campanades a morts’, la canción que compuso Lluís Llach por estos hechos.
Finalmente se han encendido bengalas rodeando el templo y se han disparado petardos para recordar aquella carga policial, antes de que los manifestantes entonaran «La Internacional».