Unos 800.000 animales son utilizados al año en el Estado español para experimentos de carácter científico. Así se desprende de los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, facilitados este martes 17 de septiembre por la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) y la European Animal Research Association (EARA) durante la presentación del Informe Anual sobre el Acuerdo de Transparencia sobre el uso de animales con experimentación científica.
Según este trabajo, un 84 por ciento de las entidades españolas que experimentan con animales, como ratones, perros o macacos, colabora con dicho acuerdo, es decir un total de 140, de las que 17 se han adherido en el último año.
Se trata de la segunda edición de este informe, que fue impulsado por la COSCE en 2016. El primer informe se presentó el 5 de septiembre de 2018 y recoge el impacto del Acuerdo COSCE, que supuso según destaca EARA «un despertar de la comunidad científica respecto a la transparencia en el uso de animales».
El acuerdo, tal y como ha indicado la vocal de ciencias de la vida y de la salud de COSCE, Margarita del Val, surge de la «necesidad» de establecer vías de comunicación entre la comunidad científica y la sociedad, así como mejorar el nivel de entendimiento sobre los beneficios, perjuicios y limitaciones que los ensayos con animales pueden conllevar.
«Las instituciones científicas ya no esconden o se avergüenzan de investigar con animales, sino que explican claramente a la sociedad cuál es su actividad y que lo hacen de manera ética», ha añadido.
Uno de los temas que más revuelo causa en torno a la experimentación con animales es el estudio con fines cosméticos y la posibilidad de manejar otras alternativas para realizar las investigaciones.
Respecto a los usos cosméticos, el investigador Científico del CSIC, Lluis Montoliu, ha aclarado que la UE ha prohibido el uso de animales para este fin y ha añadido que por el momento, en algunos casos, no hay alternativas «tan eficaces».
«Aseguramos que no sufren»
«Si hay alternativas que ofrezcan detalles tan exactos como con los animales, estamos obligados a usar esos métodos alternativos. Nosotros somos los primeros que queremos dejar de utilizarlos pero aseguramos que no sufren durante los estudios», ha aseverado Montoliu.
Todas las instituciones ligadas al acuerdo han asumidos los cuatro compromisos que se reflejan en el documento. Sobre el primer compromiso, hablar con claridad sobre cuándo, cómo y por qué se usan animales en investigación, el informe revela que el 84 por ciento de las organizaciones que utilizan animales y el 64 por ciento de las que no utilizan han realizado acciones voluntarias como la publicación de noticias con avances científicos relacionados con investigación con animales.
En relación con el segundo compromiso, proporcionar información adecuada a los medios de comunicación y al público en general sobre las condiciones en las que se realiza la investigación, el informe destaca que el 100 por cien de las entidades encuestadas ha publicado una declaración en su página de Internet que expone su política acerca del uso de animales, como por ejemplo, informar sobre qué medidas promueven para aplicar los principios de las 3Rs, reemplazo, reducción y refinamiento.
Asimismo, el informe ha desvelado que el 80 por ciento de las instituciones ha ofrecido la posibilidad de realizar visitas externas controladas a sus animalarios, para cumplir con el tercero compromiso de promover iniciativas que generen mayor conocimiento y comprensión en la sociedad sobre el uso de animales en investigación científica.
Por último, el cuarto compromiso, precisamente, es la publicación y presentación de los datos a la sociedad para dar a conocer el progreso del acuerdo y poner en común las experiencias desarrolladas.