1977/2024 , 18 de Noviembre

Iker Bizkarguenaga
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

Carta del FMLN al pueblo vasco, con Ignacio Ellacuría en el recuerdo

Con la guerra desarrollándose en toda su crudeza en El Salvador, y pocos días después de la muerte a manos del Ejército de Ignacio Ellacuría y otros cinco jesuitas, además de varias trabajadoras, el 16 de noviembre de 1989, el FMLN remitió a 'Egin' una carta dirigida al pueblo vasco.

Un mando del FMLN controla desde la catedral de San Salvador un acto popular de apoyo a la guerrilla durante las negociaciones de paz de 1992.
Un mando del FMLN controla desde la catedral de San Salvador un acto popular de apoyo a la guerrilla durante las negociaciones de paz de 1992. (Ezequiel BECERRA | AFP)

Tres días después de la muerte por elementos del Ejército salvadoreño, a las órdenes del coronel René Emilio Ponce, de varios jesuitas, entre ellos el vasco Ignacio Ellacuría, reconocido por su trabajo en el ámbito de la filosofía, su defensa de la Teología de la Liberación y su implicación en la promoción de un proceso de democracia real y de convivencia pacífica en El Salvador, y de varias trabajadoras de la residencia universitaria en la que vivían, 'Egin' publicó una carta abierta dirigida al pueblo vasco por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

En la misiva, el FMLN, creado en 1980 como un organismo de coordinación de las cinco organizaciones político-guerrilleras de izquierda que participaban en la guerra civil salvadoreña, agradecía la «hermosa y gigantesca solidaridad» que desde Euskal Herria llegaba al país centroamericano y a la lucha de sus clases populares.

Explicaba, asimismo, que «los escuadrones de la muerte del general Ponce» eran los responsables de la muerte de Ellacuría, cuya actitud agradecía públicamente, y de sus compañeros, y advertía de que continuaría «golpeando a quienes han hecho de nuestra patria un campo de exterminio y de miseria».

Para ello, en esas «horas decisivas», la guerrilla salvadoreña apelaba a la solidaridad del pueblo vasco, al que enviaba un «abrazo de Revolución o Muerte» a través de las páginas del periódico que años después sería violentamente cerrado.

Este es el contenido íntegro de la carta:

El FMLN, al pueblo vasco

Queridos compañeros y compañeras, her­manos. Reciban un fraternal y combativo sa­ludo, en esta hora decisiva, de parte de los combatientes del FMLN y de nuestro pueblo heroico.

Queremos agradecer profundamente su hermosa y gigantesca solidaridad que siempre han dado a nuestra lucha y que en estos mo­mentos se hace más urgente y decidida. Sa­bemos que esta actitud responde a la sensibi­lidad y comprensión que ustedes tienen de nuestra lucha. Una lucha que camina hacia la victoria, porque tenemos la razón histórica y tenemos el poder político y militar para con­quistarla.

La guerra que en estos días alcanza un mo­mento histórico importante ha llegado a un punto dramático: la masacre de seis jesuitas que luchaban por la paz no deja lugar a dudas de que el régimen de ARENA y el Ejército son una bestia fascista herida de muerte. Los escuadrones de la muerte del general Ponce han asesinado a Ignacio Ellacuría y sus com­pañeros con las armas que les dan los nortea­mericanos y con la impunidad que les con­cede el presidente Cristiani.

El FMLN, a la vez que condena este crimen, asegura que continuará golpeando a quienes han hecho de nuestra patria un campo de exterminio y de miseria. Nuestra lucha ar­mada surgió cuando ya no había ninguna otra vía para transformar el país y las matanzas sobre nuestro pueblo amenazaban con con­vertir para siempre a nuestro hermoso país en un cementerio. Durante años hemos pro­puesto negociar la paz. Y en este proceso el padre Ellacuría demostró siempre una actitud animosa, positiva, que el FMLN siempre agradeció. Y ahora que lo han matado, los Estados Unidos amenazan a nuestro pueblo con nuevas masacres, envían más armas, y participan con sus propios pilotos en los bom­bardeos a la población civil.

El Ejército salvadoreño, al no poder de­tener el avance de nuestros combatientes en la capital, ha escogido el método más cruel que se pueda imaginar: ametralla y arroja bombas sobre mujeres, niños y ancianos, y además lo hace en los barrios más pobres, sobre las casas de los desheredados de la tierra. Decenas de miles de personas esperan aterradas el paso de los aviones.

Pero también hemos de decir que miles y miles de hombres y mujeres se han unido a nuestros combatientes y luchan, y levantan barricadas y cavan trincheras, y dan de comer a los muchachos y hacen todo tipo de tarea logística.

Compañeros y compañeras del País Vasco. Estamos viviendo horas decisivas. Nuestra lucha es a vencer o morir. Y una vez más acudimos a ustedes para que más que nunca nos ayuden. Necesitamos toda la solidaridad que ustedes sean capaces de dar. Con grave urgencia necesitamos ayuda económica para mantener nuestro esfuerzo militar, polí­tico y diplomático. Nuestra guerrilla es pobre y tiene en la solidaridad internacional a su mejor aliado.

Necesitamos de su solidaridad más gene­rosa: donaciones de plasma sanguíneo, de an­tibióticos y medicinas en general para nuestro pueblo a través de la Iglesia Católica y de la Cruz Roja Internacional.

Reciban un abrazo de Revolución o Muerte.

Por el Frente Farabundo Martí para la Li­beración Nacional,
Manuel Cornejo, coordinador de la Comisión Político-Diplomática.