Nekane Murga, consejera de Salud, ha comparecido también en el Parlamento junto a Urkullu y otros consejeros dada la situación creada desde el viernes con la constatación de la presencia de tóxicos en el aire en la zona.
Se ha esforzado en combatir las críticas a la desinformación, poniendo el foco en que Lakua ofreció los datos sobre furanos y dioxinas nada más conocerlos: el viernes 14. Se había encargado su análisis al CSIC, con un medidor instalado en Eibar y muestras obtenidas el domingo 9, «coincidiendo con fuego de alta intensidad en el vertedero».
Al parecer no había entidades que analizaran esa cuestión con más rapidez (se consultó a un laboratorio de Barcelona y otro de Holanda, pero tardaban más). Posteriormente se siguen haciendo análisis, con medidores instalados en Eibar y Eitzaga (Zaldibar) además de en Ermua, cuyos resultados se conocerán «a finales de semana».
La consejera ha alegado que en cuanto se conoció la situación se convocó a los expertos, se ofreció una rueda de prensa y se dictaron medidas de protección (no ventilar a la noche, no hacer deporte intenso...) Pero no ha explicado por qué esa misma mañana de viernes oficialmente se había calificado de muy buena la calidad del aire, pese a haber resultados claves que estaban pendientes.
También ha llamado la atención que la consejera de Salud indique que «no estamos en situación de alerta» justo después de indicar que no hay consenso científico sobre qué perjuicios acarrea a la salud la exposición a estos furanos y dioxinas.
En defensa de su actuación, Murga ha añadido que Lakua está en contacto permanente con los tres alcaldes referidos (Zaldibar, Eibar, Ermua). No ha explicado por qué no establece el mismo nivel de comunicación con Elgeta, localidad también muy próxima pero con un consistorio gobernado por EH Bildu al contrario que los tres anteriores.
En cuanto a la calidad del agua, Nekane Murga ha destacado que «ningún análisis ha demostrado contaminacion» y que solo cinco caseríos muy cercanos están teniendo que ser asistidos con suministro mediante cisterna.
Como conclusión de su intervención, la titular de Salud ha dicho comprender la «inquietud» de la ciudadanía pero ha añadido que «sabemos que con la salud no se juega».