En una nota, el Ayuntamiento señala que en el interior del chalet «se realizaron obras sin licencia ni comunicación previa por la asociación juvenil a la que se cedió en precario el pasado mes de junio. Esas obras obligaron al cierre del edificio por motivos de seguridad y conllevaron la rescisión de la cesión en precario realizada por el Consistorio».

El inmueble está cerrado desde el pasado mes de noviembre y como ya informó el Ayuntamiento en su día, esta situación se mantendrá hasta que el chalet sea adecuado a los usos previstos por su carácter de dotación pública. Su futura gestión como espacio público juvenil autogestionado se establecerá por concurso público.

La visita se ha configurado como una reunión de trabajo de formato reducido atendiendo a los requisitos de seguridad.

En la nota se añade que, según explicado en la visita la directora del área de Conservación Urbana y Proyectos, Cristina Arregi, «los concesionarios a precario llevaron a cabo en los meses anteriores al cierre el derribo de algunos tabiques de ladrillo de separación entre habitaciones, entre éstas y el salón y también con una pared del baño, dejando aproximadamente tres filas de ladrillo suspendidas en el techo. Las obras incluían también la construcción de un pequeño muro de separación en la parte del baño como estructura de una barra y empezó a levantar con bloques una especie de zócalo en la sala de estar que tenía como propósito soportar un futuro escenario».

Durante la visita Arregi ha aclarado que estas obras no implican un riesgo específico sobre la estructura portante del edificio, pero sí un riesgo real de desprendimiento de algunos elementos.

Igualmente la responsable de Proyectos y Conservación Urbana ha explicado a los corporativos asistentes que los trabajos de adecuación que se llevarán ahora a cabo en el edificio no implicarán un sobrecoste respecto a los que ya barajaba el Ayuntamiento, toda vez que ya se contemplaba actuar sobre la distribución interna del edificio para adecuarlo a los nuevos usos.