1977/2024 , 29 de Abril

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Florence Pugh, una entrevista que ya apuntaba a una carrera en ascenso

Florence Pugh es una actriz británica que «apenas» despuntaba cuando Janina Pérez Arias le entrevistó hace siete años en GARA por su interpretación de Katherine en 'Lady Macbeth', papel por el que recibió un Premio de Cine Independiente Británico. A partir de ahí su carrera despegó y los reconocimientos se sucedieron. Por 'Mujercitas' recibió una nominación al Óscar como Mejor Actriz de Reparto en 2020 y también optó, ese mismo año, a un Bafta en la misma categoría. Uno de sus últimos trabajos ha sido en 'Oppenheimer'. En las siguientes líneas, recuperamos aquella entrevista publicada hace hoy siete años.

Florence Pugh posa en la alfombra roja de la 92º edición de los Óscar.
Florence Pugh posa en la alfombra roja de la 92º edición de los Óscar. (EUROPA PRESS)

Apenas está despuntando en el panorama cinematográfico, y ya esta joven intérprete inglesa está asumiendo papeles de envergadura. Como Katherine en la oscura y maravillosamente perturbadora 'Lady Macbeth', da muestras de su gran talento interpretativo.

«Las mujeres tendríamos que ser capaces de hacer tantas cosas como queramos, igual que los hombres»

Janina Pérez Arias

En 1865 fue publicada una novela breve titulada 'Lady Macbeth del distrito de Mtsensk'. La firmaba el ruso Nikolai Leskov y en ella se narraba la historia de una joven mujer de clase alta, casada a la fuerza y, sin embargo, con esperanzas de que de esa unión pudiera salir algo «bueno». Pronto se daría cuenta de su equivocación y el cúmulo de circunstancias, deseos, pasiones y oscuridades alimentaría una espiral de asesinatos.

La adaptación cinematográfica más reciente de esta historia (versionada por Alice Birch) se titula 'Lady Macbeth' y está dirigida por William Oldroyd, quien conserva la época, pero cambia el escenario, situando la acción en la campiña inglesa. Presentada en la pasada edición de Zinemaldia, este inquietante filme generó muy buenas críticas tanto de la prensa especializada como por parte del público.

«No se trata del Macbeth de Shakespeare», advirtió Oldroyd, director de teatro en su primera experiencia en la gran pantalla, «sino de lo que significa ese nombre que, aplicado a una fémina, es una imagen poderosa y denota que no se puede concebir que una mujer haga algo tan horrible al menos que no tenga satisfacción sexual o que esté llena de la crueldad más pura».

En este relato desprovisto de melodrama, Florence Pugh encarna a Katherine, quien se encara a la frustración sexual, a los sometimientos y maltratos por ser mujer, para luego saborear el poder en toda la extensión de la palabra, hasta el punto de cometer varios asesinatos.

A sus 20 años, Pugh asume no solamente su primer protagónico, sino sobre todo un rol que requiere un gran arrojo, cierta imprudencia y mucho talento para llevarlo a buen puerto, algo que logra con un sobresaliente.

¿De dónde proviene su fuerza interpretativa?

Me interesan mucho aquellos roles en los que la belleza física carece de significado. Eso lo aprendí en 'The Falling' (2014), mi primera película, dirigida por Carol Morley; es una mujer increíble cuyo trabajo gira en torno al feminismo. Durante el rodaje Carol no me dejó ver en ningún momento el monitor, me decía que si me miraba iba a ver cómo me veía y ella no quería que mi interpretación fuese en base a lo bonita que me veía, sino más bien que se sustentara en los sentimientos hacia mi personaje, decía que mi actuación tenía que provenir desde el corazón.

Eso es algo que se debe tomar en cuenta, porque en el momento que te fijas en lo «bien que te ves», tu interpretación cambia por completo. Yo creo firmemente que al asumir un rol deben prevalecer las sensaciones, las emociones, los sentimientos y la experiencia personal que le puedas aportar a tu rol.

Desde el punto de vista interpretativo, tenía muy claro lo que necesitaba mi personaje. Además del guion, que es extraordinario, es una historia fantástica, y William [Oldroyd, el director] forjó un trabajo maravilloso. En realidad no tuve que hacer mucho, lo que necesité fue ser honesta con mi personaje y dejarla ir al final, porque ella fue demasiado lejos y no podía atajarla.

¿Qué piensa de la naturaleza de Katherine?

Yo no creo que sea de naturaleza una mujer fría, ni mucho menos asesina. A lo largo de la historia vemos que se enfrenta a circunstancias que la hacen cambiar, su frialdad va creciendo. Al principio es una joven entusiasta, ingenua, emocionada en convertirse en mujer, en perder la virginidad, pero ya desde el principio todo se vuelve en su contra. Cuando a una mujer se le niega todo esto, supongo que acaba así, como ella. No es una sorpresa que tenga un amante [el sirviente Sebastian, interpretado por Cosmo Jarvis], ya que lo que quiere es que la toquen, que la amen, desea sentirse necesitada, aunque la situación se le vaya de las manos.

¿Qué lectura puede tener Katherine en el mundo actual?

Percibo a Katherine como una gran influencia para las mujeres, quitando lo del final, claro está; ella toma las riendas, se pone objetivos, se quiere divertir, quiere darle rienda suelta a su sexualidad, pero también busca la felicidad. Y todo eso nos debería de definir, porque las mujeres tendríamos que ser capaces de hacer tantas cosas como queramos, igual que los hombres. Y allí radica el poder de Katherine.

¿Cómo fue enfrentarse a un primer papel protagónico con el debut en la dirección de William Oldroyd?

Hace un año estábamos rodando en Newcastle, y desde su primera proyección esta película nos ha dado muchas alegrías. Sí, es mi primer papel protagónico, y me siento muy agradecida de haber tenido esta oportunidad. Es muy raro para alguien como yo, que no ha hecho mucho en el cine, obtener un rol como este, y que el director ponga toda su confianza en mis manos. William confió en mí y en todos los actores; nos dio la libertad de dar con la esencia de nuestros personajes, permitiendo así que cada uno de nosotros fuéramos parte de nuestros roles y de allí también proviene la fuerza interpretativa.