Cuentan que, dentro de la preocupación y la humillación que sintió al estar detenido en Madrid, el difunto Isidro Murga –uno de los primeros detenidos en el cierre de 'Egin' y Egin Irratia– sintió una gran felicidad en el momento en el que se enteró de que un nuevo diario, «con un pájaro que se llamaba Martín Garitano como director», había sustituido al proyecto de su vida en apenas 24 horas.
En situaciones mucho menos dramáticas, esa misma fue la reacción de buena parte de la sociedad de Euskal Herria que, herida y enojada, descubrió en su quiosco una nueva cabecera de referencia. Repasamos con el «pájaro de Bergara» esas frenéticas 24 horas del 16 de julio de 1998, «que no olvidaré en la vida».
Al margen del apoyo popular, imprescindible corazón de este proyecto comunicativo, aquella propuesta tan inconsciente como valiente de sacar un periódico a las 24 horas de que el Estado español hubiera cerrado otro por la fuerza, fue la mejor y más contundente respuesta que se pudo dar en aquel momento.
Recuerda Garitano que el cierre por la fuerza de 'Egin' y Egin Irratia los sorprendió estando en la calle, de fiesta tras haber celebrado la cena de despedida de soltera de Mertxe Aizpurua. «A la mañana siguiente, los que quedábamos del naufragio aquel nos reunimos en un piso de Hernani decidiendo qué hacer. Había opiniones de todo tipo, de acciones de protesta, de ir a un sitio o al otro... La gente estaba muy enfadada y preocupada. Entonces alguien, Juan Carlos Elorza, dijo. 'Somos periodistas ¿Qué necesita nuestra gente? Un periódico, pues vamos a hacer otro periódico'».
Una vez más, el añorado oñatiarra había dado en el clavo, la idea caló entre los reunidos y «comenzó un tiempo de locura, porque había que conseguir ordenadores, había que conseguir que alguien nos prestara la rotativa, había que conseguir papel... Había que improvisar muchas cosas y había que hacerlo con Hernani lleno de policías que andaban detrás nuestro. Y nosotros nos movimos con cierta cautela, pero también con cierta temeridad».
Con la adrenalina a tope, como miembro de la dirección de 'Egin', en el reparto de tareas, a Martín Garitano le tocó acudir al Hotel Aranzazu, a la convocatoria con partidos políticos y sindicatos, una cita no exenta de polémica, pues el PNV se negó a firmar el documento de condena y la convocatoria de manifestación nacional consensuados por el resto.
Director por accidente
De vuelta al despacho de Álvaro Reizabal donde se reunía el resto de dirigentes de 'Egin', fue cuando Martín Garitano se enteró de su nueva «misión». «Álvaro me dijo, 'Martín, ya tenemos periódico nuevo, tenemos cabecera legal y tú eres el director: Euskadi Información'».
¿Y de dónde venía, pues, esa mancheta que, de mediados de julio a finales de enero, cubrió el enorme vacío dejado por 'Egin'? «'Euskadi Información' era una revista, mensual o bimensual, que sacaba la izquierda abertzale para informar en Catalunya, Francia, Inglaterra, Italia... de la realidad represiva que se vivía en Euskal Herria. Un día estaba en la sede de Hera Batasuna con Jon Idigoras y se me acercó Pipe San Epifanio y me dijo: '¿Martín, tienes el carné por ahí, déjamelo?'. Le dejé el DNI español y volvió enseguida y me dijo: 'A partir de hoy eres el director de 'Euskadi Información'. Fíjate, yo era el director, pero el presidente del Consejo de Administración era Alfonso Sastre, y estaban también el propio Pipe, Álvaro Reizabal... una tropa. Y eso ahí se quedó, siguieron sacando la revista los que la hacían. Yo figuraba ahí y, cuando se dio la circunstancia de que había que buscar una cabecera, alguien se acordó. Llegué a la reunión, me lo dijeron y, si tiene que ser así, así será».
Superado ese obstáculo, no menor y, «sin tiempo ni para tener miedo, bueno un poco sí», los retos se multiplicaron, sin olvidar que paralelamente varios compañeros estaban arrestados y el futuro de unas 200 familias pendía de un hilo. El siguiente paso era encontrar ordenadores y contactaron con los compañeros de 'Egunkaria', que les hicieron un hueco en su redacción, sin ser muy conscientes de que el equipo de algo más de media docena de redactores de 'Egin' iban truncar la armonía que se estilaba en aquella redacción del polígono Martín Ugalde. Ahí se gestó la recordada portada con aquel mensaje tan potente, 'Egin, egingo dugu'».
Pero todavía hacía falta una rotativa con la que imprimir lo escrito y nadie se prestaba a ello. «Garzón, que se pavoneaba de haberse cargado un medio de comunicación en el corazón de Europa, se tomó muy en serio el asunto y el miedo era grande». En un principio, 'Deia' parecía en disposición de ceder su rotativa pero, al final, por presión de sus abogados y los problemas legales a los que se podían enfrentar, se echó para atrás.
Una imprenta robada por Lucio Urtubia
Y como la necesidad agudiza el ingenio, muy a última hora alguien, «creo que fue Sabino Ormazabal», se acordó que en Donostia, concretamente en Bidebieta, había un señor que tenía una imprenta vieja. Concretamente era de 1929 y no era una rotativa, sino que era plana, y era una máquina con su historia, porque era una máquina que fue robada por Lucio Urtubia en Francia.
Pero se consiguió hacer las planchas y, con la ayuda de trabajadores de 'Egin' que se acercaron para doblar aquellas ocho páginas, así salió el primer ejemplar de 'Euskadi Información'. «Me metí tarde en la cama y, a las ocho de la mañana, me llamó Almudena Cacho, para entrevistarme, desde Radio Euskadi. '¿Y cuántos ejemplares habéis editado?' Yo no tenía ni puñetera idea y le dije 50.000 ejemplares. En realidad eran 3.500 los que conseguimos editar artesanalmente, pero luego la gente empezó a multiplicar aquellos 3.500 ejemplares con fotocopias, vendiéndolos en los quioscos y aquello fue el principio de una aventura».
Otra carrera de fondo en la que, con el apoyo de una gran parte de la sociedad civil de Euskal Herria, se terminó llegando a meta con el nacimiento de GARA. El otro «bautizo más feliz» de Martín Garitano.