1977/2024 , 20 de Octubre

Ane Urkiri / Iñaki Soto
Entrevista
José Luis Rodríguez Zapatero
Expresidente del Gobierno español
José Luis Rodríguez Zapatero expone sus ideas en la entrevista concedida a 7K.
José Luis Rodríguez Zapatero expone sus ideas en la entrevista concedida a 7K.
Aitor KARASATORRE (FOKU)

Rodríguez Zapatero, en 7K: «Sin los ‘peacemakers’ en esa etapa final no se hubiera logrado el fin de ETA»

José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno español, reflexiona sobre el proceso de paz con ETA en esta entrevista concedida a 7K en el decimotercer aniversario de la conferencia de Aiete y el final de lucha armada de ETA, decretado un día como hoy, 20 de octubre. Asimismo, expone su visión sobre temas como la plurinacionalidad, los derechos humanos y la necesidad de perseverar en la construcción de un nuevo orden mundial que priorice la diplomacia.

En el decimotercer aniversario de la conferencia de Aiete, un momento decisivo en la historia de Euskal Herria –NAIZ hizo un monográfico en el décimo aniversario– donde figuras internacionales clave se reunieron para facilitar el proceso de paz, José Luis Rodríguez Zapatero –el que fuera presidente del Gobierno español entre 2004 y 2011, concedió a 7K una entrevista histórica. Nunca antes un expresidente del Gobierno español había procedido a charlar con este diario.

En ella, Zapatero aborda temas de gran calado político, tanto de su mandato como presidente del Gobierno español como de su visión actual sobre el panorama internacional. Rememora su llegada al poder en 2004 en un contexto marcado por el atentado del 11 de marzo en Madrid. A partir de ese momento, dice que se sintió comprometido con una política de pacificación y diálogo, tanto en el conflicto vasco como en lo internacional.

Se siente protagonista del proceso que condujo al fin de ETA, un proceso que considera uno de los pocos ejemplos recientes de resolución pacífica de un conflicto armado. No obstante, resta valor a las presiones de entonces para minimizar el impacto de la conferencia que se llevó a cabo con protagonistas de gran calado como el exsecretario general de la ONU Kofi Annan, Jonathan Powell, Gerry Adams, y Bertie Ahern, entre otros. 

De todas formas, resalta el esfuerzo de la izquierda abertzale, que «jugó un papel esencial en el proceso», así como la mediación de actores clave como los ‘peacemakers’. Al mismo tiempo, se muestra crítico con la falta de apoyo institucional para ciertos aspectos del proceso, como la falta de implementación de medidas acordadas en Oslo. Preguntado entonces si la hoja de ruta para el cese definitivo de ETA «era un pacto de Estado o era un pacto de Gobierno», el expresidente reconoce que «el Gobierno podía comprometer su tarea de Gobierno» y que «la derecha española no se sentía vinculada con lo de Noruega».

En relación con la violencia ejercida por el Estado durante el conflicto con ETA, Zapatero reconoce la existencia de casos de tortura, pero subraya que nunca formaron parte de la política gubernamental: «En mi etapa del Gobierno, si se produjeron, fueron, desde luego, al margen de la voluntad política y de la dirección política». Rechaza cualquier tipo de violación de derechos humanos y defiende la importancia de crear un relato colectivo sobre «el terrorismo, el sufrimiento y el fin de la violencia».

En cuanto a la cuestión de la plurinacionalidad en España, Zapatero defiende una visión abierta y plural, considerando que la globalización exige una cooperación política e institucional que no debe negar las identidades locales o nacionales. Sin embargo, enfatiza que cualquier avance en este sentido debe basarse en el diálogo, los consensos amplios y el respeto mutuo, y rechaza la confrontación.

En cuanto a la cuestión de la plurinacionalidad en el Estado español, Zapatero defiende una visión abierta y plural, considerando que la globalización exige una cooperación política e institucional que no debe negar las identidades locales o nacionales. Sin embargo, remarca que ahora «la prioridad es Catalunya» y que «esta legislatura va a ser muy prematura para abrir otras agendas» como la de la plurionacionalidad.

A nivel internacional, Zapatero expresa su creciente preocupación por el aumento de los conflictos bélicos y la crisis global. Se refiere al actual contexto internacional como uno de desorden bélico, en el que la violencia se legitima nuevamente, y critica la postura de potencias como EEUU y su alineación con Israel. Plantea que el futuro de la política internacional depende de un cambio radical en las relaciones entre países, que podría ser desencadenado por un gran discurso o un hecho político relevante, similar a los de figuras como Martin Luther King o Nelson Mandela.