Javier Maroto se ha plegado a los deseos del presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, que el sábado lanzó un ultimátum al candidato del PP a la Alcaldía de Gasteiz: «Tiene una semana para convencernos de que va a cambiar».
Y la respuesta del primer edil en funciones, que el año pasado acusó a las personas procedentes de Marruecos y Argelia de «venir a vivir de las ayudas sociales», no se ha hecho esperar. Esta mañana Maroto ha hecho «autocrítica» y ha presentado su «compromiso ético para un acuerdo en las políticas sociales».
Así, apuesta por «respetar al diferente y luchar contra el racismo y la intolerancia para garantízar la convivencia y la cohesión social, potenciando el valor de la solidaridad como una seña de identidad indiscutible» de Gasteiz.
También propone trabajar por la «justicia social efectiva por erradicar el fraude en las ayudas sociales, independientemente de quien sea la personan que lo cometa»; y facilitar la integración social de «quienes pueden sufrir la exclusión por razones económicas, culturales, de orientación sexual, de género, de discapacidad, de raza o de nacionalidad».
«Debo ser firme y contundente para que nadie pueda relacionar nunca más mis palabras con el racismo. Y no quiero hacerlo solo con un gesto, sino que quiero dar un paso más allá y adquirir un compromiso ético que posibilite lograr un acuerdo con el resto de grupos en torno a las políticas sociales«, ha explicado.
Pero el hecho de que haga público este mensaje ahora y no hace unos meses, antes de las elecciones locales, pone de manifiesto la soledad del PP, que ha obtenido nueve concejales en Gasteiz.
Ronda de Larrion
A este respecto, cabe señalar que la candidata del EH Bildu, Miren Larrion, ha iniciado una tercera ronda de contactos para tratar de articular un gobierno alternativo. Un objetivo en el que debería participar el PNV, que tendrá cinco concejales en el pleno del sábado. Cinco ediles que, si se abstienen, permitirán la reelección de Maroto.
En opinión de Larrion, el alcalde en funciones «no tiene ninguna credibilidad y solo ha reaccionado cuando ha visto en peligro la Alcaldía. Y la maniobra de hoy obedece a los contactos que se están llevando a cabo entre el PP y el PNV».