Solana, que ha sido interpelada por la educación especial por el PSN, ha indicado que hace tiempo que su departamento trabaja en un plan estratégico para la diversidad y en paralelo se aplican en las aulas políticas recogidas en el mismo, que también ha recibido muchas aportaciones.
Tras destacar que el actual marco normativo busca la integración de este alumnado, la consejera ha indicado que los poderes públicos están obligados a garantizar una educación «inclusiva, gratuita, de calidad y en igualdad de condiciones» dando los apoyos precisos, y eso busca el plan estratégico.
En Nafarroa hay cuatro centros de educación especial, dos públicos con 84 y 60 alumnos en Iruñea y Tutera, y dos concertados en Ibero e Iruñea con 77 y 79, y a ellos se suman 34 alumnos escolarizados en aulas alternativas.
En los tres últimos cursos ha aumentado el alumnado con estas necesidades, hasta llegar a 3.007 en el 2017-2018, pero, sin embargo, las matriculaciones en estos centros especiales «suben muy poco» y ahora son el 9,98% del total.
Para el futuro, además de varios obras previstas, las acciones emprendidas quieren que esos centros tengan la doble función de dar respuesta específica y empoderar a los ordinarios para que también puedan atenderlas necesidades de sus alumnos.
Estos datos sin embargo no satisfacen al PSN cuyo portavoz, Carlos Gimeno, ha subrayado que faltan medios en los centros «porque el incremento presupuestario no se está ejecutando» cuando necesitan recursos, también tecnológicos, formación y personal.
Gimeno, que ha reconocido la labor de los docentes, ha recordado que la Educación Especial es parte del sistema general educativo y sufre también las mismas dificultades para sus objetivos de normalización e inclusión.
«Pero ustedes en el acuerdo cuatripartito no tienen ni una sola mención a la Educación Especial», ha dicho, y ha indicado que esta misma semana se ha visto que los servicios de Inspección y Ordenación «trabajan de espaldas», y el Gobierno habla de convertir en centros de recursos los centros de educación especial cuando ya existe uno «estrella».
Sí que ha defendido la creación de una comisión interdepartamental y un trabajo coordinado entre departamentos, pero no en términos cuantitativos sino cualitativos, de perfiles, de protocolos de intervención, de normativas de salud y educación que aborden asuntos como la contención.
Gimeno ha pedido además recursos para la escolarización combinada que casi no existe en Nafarroa cuando es «tremendamente interesante» pero requiere de medios materiales y humanos.
«Navarra ha sido pionera en educación especial» y «su intervención es decepcionante», ha subrayado Alberto Catalán, UPN, quien ha lamentado que la comunidad «ya no es referente» en esta materia porque este Gobierno «va de parche en parche y de plan en plan sin tomar decisiones de una vez por todas».
Ofrecer a este alumnado una educación de «calidad y óptima» es lo que ha exigido Isabel Aranburu, de Geroa Bai, y para eso ha defendido que se debe procurar su «integración en centros ordinarios con las medidas y adaptaciones que sean precisas» para que los especiales sean «algo cada vez más extraordinario».
EH Bildu ha reprochado al PSN su falta de aportaciones al plan estratégico y ha negado que Educación no esté actuando ya antes de tener el borrador del mismo, por lo que la interpelación quiere «desestabilizar, hacer ruido, sacar rédito político».
«La inclusión se aprende incluyendo» y el proyecto del plan estratégico Podemos «lo comparte en sus ejes estratégicos», ha dicho Tere Sáez, que ha apostado por atender la diversidad y recordado que la UNESCO sí considera a Nafarroa un referente en la materia.
Marisa de Simón, del I-E, ha abogado también por la escuela inclusiva, la equidad, la cohesión, la no discriminación y la educación de calidad y por eso, ha explicado, el acuerdo programático no hace diferencias con la educación especial.